La cocina, zona de riesgo: estos son los peligros a los que te enfrentas día a día

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Tras el incidente por el que Thermomix indemnizará a una mujer que sufrió quemaduras mientras utilizaba el famoso robot, recopilamos los electrodomésticos que pueden jugarte una mala pasada y los gestos cotidianos que, entre fogones, entrañan un riesgo

06 nov 2019 . Actualizado a las 16:04 h.

Igual que en la sintonía del programa presentado por Elena Santonja, en la cocina te pueden pillar con las manos en la masa. Inocuo gesto. Pero también con las manos en la olla, en la mandolina o en la Thermomix. Gestos ya, a tenor de los últimos acontecimientos, que suscitan cierta peligrosidad. Como acaba de salir a la luz, la conocida marca alemana del robot de cocina tendrá que indemnizar a una madrileña con 17.914 euros después de que la mujer sufriese quemaduras en cara y torso tras abrirse súbitamente la tapa del electrodoméstico. Thermomix asegura que el accidente se produjo por un mal mantenimiento de la máquina y un uso incorrecto del aparato. Sea como fuere lo cierto es que una vez en la cocina hay innumerables gestos que, por hache o por be, pueden jugarnos una mala pasada; tanto por desconocimiento a la hora de utilizar un electrodoméstico o utensilio como por el peligro que entraña el hecho de no saber reglas básicas de seguridad alimentaria en el hogar. Despejemos incógnitas. Y, también, tumbemos mitos.

La temida olla exprés. Desde que el pasado año una mujer de Melide pereciese tras explotarle una olla exprés en su vivienda, se desató la alerta. Se trata de uno de los instrumentos de cocina que más miedo provoca, pero si se usa de manera adecuada no debería haber ningún problema. Para que no se obture la máquina, como ocurrió en el incidente gallego, es básico que la olla no se llene nunca con alimentos ni líquidos que rebasen los dos tercios de su capacidad. En cuanto a legumbres o arroces, que aumentan de volumen cuando se absorbe el agua, lo mejor es llenar el recipiente la mitad de su capacidad. 

Es cierto que hay un nutrido número de cocinillas que temen usar la olla exprés, sin embargo, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aseguran que los estudios realizados con diferentes modelos de ollas exprés han sido totalmente satisfactorios en cuanto a seguridad. Y todas ellas disponen de mecanismos para liberar la presión excesiva que pudiera acumularse.

Por otro lado, es importante, y así lo deja patente también la OCU, dar a conocer las bondades de estos recipientes. Entre otras cosas, que conserva mejor las vitaminas de los alimentos que otras cocciones (precisamente por sus rápidos resultados). Y con su utilización se ahorra tiempo y energía.

La eterna duda

Microondas: ¿aliado o enemigo? En el 2005 la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un documento donde se indicaba que, si se utiliza siguiendo las instrucciones del fabricante, el microondas es seguro y conveniente para calentar y preparar alimentos. Otra cosa es el tipo de recipientes que metemos dentro. Por ejemplo, los tápers de plástico, como recuerda Patricia Beiro, profesora de Higiene, Dietética y Nutrición en el Centro Superior de Hostelería de Galicia (CSHG), no deben pasar por el microondas. Y, aprovecha para comentar: «Aunque tienen una vida útil larga hay que cambiarlos cuando estén rallados o presenten algún corte, pues en las hendiduras se pueden acumular bacterias». 

El papel de aluminio es otro de los materiales que no debería introducirse en el microondas. Se trata de un gran aliado para conservar alimentos, pero si se calienta a altas temperaturas pueden desprenderse partículas de aluminio, es decir, sustancias tóxicas, que acaben en la comida y sean perjudiciales para la salud.

Las sartenes no son eternas. Quizás ni te acuerdes de cuándo fue la última vez que cambiaste el menaje de cocina. Y las sartenes, pese a que pueda parecer lo contrario, no viven para siempre. Roberto Walter, responsable del departamento de Cocina del CSHG, lo explica: «Cuando estén rayadas es hora de decirles adiós. De todas formas, para evitar que se estropeen, recomendaría que nunca tengan cambios bruscos de temperatura y que cada vez que se tenga que mover algo en la sartén no se haga con cosas metálicas punzantes como puede ser un tenedor».

Los cuchillos los carga el diablo. Importante, aunque parezca mentira: «Los cuchillos siempre muy bien afilados. Parece raro, pero de este modo hay menos riesgo de cortarse porque haces menos esfuerzo». Según la chef Nelssy Soriano el cebollero, el más habitual en todas las casas, hay que agarrarlo de una manera determinada: «Es necesario coger la pieza apoyando el dedo índice sobre la lámina. Si se agarra solo el mango corremos el riesgo de que se gire cuando cortamos determinados productos».

Botes golpeados. «Cuando compramos alimentos enlatados debemos fijarnos en que estos envases no estén ni hinchados ni abollados, ya que son indicadores de la presencia de algunas bacterias, por lo tanto una conserva que tenga un golpe es mejor desecharla ya que, por pequeño que sea, pudo haber alterado la correcta conservación del alimento», asegura la profesora de Higiene del CSHG.

¿Qué hago con el pescado? La temperatura de la nevera debe estar entre 5 y 7 grados para garantizar que el totum revolutum de productos que guardamos en el frigórifico estén en las mejores condiciones posibles. El congelador, por su parte, los expertos recomiendan mantenerlo a -21 grados. Para evitar el anisakis del pescado (habrá que congelar previamente al menos dos días aquel que vayamos a consumir crudo) es lo mejor, ya que la OCU asegura que ahuyentaremos los disgustos si tenemos el electrodoméstico a -20 grados. 

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