La última gran calçotada gallega

L. G. V.

CRÍTICAS GASTRONÓMICAS

En Casa Assumpta llevan veinte años haciendo de esta costumbre una fiesta en Arzúa. Si aún no sabes de qué se trata, tienes dos semanas para comprobarlo

20 abr 2022 . Actualizado a las 17:55 h.

El boca a boca 2.0, las redes sociales, tienen la capacidad de crear necesidades que hasta hace un minuto ni existían; más si tienen un puntito hedonista. Si hace unos años pocos eran los que sabían qué era una calçotada, esta temporada uno se da una vuelta por Instagram y parece que estas verduras dulces sean la nueva tortilla de patata. El éxito radica en su curiosa forma de comer estas hortalizas, que deben meterse enteras en la boca (ojo, sin el tallo) con la mano y, por supuesto, en su sabor inesperado para quien nunca las haya probado. Con diferentes salsas, entre las que no puede faltar la romesco, y embutido, tenemos un menú redondo y una forma diferente de pasar el día.

En Casa Assumpta, no es que vieran el filón de esta tradición últimamente, sino que es ahora cuando prueban las mieles del éxito tras veinte años haciendo calçotadas. Aunque en más locales de Galicia puedes probar en la actualidad este manjar, en esta casa de Arzúa vivirás la experiencia completa gracias a su menú degustación de 39 euros que incluye, además de los calçots a la brasa con salsa, pan con tomate y jamón, escalivada, judías con butifarra, cordero con ali oli, crema catalana y, de beber, cava. El telón lo bajarán sus propietarios el último fin de semana de abril o el primero de mayo, en función de los calçots que les queden, hasta el próximo año. Quedan avisados.

Como explican en este restaurante, se lanzaron a organizar estos menús cuando unos clientes de la zona, de origen catalán, les pidieron que les prepararan unos calçots. Al principio el éxito no fue arrollador, aunque ese año ya lograron tener unos 300 interesados en esta costumbre cuyo origen se remonta a principios del siglo XX, cuando las calçotadas se convirtieron en una comida habitual de Valls, la capital de Alt Camp, al norte de Tarragona. Precisamente de esa zona llegan los calçots de Casa Assumpta, que esta temporada han degustado ya más de 1.400 comensales. «Nos ha ido mejor esta temporada del 2021 pese a que en enero y febrero aún no estaban las cosas tan bien con el covid como ahora, que en el 2019», apuntan desde el local.