El World Cheese Awards corona en Oviedo a un lácteo de cabra procedente de Jaén
04 nov 2021 . Actualizado a las 10:29 h.El World Cheese Awards ha coronado en Oviedo a Olavidia, de la quesería Quesos y Besos, ubicada en Guarromán (Jaén), como el mejor queso del mundo del 2021. Se trata de un lácteo de cabra. La concesión de este reconocimiento era el momento más mediático del International Cheese Festival y ahora quedan por delante otras tres intensas jornadas en las que los amantes de este producto podrán disfrutar en el Palacio de Exposiciones y Congresos (el Calatrava) de diversas actividades.
Quesos y Besos es una quesería artesanal que abrió sus puertas en 2017 y cuenta con tan solo seis trabajadores. Olavidia es el nombre del queso ganador. Elaborado con leche de cabra de raza malagueña, se trata da un queso que «contiene una misteriosa línea negra, de menos de un milímetro, que cruza de lado a lado», explican los organizadores del festival. Se trata de una línea de ceniza procedente de huesos de oliva de la provincia de Jaén que modifica ligeramente la textura. Silvia Peláez y Paco Romero son los maestros queseros de esta «joya gastronómica», como la describen los responsables del World Cheese Awards.
El jurado estaba compuesto por jueces de Brasil, Ucrania, Dinamarca, Inglaterra, India, Italia, Suecia, Sudáfrica, España, Estados Unidos, Holanda, Noruega, México y Japón. En la competición participaron más de 4.000 quesos que se distribuyeron en 85 mesas. Los 250 jueces participantes seleccionaron al mejor de cada mesa y, tras una criba posterior, los 16 mejores pasaron a la gran final.
En esta última fase fueron 16 los jueces encargados de decidir. Cada uno de ellos defendió un queso y los otros 15 otorgaron las puntuaciones atendiendo a criterios como la forma, el olor y el sabor. De ahí salió el ganador.
El Asturias Paraíso Natural International Cheese Festival, que se celebrará hasta el 6 de noviembre en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo, espera superar los 15.000 visitantes a esta gran exposición gastronómica para la que todavía quedan algunas entradas al público.
