Chavela Vargas cumple hoy «muy tranquila» 90 años

EFE

GENTE

La cantante iberoamericana se prepara para un homenaje que recibirá el martes en Ciudad de México.

17 abr 2009 . Actualizado a las 21:14 h.

Chavela Vargas cumple hoy noventa años «muy tranquila» mientras se prepara con meditación y soledad para el homenaje que recibirá el martes en la capital mexicana, declaró a Efe una amiga de la cantante. «Está en un plan muy tranquilo, medita, busca la soledad y el descanso, la reflexión, como antes de un concierto... Hoy le hablarán sus amigos y la visitarán», apuntó la persona de confianza de Chavela.

Isabel Vargas Lizano, mejor conocida como Chavela Vargas, cumple nueve décadas como una de las leyendas vivas de la canción en Iberoamérica. «La dama del poncho rojo», como la apodó el español Joaquín Sabina en una de sus canciones, vive hoy relajada en México, retirada del ruido. A pesar de que anunció en el 2006 su adiós a los escenarios, Chavela retornó un año más tarde durante una noche al Auditorio Nacional de México DF para desplegar las alas y ponerle la piel de gallina al público con su inconfundible timbre.

«Está muy entusiasmada con el homenaje del martes, ella viajará a Ciudad de México el domingo, o el lunes, para estar descansada y acostumbrarse a la altura», dijo su amiga. En el homenaje estarán presentes las mexicanas Julieta Venegas, Eugenia León y Astrid Hadad, que interpretarán temas que Chavela convirtió en inmortales.

Es «probable», según anunció la organización del evento, que acuda el director manchego Pedro Almodóvar, quien hizo brotar nueva vida al repertorio de la cantante cuando eligió su música para la película Tacones Lejanos (1991). En el homenaje también tendrán una participación especial los cantantes Joaquín Sabina y Miguel Bosé, a través del vídeo.

Chavela recibirá la Medalla al Ciudadano Distinguido de manos del alcalde Marcelo Ebrard, por su «aportación a la canción ranchera, al bolero y a la cultura popular mexicana» en sus décadas como artista. La diva nació en Costa Rica, pero pronto emigró a México, donde se enamoró de la pintora Frida Kahlo y se convirtió en la musa de compositores míticos como Agustín Lara y José Alfredo Jiménez, dos grandes de la canción mexicana.

Su vida atravesó durante años el infierno del alcohol, pero la cantante supo liberarse de su garra y ahora vive tranquila, reposada. Lleva más de veinticinco años sin beber. «Ella busca la paz», apuntó su confidente. «Voy a detener los pasos una tarde y no voy a morir, nada más voy a detener mis pasos. Eso quiero», decía la cantante en 2007 en una entrevista concedida a Efe en su domicilio, tocada con pañuelo y gafas oscuras, recordando a sus amigos.