A Viaxe, que enarbola la bandera de la cocina de matices fermentada a la sombra de la gastronomía peruana, es un local construido desde el esfuerzo, el talento y una visión alegre del mundo de las casas de comidas. El recorrido por la oferta que hace a sus comensales permite descubrir los encantos de los productos de Galicia sometidos a los procesos que conllevan las recetas de diversas influencias, que van desde las variedades andinas a los sincretismos asiáticos. El resultado ha cautivado a un público joven, que busca renovados territorios gastronómicos a los que puede acceder desde el menú diario o la comida a la carta. Las papas arrugás cultivadas en la tierra gallega o los ceviches de las rías están presentes en una oferta en la que también destaca el hummus con escalibada de verduras de temporada, las lentejas escabechadas, la entraña de ternera anticuchera o el ají de pollo campero. A las fortalezas de estos platos hay que añadir tres postres muy logrados: la tarta de tres leches, el choco lúcuma y el suspiro-alfajor-yogourt. El artífice de esta propuesta gastronómica es Tomás Rubio, empeñado en la renovación constante de la gastronomía. Su pasión por las raíces culinarias la combina con sus conocimientos de la gastronomía más innovadora, lo que ha dado como resultado propuestas que encuentran muy buena aceptación. Y, por si fuera poco, el equipo del que se ha rodeado, refuerza la calidad gastronómica y humana.
Plato estrella
Adobo arequipeño
La base es un trozo de panceta de cerdo gallego y el adobo con especias. La pancela se pone en agua y sal durante 8 horas. Se prepara un aliño con cerveza, vino blanco, cebolla, ajo y ají panca. Luego se cuece a baja temperatura (65 grados) durante 24 horas. El siguiente paso consiste en un marcado en sartén. Se sirve con una salsa de verdura con el adobo, y unos puerros con zanahoria confitada.
Precio medio
De 14 a 30 euros.