El Pasaje: un escaparate de la alta cocina gallega

Xosé Amador

SABE BIEN

Sandra Alonso

18 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El restaurante El Pasaje, la «joya de la corona» de las actividades hosteleras de Pepe Rumbo, mantiene izada desde hace años la bandera de la buena cocina tradicional en pleno casco histórico de Santiago, en la Rúa do Franco. Su estrategia es muy sencilla: producto de máxima calidad —la mayoría, de proximidad—, cocina esmerada pero canónica en la esfera de la tradición extendida y buena atención a los clientes. Mantiene una lucha diaria por ofrecer las mejores viandas, lo que conlleva un precio medio-alto, aunque ajustado a los estándares del mercado para la alta restauración.

Detrás de todo lo que se puede ver en El Pasaje está el periplo vital del matrimonio formado por Margarita Bouso y Pepe Rumbo. Después de una etapa en Venezuela, donde Rumbo alimentó y moldeó su vertiente emprendedora, inició otra fase de no menos esfuerzo y experimentación, con propuestas muy innovadoras desde el establecimiento que había creado su padre en A Raíña —O Noso—, que le catapultó al primer plano de la restauración compostelana.

Sandra Alonso

Una visita al actual El Pasaje es un recorrido por los sabores de la buena cocina gallega que, a partir de un producto de primera calidad, cuida la elaboración y la presentación, sin renunciar a la innovación constante. Tiene de las mejores anchoas que se sirven en Galicia, mariscos de las rías —con todas las garantías—, ensaladas de bacalao espectaculares, pescados bravos —la palometa roja emerge como bandera— y carnes rojas tratadas con esmero. La tarta de Santiago desestructurada es una de sus más recientes aportaciones y la tarta de plátano con nueces, uno de sus estandartes desde hace años.