El aroma a costa gallega inunda el norte de Europa

Redacción

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MARCOS MÍGUEZ

La pandemia desató el interés por la compra online y las empresas tuvieron que ponerse las pilas. Hoy, compañías como Cetarea Depuradora de Cobas permiten que familias belgas, holandesas o suecas disfruten del mejor marisco gallego en 24 horas

09 jun 2021 . Actualizado a las 13:26 h.

No se puede decir que una pandemia mundial deje secuelas positivas. Pero sí es cierto que los cambios de hábitos a los que ha obligado esta nueva realidad han fomentado que ciertos sectores se pongan las pilas en materia tecnológica y, en ciertos aspectos, hayan salido reforzadas. Según el CIS, el 23 % de los españoles aumentaron sus compras online desde que el covid-19 llegó a nuestras vidas, y el 1 % se lanzó por primera vez a esta forma de consumo. 

Los productos frescos seguían siendo los grandes damnificados de esta explosión de ventas digitales, porque aún cuesta lanzarse a Internet cuando se trata de bienes perecederos pero, sobre todo, si se trata de pescado, uno de los bienes más preciados de la comunidad gallega y que más reticencias genera a la hora de comprarlo sin ver el género. Sin embargo, la calidad de las piezas, el envío exprés y que lleguen al hogar con todas las propiedades ha hecho que Europa haya puesto ojos golosos a Cetarea Depuradora de Cobas. Tras las numerosas peticiones recibidas desde distintas partes del Viejo Continente, la compañía entrega en 24 horas su pescado y marisco en Alemania. Austria, Irlanda, Holanda, Reino Unido, Suecia o Mónaco. ¿Llega en perfectas condiciones? Sí, y con sorpresa.

El gerente, José Luis Castrillón, explica que estamos en un buen momento para lanzarnos a por el percebe, la almeja, la nécora o la centolla. Añade Castrillón que dado que los tiempos de viaje son cortos el producto llega en perfectas condiciones porque, además, se entregan en cajas especiales para que no se rompa la cadena de frío y el producto esté bien. Además, en Depuradora Cetarea de Cobas regalan con el pedido unas bolsas de agua salada, precisamente lo más idóneo para cocer el marisco.

Ahora corre de la cuenta de cada uno saber qué hacer con cada producto. «Si va a consumirse el mismo día lo mejor guardar el pescado en la nevera, con esto sería suficiente. Si no ya habría que congelarlo», comenta el gerente. Con el marisco llega la controversia, porque, señala Castrillón: «Es una realidad que el marisco congelado pierde pese a que prácticamente todo acepte este proceso. Pero por ejemplo, una centolla cocida congelada se le secan las patas». Al pulpo, no obstante, le ocurre lo contrario: es bueno congelarlo para romperle las fibras y evitar que se quede duro.