La reconocida modelo y actriz británica promociona en España la nueva colección de baño de Mango.
23 abr 2008 . Actualizado a las 17:53 h.Elizabeth Hurley lleva varios años mostrado su lado más creativo con sus atrevidos y glamourosos diseños de baño, propuestas con las que triunfa. Icono de belleza gracias a la moda y a la cosmética, esta guapa y alta modelo y actriz inglesa, muy conocida en España por haber sido la novia de Hugh Grant -al que conoció en nuestro país rodando la película de Gonzalo Suárez 'Remando al viento'-, parece haber pasado la página del cine, donde ha participado en más de veinte títulos, para dedicarse a su familia y a sus prendas de baño.
Muy profesional, Liz Hurley, que gana en las distancias cortas por su simpatía y su mano izquierda con los periodistas, a los que no deja de sonreír y responde a todas las preguntas por privadas que sean -cuando estaba con Grant era distante e inaccesible-, ha ampliado el campo porque a la línea propia que tiene de bikinis, trikinis, bañadores, caftanes, faldas, tops y pantalones, suma ahora los doce sensuales y modernos trajes de baño que ha diseñado para Mango. Con estas creaciones busca «llegar a todo tipo de mujeres. Que las mujeres se sientan bien con mis prendas en la playa es mi desafío», asegura.
Con un escotadísimo vestido rosa fusia de la marca de moda española y muy maquillada apareció ante los medios de comunicación Hurley, una mujer que siente debilidad por los bikinis, pero que confiesa que los primeros rayos de sol los toma en bañador «porque soy muy blanca. Al final de las vacaciones voy con mini-bikinis blancos y albaricoques -colores que, casualidades de la vida, dominan la colección», dice.
Hurley, de 42 años, luce cuerpazo, aunque reconoce que sus esfuerzos le cuesta poder lucir sus atrevidos diseños. «Cuando eres jovencita puedes comer lo que quieras, salir por la noche, no cuidarte, y no pasa nada porque no lo necesitas. Pero ahora es distinto y después de las Navidades y el verano me pongo a régimen y cuido mucho mi alimentación. Lo tengo que hacer porque vivo de mi imagen», explica.
La familia, lo primero
Hurley, que según dicen ha rellenado sus labios con silicona y es adicta al botox, está comprometida con el diseño, aunque hace trabajos esporádicos como actriz. La que fue productora del thriller que protagonizó Hugh Grant, 'Al cruzar el límite', tiene claro que su prioridad es su hijo, al que lleva y recoge todos los días del colegio, y su marido, el empresario hindú Arun Nayer, con el que acaba de celebrar su primer aniversario de boda.
Y como la familia es lo primero, esta modelo que lleva una vida «muy normal», ha aparcado las películas -participó en la saga de 'Austin Powers' y compartió fotogramas con Sean Penn en 'El peso del agua'-. «Llevo trabajando veintidós años. Cuando tuve a mi hijo decidí no viajar tanto ni estar fuera de casa tres meses, el tiempo que dura un rodaje. Hago cosas pequeñas, puntuales», indica Hurley, que está escribiendo unos guiones para un programa de televisión que se filmará en su granja del Reino Unido, donde cultiva alimentos bio. «Ahora estamos centrados en la producción de comida preparada orgánica. Es decir, sana, baja en calorías, nutritiva y apetecible», añade esta mujer, que no descarta dar un hermanito a su hijo «porque mi marido es un padre maravilloso».
Un buen progenitor y un marido «estupendo» con el que celebró su primer año de casados «de manera íntima. Fuimos a uno de los primeros hotelitos en los que nos hospedamos cuando nos conocimos, vimos una buena película y llamamos al servicio
de habitaciones», desveló solicita.