A veces pienso: «¡Madre mía!»

GENTE

Miguel Iglesias tiene 23 años y desde hace uno se pasea por las mejores pasarelas del mundo. Llegó casi de casualidad y ya se lo rifan los grandes diseñadores

31 may 2008 . Actualizado a las 21:18 h.

Aún sonríe y se muestra asombrado por todo lo que le ha sucedido durante el pasado año. En un mes pasó de ser un joven normal a pasearse por las mejores pasarelas de Milán, París, Londres y Nueva York, y a conocer a gente que nunca pensó ni siquiera rozar. Miguel Iglesias Sánchez es de Ourense y tiene 23 años (nació el 18 de octubre de 1984). «A veces pienso: ?Madre mía?...», comenta cuando recuerda que a los pocos meses de decidir dedicarse a la moda viajaba a Milán y a Nueva York para ser la imagen de Armani. Pero el diseñador italiano no ha sido el único. Calvin Klein, Versace, Dolce & Gabbana o Louis Vuitton son solo algunos de los nombres que se han visto seducidos por la imagen de Miguel. «Los diseñadores no buscan al hombre más guapo, porque guapos hay muchos», dice cuando se le pregunta por su secreto. «A ellos les gusta hablar contigo y conocerte antes. Buscan una personalidad. Te piden naturalidad y que sepas actuar en cualquier situación. Es muy bueno fijarse en los mejores y luego buscar el estilo propio». Con base en Barcelona, Miguel Iglesias viaja todas las semanas. Nueva York es casi como su segundo hogar.

Son muchas las anécdotas que almacena en más de un año de profesión, algunas que no se atreve ni a contar. «Me vi sorprendido por la cantidad de personas que llegas a conocer y que has visto toda tu vida por la televisión. Es que yo soy de pueblo» [ríe]. La carrera de este ourensano, que dirige su agente Berta Pons de la agencia Traffic en Barcelona, ha sido y es meteórica. Una anécdota especial da cuenta del nivel internacional que ha alcanzado. Participó en el desfile internacional de Calvin Klein en Nueva York, para el que eligieron solo diez modelos de todo el mundo. «Mostramos la nueva colección de calzoncillos subidos en grandes bloques de granito. A mí me pusieron delante y pude ver a famosos y a gente muy conocida de Hollywood». A pesar de que para el ourensano esta es una nueva e increíble experiencia, todavía tiene los pies en la tierra. Se califica de ambicioso en el trabajo y de dar el cien por cien en todo lo que hace. «Es un mundo muy bonito aunque a veces algo superficial y yo intento elegir lo mejor de él». Su carrera no es fruto de la casualidad. Su agente, Berta Pons, lo tuvo claro desde el principio. «Mi agencia me dijo que debería comenzar mi carrera fuera de España. Está claro que hasta que no trabajas fuera no te valoran ni te apoyan. No pasa en otros países como Brasil, que tiene más aprecio por sus modelos». Habla de todo lo que le ha pasado en los últimos meses y aunque le queda una larga vida sobre las pasarelas, ya piensa en el futuro. «Sé que esto no es para siempre. De momento es un estilo de vida. Pienso mucho en el futuro y, aunque sé que hay que preparase mucho, me gustaría ser actor», dice todavía con la boca pequeña.