Galicia se conoce en veinte empanadas

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Pastelón de Cedeira del Horno Artesano Arribi
Pastelón de Cedeira del Horno Artesano Arribi JOSE PARDO

Es el plato más versátil de la cocina gallega, y un auténtico manjar para el turista. Pero no hace falta ser foráneo para descubrir rellenos únicos e inimaginables

23 ago 2022 . Actualizado a las 18:37 h.

La empanada es, junto a la tortilla de Betanzos, el plato más versátil de la gastronomía gallega. Se sirve en cualquier ocasión: desde una comida de playa hasta en una boda como aperitivo, gusta a niños y mayores y, además, la mayoría de sus versiones son saludables. Este icono popular encuentra una manera de hacerse a sí misma en cada rincón de Galicia; por eso recorremos la comunidad a través de sus mejores empanadas. Comenzamos.

El viaje empieza, nunca mejor dicho, con la empanada viajera de Pablo Pizarro. Esta idea, salida de la cabeza de este chef argentino afincado en A Coruña y de Vanesa González, nació en el 2020 y ya recorre miles de kilómetros. Se trata de un manjar que encandila a estrellas Michelin como Javi Estévez (La Tasquería, Madrid) o Marcos Morán (Casa Gerardo, Prendes), y entre la oferta se encuentran de raxo con setas, de pulpo, de zorza y pimientos de Padrón o de mejillones con chorizo. Esta última combinación sorprende a quien nunca la ha probado, causando primer rechazo y, después, inmensa satisfacción. En la Panadería Rozas, en Arteixo, es un clásico, y como quien la prueba repite, los encargos no dejan de multiplicarse. 

Pablo Pizarro y su Empanada Viajera
Pablo Pizarro y su Empanada Viajera xoan a. soler

De vuelta en A Coruña, los amantes de la empanada no deben dejar de visitar Casa Saqués, una casa de comidas de toda la vida que tiene en el cocido y la empanada sus mejores platos. En esta cocina sin artificios ni pretensiones, arrasan con el mejor producto local y, evidentemente, las mejores manos, que preparan la que, para muchos, es considerada la mejor zaragallada de la ciudad herculina. Aquellos que disfrutan de sabores menos habituales, tienen una parada obligatoria en La Empanadería: un local relativamente reciente donde se pueden encontrar empanadas artesanas de calamares en tinta, pulpo con gambas o grelos.

Si hacemos un alto en Santiago, hay que ir a alguno de los locales de Pan de Moa. Un obrador que conserva «la tradición, los porcentajes de agua y la calidad de las harinas, pero aplicándole la marca de identidad que nos diferencia. Esto se consigue gracias a tiempos de fermentación prolongados y la utilización de masas madre naturales», indican. Esta es una de las razones por las que bordan la empanada, también la de maíz. Entre las opciones, típicas con relleno de atún o bacalao, y otras menos habituales como las rellenas de lomo de cerdo o pollo con cerveza. También en la capital gallega hay un consenso casi generalizado sobre que las empanadas de A Noiesa nunca defraudan. Algunos, de hecho, las tildan de «espectaculares». La preparan gracias a una receta que, dicen, no ha variado en cientos de años. Los rellenos puede ser de centollo con buey, zamburiñas con langostinos, verduras o mejillones.

Otra visita necesaria es al Pampin Bar, pues Alén Tarrío, su alma máter, se llevó el premio a mejor cocinero en el Fórum Gastronómico de A Coruña gracias a su empanada. Mención obligatoria requiere también el Obradoiro Chus Sande, en O Milladoiro. Con sus propuestas se te hará la boca agua: morcilla con pera, setas con jamón y queso San Simón o merluza con verduras. 

Chus Sande Obrador Artesanal, en O Milladoiro
Chus Sande Obrador Artesanal, en O Milladoiro Sandra Alonso

Así se abre el turno de las empanadas más peculiares, extravagantes y arriesgadas. El destino es Pontedeume, donde uno de sus platos tradicionales es la costrada, una versión con varios pisos de ingredientes (habitualmente lleva lomo, pollo y jamón) que existe, al menos, desde el siglo XII. Esta no es su única distinción, pues la masa guarda un secreto que la hace de lo más particular. La dispensan en la Confitería Obradoiro, y se sirve en la Cantina Río Covés.

En Mondoñedo, en el local A Voltiña, es famosa su empanada de tortilla, casi tanto como la empanada abierta de raya y el pastelón, que tanto se consumen en Cedeira; o la de forquellas (un tipo de embutido) en Entrimo. Se encuentra en Panadería Fernández. Imposible hablar de empanadas y 

Seguimos de ruta por esos lugares que preparan empanadas con rellenos que, lo más seguro, muchos paladares no han catado. Sin salir de la provincia de Ourense podemos hacer un alto en el camino en O Barco, donde es típica la empanada de acelgas y patata, y a continuación en A Rúa, que tiene en la empanada de costrelas uno de sus emblemas culinarios. No hay que romperse mucho la cabeza si uno quiere probarla, pues este manjar que, evidentemente, se come abierto, se puede encontrar en prácticamente todas las panaderías de la zona. 

En Vila de Cruces triunfan las empanadas de la Panadería Mazás de Piloño, que ganó el certamen, en el apartado de profesionales, del concurso de empanadas de la Festa da Empanada de Bandeira. Lo hizo con una versión de Vaca Vella de Bandeira al albariño con pimiento amarillo.

En Vilagarcía arrasan las empanadas y las empanadillas de A Despensa. de las que pueden vender 400 en un día. Rellenas de atún, zorza, zamburiñas o mejillones, son un aperitivo o merienda perfecto para matar el hambre entre horas. Cerca, en Vilanova de Arousa, la empanada típica es la de berberechos (¡con concha!). Y puede encontrarse, por ejemplo, en Panadería A Praza. El berberecho de Noia, un manjar único, también puede disfrutarse de esta guisa, y de hecho muchos se desplazan exclusivamente hasta la Panadería Do Couto para disfrutar de su receta. Más al sur, en Redondela, el grueso de empanadas se preparan con chocos, una auténtica delicia. Si tienes curiosidad o antojo, la Panadería Iglesias, en Aldán, la dispensa online.