Muere Antonio Gamero, secundario de lujo del cine

Colpisa

GENTE

Trabajó a las órdenes de todo los grandes cineastas de España en más de un centenar de películas. Murió víctima de una enfermead circulatoria.

27 jul 2010 . Actualizado a las 03:32 h.

Berlanga, Cuerda, García Sánchez, Garci, Borau o Albadalejo. Son sólo algunos de los directores que contaron con Antonio Gamero, un reconocido actor secundario que falleció este lunes a los 76 años en Madrid víctima de una larga enfermedad circulatoria. Sus largos y característicos bigotes aparecieron en más de 150 películas y series de televisión, como La huella del crimen, Médico de familia o Hermanas.

Gamero estuvo trabajando hasta el último momento y con uno de sus directores favoritos. José Luis García Sánchez le había dado un pequeño papel para La venganza de Don Mendo rock, la película que protagonizan Paz Vega, Fele Martínez, Manuel Bandera y Antonio Resines, entre otros. El actor madrileño ya había trabajado con el realizador en Las truchas, Colorín Colorado, Hay que deshacer la casa, La marcha verde o Suspiros de España (y Portugal), entre otros filmes.

Gamero había llegado de casualidad a la interpretación, después de estudiar Derecho y trabajar en Telefónica. Pero le picó el gusanillo y empezó a trabajar en pequeños papeles de forma constante. Así aparece, además en las películas del director salmantino, en La vaquilla o Todos a la cárcel de Berlanga; El bosque animado o Amanece que no es poco de Cuerda; Furtivos de Borau' o La estanquera de Vallecas de Eloy de la Iglesia.

En 1999, Miguel Albadalejo le convirtió en el abuelo de Manolito Gafotas, un papel que le convirtió ya en un referente y que repitió en la serie del mismo nombre. Hombre comprometido con la izquierda, militaba desde 1957 en el Partido Comunista, por lo que fue condenado a dos años de cárcel que pasó en Carabanchel.

Allí, le dieron una paliza que le dejó una sordera como secuela y le obligó a usar audífonos el resto de su vida. Amigo íntimo de Rafael Azcona, el mítico Café Gijón pierde a otro de sus ilustres contertulios.