Las intoxicaciones alimentarias no existen solo en verano

Europa Press

COCINA SALUDABLE

Las alertas se activan con la llegada del calor, pero los nutricionistas recuerdan la importancia de extremar las precauciones todo el año para evitar este tipo de infecciones. Te explicamos qué hacer para curarte en salud

29 ago 2022 . Actualizado a las 17:19 h.

El Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid (CODINMA) recuerda la importancia de «extremar las precauciones durante todo el año» para evitar las intoxicaciones alimentarias. Tal y como recuerdan, las enfermedades de transmisión alimentaria, también conocidas como «toxiinfecciones alimentarias», se producen por la ingestión de alimentos contaminados con agentes biológicos o sus toxinas. La enfermedad puede estar causada por la ingestión de bacterias o virus vehiculados en el alimento (infección); por ejemplo, la salmonelosis, o de toxinas producidas por aquellas previamente formadas en el alimento (intoxicación), como la gastroenteritis estafilocócica, o por formas parasitarias en fases concretas de su ciclo evolutivo (infestación) como el anisakis.

¿CÓMO PREVENIRLAS?

Para prevenirlas, en primer lugar recomiendan extremar la higiene personal. «El lavado de manos es una de las estrategias más sencillas y eficaces para evitar contagios. No hay que olvidar realizar esta tarea antes de empezar a cocinar, repetir la operación varias veces durante la preparación de los platos también, siempre que se vaya al baño», recuerdan estos nutricionistas. Después de cocinar, es preciso refrigerar la comida «cuanto antes» y no dejarla a temperatura ambiente, ya que las altas temperaturas hacen que las bacterias proliferen a una velocidad mucho mayor y que contaminen los alimentos incluso mucho antes de que empiecen a oler mal o presenten mal aspecto.

En las salidas al campo o la playa, es conveniente llevar la comida en recipientes muy limpios y herméticamente cerrados y mantener fresca la nevera o cesta con la comida, con acumuladores de hielo para neveras portátiles o una bolsa de hielos. También es importante separar los alimentos crudos de los cocinados. Tanto en la nevera como en la superficie de trabajo, los alimentos crudos deben estar aislados de los que ya se han cocinado en recipientes distintos y protegidos por envoltorios sin rasgaduras.

Asimismo, no deben usarse los mismos utensilios para manipular los alimentos crudos y los platos ya preparados. Limpiar la superficie de trabajo es otra de las medidas a tener en cuenta. «Es necesario extremar la higiene y desinfección de las encimeras, menaje de cocina y tablas de cortar en las que se depositan y prepararan los alimentos, tanto durante la manipulación como cuando se termina», advierten los expertos. También resaltan la importancia de «cocinar los alimentos por completo». Los alimentos pueden estar contaminados por microorganismos. Si los alimentos se cocinan bien, estos microorganismos pueden ser destruidos por el calor. La temperatura a la que debe someterse el alimento debe ser suficiente para que alcance un mínimo de 70ºC en el centro del producto.

Por otro lado, también es necesario lavar las frutas y verduras «a conciencia». Para garantizar su seguridad, hay que lavarlas con agua potable y añadir incluso unas gotas de desinfectante alimentario para incrementar la seguridad. También es necesario tener especial cuidado con los productos con salsas, mayonesas, asados y con las preparaciones que incluyen alimentos cocinados y crudos a la vez. Finalmente, instan a utilizar exclusivamente agua potable, ya que no se debe beber ni usar agua procedente de pozos que no esté potabilizada.También es preciso mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y animales de compañía. «No hay que olvidar que los animales pueden ser portadores de gérmenes patógenos y parásitos que originan enfermedades de transmisión alimentaria», finalizan.