De mensajes y comunicados

Beatriz Manjón

GENTE

10 feb 2008 . Actualizado a las 20:45 h.

Mi amigo Sam, con sus estrellas tatuadas y su look de tirantes, me cuenta sin tiranteces que tiene dos noticias que darme: una, que ha encontrado una crema de caviar tan buena como la de La Prairie en el Mercadona, y la otra, que su hermana, a los cuatro meses de casarse, ha decidido separarse. «Nena, yo ya me lo venía venir». Cuando Sam me llama nena es que no hay de qué preocuparse. Y es que su hermana está más radiante que el día de su boda porque, sencillamente, no se casó enamorada. ¿Será este el caso de Sarkozy?

Dicen que ocho días antes de su enlace con la guapa Carla Bruni, Sarko envió un mensaje a su ex en el que le decía «si vuelves, lo anulo todo». ¿Realidad o ficción? Si Cecilia estuviera sola podríamos pensar que es la maquiavélica treta de una ex esposa celosa, pero estando felizmente emparejada como está parece improbable. Así que más le vale a Carla, si está enamorada, pirarse a la francesa y no volverle a coger el teléfono al presidente ni en bruni. Claro que si las hay que se casan por el traje, también las habrá que lo hagan por el trajín.

A la que no veremos vestida de novia, al menos dándole el sí a Darek, es a Ana Obregón. Escribió Pitigrilli que el amor es un beso, dos besos, tres besos, cuatro besos, tres besos, dos besos, un beso? aunque probablemente hoy escribiría que el amor es una exclusiva, dos exclusivas, tres exclusivas, dos exclusivas, una exclusiva?

A la chica de los siete y al chico diez hacía tiempo que no se los veía juntos, con su sonrisa cómplice y su dorado de Visa, pero ninguno decía ni mu hasta que Ana, en un programa de televisión, se preguntó en voz alta qué se puede esperar «de esos hombres que se cuidan tanto» y soltó que Darek debería estarle más agradecido. ¿Hablaría alguien así de un novio en la tele si todavía lo fuera? Obviamente la noticia estaba dada antes del comunicado. Puede que a Darek, esa tableta de chocolate que tan dulcemente adoptó la niñera televisiva, se le haya derretido el amor, o el humor, de tanto usarlo. O puede que Ana se haya dado cuenta de que no tenía un hijo al que mantener, sino dos. En cualquier caso, a ver cuánto tiempo tarda el niño en encontrar un espacio para su estriptís sentimental. Huyuyuyuyuy.