Patricia Conde: «Telecinco me tendría que ofrecer un proyecto, no un talón»

EFE

GENTE

La presentadora asegura que «la fama no hace gilipollas, sólo los descubre».

19 mar 2011 . Actualizado a las 20:41 h.

Patricia Conde cumple cinco años al frente de «Sé lo que hicisteis...» (SLQH), agradecida por poder trabajar a diario en un programa de humor y con las cosas muy claras acerca de su futuro: «Telecinco me tendría que ofrecer un proyecto, no un talón, para que me planteara dejar La Sexta».

Saltó a la fama con solo 18 años como reportera del programa «El Informal», pero Patricia Conde siempre ha mantenido los pies sobre la tierra porque, reflexiona, «la fama no hace gilipollas, sólo los descubre».

Y ahora, cinco años después de apostar por el original formato de SLQH, afirma sentirse «muy agustito» con el programa, con la productora y con la cadena.

«No me gusta dar un paso en falso en mi carrera. Ahora sé lo que no quiero y eso es muy importante en mi trabajo. Si me llega una oferta la estudio a conciencia, pero siempre he dicho que no haría nada en lo que no me sintiera a gusto y no hubiera risas de por medio», sostiene rotunda Conde en una entrevista concedida a EFE con motivo del quinto aniversario de La Sexta.

Risueña ante las cámaras, pero seria y responsable tras ellas, Conde afirma que «todo lo que llegue después del programa número mil (que SLQH cumplirá el 28 de abril) será un regalo», un éxito del que los guionistas son parte importante.

Presentadores y reporteros leen en directo el guión «interpretando al mismo tiempo y sin saber qué va a pasar a continuación», relata, para añadir que son los guionistas los artífices de que el programa «se reinvente cada cierto tiempo» y supere baches como las restricciones para emitir imágenes de ciertas cadenas.

«Si esos programas pensaban que necesitábamos emitir sus contenidos, se equivocaban. Todo lo que pase de aquí en adelante no importa, si nos quitan las imágenes de deportes, da igual, ya nos inventaremos cualquier otra cosa. Confío plenamente en mi equipo porque ha conseguido que el programa vaya evolucionando», explica Conde.

Una de las caras más conocidas de la cadena dice sentirse cómoda protagonizando los «sketches» y «gags» que han ido reemplazando a las imágenes de otras cadenas.

Parte de la evolución de SLQH, que comenzó como «un programa de crítica constructiva» que parodiaba ciertas formas de periodismo, ha venido dada por las muchas despedidas a las que ha tenido que hacer frente en sus cinco años de emisión, como la de Pilar Rubio y, más recientemente, la de Ángel Martín.

«Todos nos quedamos muy tristes y le echamos mucho de menos porque nos reíamos mucho con él. Pero yo siempre apoyo las decisiones de mis amigos y si Ángel decidió que quería dejar el programa es porque era lo mejor para él», comenta Conde «contenta» con las incorporaciones de los humoristas Leo Harlem y David Guapo.

La presentadora no se atreve a avanzar nada sobre el futuro del programa, «porque no lo sé yo, no lo sabe mi madre, no lo sabe nadie. Sólo sé que contamos con algo relativamente bueno: si hacemos un 5 por ciento de audiencia no pasa nada. En otra cadena no seguiríamos con el programa a estas alturas».

Conde dice no estar preocupada por las audiencias, «eso preocupa más en los despachos de las cadenas», pero sí por la competencia.

«Ojalá hubiera más programas de humor y más series de ficción, me encanta ese tipo de parrilla televisiva, que no todo se base en el corazón», confiesa.

Centrada de momento en su apuesta televisiva, no descarta compatibilizar su trabajo en SLQH con otros proyectos y volver al teatro, como ya hizo con «Los 39 escalones», o hacer cine, siempre que la agenda se lo permita.

Admira la carrera de «reinas de la comedia» estadounidenses como Jennifer Aniston, Kate Hudson o Cameron Diaz, sin embargo, no se ve dando el salto a Estados Unidos.

«En unos años, solo me veo casada y con hijos», confiesa. «Me encantaría salir de mi trabajo normal, hacer la compra con mi marido, cuidar de los niños, ver una peli todos juntitos y a la cama. Es lo que más me apetece del mundo».