El chef más joven con una estrella Michelin

MARCO SORIANO DE TEJADA

SABE BIEN

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Alejandro Serrano, a sus 24 años, obtuvo el pasado diciembre esta distinción con un proyecto propio en el que ha eliminado definitivamente la carne de la carta de su restaurante

31 mar 2022 . Actualizado a las 13:20 h.

Hasta ahora, el chef manchego Javier Aranda tenía el honor de ser el cocinero más joven en lograr una codiciada estrella de la guía roja. La obtuvo a los 27 años en su restaurante La Cabra en Madrid. Pero el arandino Alejandro Serrano, a sus 24 años, lo ha bajado del podio con un proyecto propio en su ciudad natal y que lleva su mismo nombre.

El restaurante Alejandro Serrano abrió sus puertas en noviembre del 2019. El chef, tras diversas experiencias en reconocidas cocinas de nuestro país como las de Azurmendi, Azian, Diverxo, Streexo y Coque Madrid y una larga trayectoria en el negocio familiar en su localidad natal, Aranda de Duero, decidió que era el momento de emprender su andadura en solitario, abanderando las tres palabras con las que él mismo define su propuesta gastronómica: sabor, sensibilidad y estética. La ubicación en la localidad burgalesa no es una casualidad ya que el joven chef siempre tuvo claro que su trabajo está vinculado al territorio, a su zona, sus orígenes y su gente.

En su tierra es donde ha desarrollado su propuesta gastronómica a través de tres menús degustación en los que combina el sentimiento de orgullo arraigado al territorio, su Castilla y su gran fijación por el mar y sus productos. Por ello, sus recetas están basadas en el «mar de Castilla», entendiendo lo local no solo por lo que tiene más cerca, sino también por lo que es capaz de traer a la mesa. Platos como las almejas, acompañadas de una salsa beurre blanc con un aire de tomillo y ñoquis de salsa verde; los Fish and Chips, una merluza marinada en sake con tempura acompañada con cristal de patata, crema de mayonesa a la mostaza Dijon y kombucha de romero o el rape escabechado con Shio Koji dejan clara la apuesta del chef por los pescados en todos los menús, donde pone en valor la tradición del uso de productos del mar en Castilla, remontándose hasta la Edad Media.

Alejandro destaca la importancia de saber traer a la mesa productos también de otras regiones, gracias a la conexión directa con puertos de mar que históricamente se han establecido en la meseta norte. También recuerda en su restaurante las rutas establecidas en el siglo XV, como la de Bermeo, utilizada por los arrieros. De los puertos de Bermeo, de Lekeitio y de Ondarroa partían los carreteros para trasladar pescado fresco o en salazón. Todo ello sirve de inspiración a este chef que muestra en su propuesta productos poco habituales en la zona. Es su forma de recordar que los alimentos nos unen desde la base, en las familias y culturalmente.