Efrén Álvarez, cofundador de Wetaca: «La cocina se está convirtiendo en una afición que practicas el fin de semana, como tejer»

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El lucense cree que su modelo de negocio es indispensable en el 2022, y que uno de los grupos de población que sale más beneficiado del sistema de entrega de táperes a domicilio es la tercera edad

04 nov 2022 . Actualizado a las 11:00 h.

Comenzaron su tan modesto como revolucionario negocio en el 2015. No sabían, claro, que se nos echaría encima la revolución healthy, ni que el teletrabajo irrumpiría en nuestra vida para convertirse en su mejor aliado a la hora de expandirse por España adelante. Han pasado siete años desde que el lucense Efrén Álvarez y Andrés Casal, de Vigo, se pusieran manos a la obra con Wetaca, un sistema de entrega de táperes a domicilio que contenta a los muchos que siguen el oxímoron de dejar de cocinar pretendiendo llevar una vida sana. Ahora que prevén cerrar el año con una facturación de 15 millones de euros, Álvarez hace balance del momento que vive la compañía y hacia dónde tiene previsto dirigirse en el futuro.

«Empezamos para dar respuesta a necesidades que, con nuestros 25 años de entonces, podía tener gente como nosotros, que trabajaba mucho y no tenía tiempo para cocinar o no quería. Ahora, sin embargo, el target es mucho más amplio y podemos decir que nuestros clientes tienen entre 18 y 45 años, y son un 50 % hombres y otro 50 % mujeres de clase media o media alta; la mayoría viven solos o en pareja». Estos ciudadanos han optado por una manera de comer inimaginable hace no demasiado tiempo, pero que ya es una forma más de entender el día a día. «Es importante que los platos estén cuidados y sean saludables para que la gente pueda comer bien sin preocuparse [Wetaca entrega táperes para consumir cada día de la semana, que se escogen en su web], y así dejar que la gente cocine solo el fin de semana, que es cuando disfrutan haciéndolo. En España aún no está tan establecido, pero en otros países ya se ha convertido en una afición como puede ser tejer; y aquí también pasará», comenta Álvarez. 

Por esta razón, la compañía ha crecido en todos los aspectos. Si su menú comenzó con una oferta de doce platos, ahora tienen 36 a elegir, entre los que «destacan opciones con menor presencia en grasas o carbohidratos, y más alternativas vegetarianas y veganas que cuentan con fuentes de proteína vegetales como el heura, el tofu o las legumbres». Además, el ensayo-error propio de llevar unos cuantos años en cocina les ha hecho eliminar algunos platos, («no hacemos fritos ni elaboraciones con masa, como pan o empanadas, porque no llegan bien a los domicilios», explica Álvarez), y perfeccionar los que ya considera sus clásicos: la lasaña boloñesa, las lentejas con chorizo o el salmón con salsa teriyaki. «Por otro lado, para saber si los platos están gustando o no hacemos encuestas semanales, y un chef y dos personas de I+D+i se encargan de entender el feedback del cliente y trasladarlo a la elaboración».

El hecho de tener un menú saludable en casa sin hacer la compra, manchar ni cocinar, hace que algunos sesgos de población vean en esta compañía un gran aliado; pues con solo calentar los platos tres minutos en el microondas tienen una comida resuelta. Por eso la población (cada vez más) envejecida también consume este tipo de platos, según explica Álvarez, en la mayoría de casos porque los encargan sus hijos. Al hacer la compra on-line para ellos no es tan accesible. «Hay un nicho de mercado en ese sector de la población que a corto plazo nos es complejo atender porque hay que trabajar con menos sodio, otro tipo de texturas; no hay una línea específica para la tercera edad por es un punto interesante a explorar». Álvarez aprovecha este momento para aclarar que aunque el grueso de sus clientes están en las grandes ciudades, llegan a todos los puntos de España. «Con la democratización de las redes sociales basta con tener un teléfono y nos puedes hacer un pedido desde Os Ancares o desde Madrid».

La impronta gallega, evidentemente, no falta en el menú de Wetaca. «Tenemos caldo gallego, merluza en caldeirada... pero más que para contentar a los gallegos porque intentamos que la cocina local se haga global. ¿Por qué no va a pedir un gallego un cocido montañés y un andaluz un caldo gallego?».