¿Sin percebes en Navidad?

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

SABE BIEN

Ana Garcia

Los profesionales temen por la campaña ante la escasez de agua dulce para las crías por la anormal prolongación del verano y la sequía otoñal

05 nov 2018 . Actualizado a las 10:58 h.

La anormal prolongación del último verano y la sequía otoñal traen consigo dos consecuencias muy claras, y ambas negativas, para que en estas próximas fechas navideñas se pueda contar en el mercado con percebe en cantidad y, sobre todo, de buena talla. Por una parte, los mariscadores han podido trabajar más días de los habituales, con lo que algunas zonas están muy castigadas en lo que se refiere a la especie; y por otra, la falta de lluvias ha privado al percebe, a la cría particularmente, del aporte de agua dulce que, por raro que parezca, necesita. Y mucho.

Lo explican profesionales de varias localidades de la Costa da Morte, donde no se puede hablar de alarma, pero sí de un recelo bastante generalizado acerca de como puede salir la campaña. Y no es la única zona, porque, como explica el patrón mayor de Corme, Roberto Vidal, la semana pasada «na reunión do Percegurú en Vilagarcía había uns compañeiros de Ferrol que preguntaban por como estabamos nós. E eles dicían o mesmo».

El muxián Toñico Haz cree que influyen numerosos factores: «A maneira de traballar, porque este verán o tempo deixou traballar bastante, a temperatura da auga, o furtivismo...» Además, también incide en que es un marisco muy específico del que, de momento, hay pocos estudios. «A bióloga dinos que os que máis entendemos somos os propios percebeiros», destaca, al tiempo que fía las expectativas a la «zona da punta da Barca, que está pechada todo o ano -só fomos un par de días no verán ás pedras de fóra- agardando polo Nadal».

Vidal, en cuya cofradía hacen algo parecido con O Roncudo, la zona más emblemática de Galicia con permiso de Aguiño, incide en que «a auga doce inflúe moito, sobre todo á cría para que medre, pero aínda queda un mes, e se vén mal tempo, como parece para esta próxima semana, a ver, porque nun mes parece que non, pero medra». 

Afectados por el tiempo

En cualquier caso, para este profesional el cambio climático es evidente, porque «este ano aínda é pasable, que outubro xa veu algo revoltoso, pero o pasado ano, setembro e outubro aínda era verán, e en novembro-decembro viña entrando o outono», con lo que la campaña navideña no fue desde luego para echar cohetes.

Por contra, el también percebeiro y patrón mayor de Ribeira, José Santamaría, aunque coincide en el análisis de la lluvia «porque a auga doce é importantísima para calquera produto do mar», se muestra más optimista, aunque a la espera de lo que le puedan decir los datos sobre el terreno. «Aínda non fomos mirar, así que ata o luns non poderemos dicir con certeza como están ás pedras, pero si parece que houbo cría, que pegou percebe», señala este profesional, quien espera incluso que sea mejor año que el pasado en el que «sufriuse moito», sobre todo por la sequía se prolongó prácticamente hasta la puerta de las Navidades.

Eso sí, insiste en lo del agua, «tanto por defecto como por exceso, porque se é moita tamén é mala, por exemplo a ameixa mátaa». Y destaca que ellos para disponer de producto aplican vedas alternas y estrictas, con cierre total. Cuando trabajan en la zona norte, hacia Corrubedo, tienen la sur cerrada y al revés. Más o menos unos cinco meses en cada caso.

«O conto xa vén de moi vello: se queres un bo froito tés que deixalo madurar»

En general los profesionales, aunque se refieren a factores climáticos, ponen el acento en la presión sobre el recurso, que tampoco lo explica todo. «Ao marxe de que haxa anos mellores e peores, a tendencia é á baixa, cada ano menos, sobre todo nos últimos catro ou cinco», señala el cormelán Roberto Vidal, quien incide en que cuando él empezó hace ya unos 15 años posiblemente fuesen más de cien percebeiros y ahora quedan unos 30.

Para el también patrón mayor y percebeiro Xosé Xoán Bermúdez, de Camelle (Camariñas), «o conto xa vén de vello: se queres un bo froito tés que deixalo madurar. E no mar pasa o mesmo: está todo inventado, é o ser humano o que desinventa as cousas». A su juicio «este ano pasado estívose moito enriba, traballouse de continuo e o que fan falta son vedas prolongadas, de seis ou nove meses», incide Bermúdez, para quien lo que falta «é concienciación. Se o pescador non coida o seu produto, o futuro dos nosos fillos, senón o regula, non se lle pode botar a culpa á consellería, nin dunha cor nin de outra, que a min xa me tocou estar con Carmen Gallego, con Rosa Quintana...».

Aunque no rechaza ese análisis, el muxián Toñico Haz, añade un aspecto en el que cree que las instituciones públicas podrían apoyar más a este sector. «Para min oxalá Muxía vivise do turismo, que o percebe valería moito máis, pero se hai uns cartos que veñen de Europa para a pesca artesanal, non poden valer só para abrir hoteis, restaurantes, albergues... Os GALP poderían, por exemplo subvencionar un vixiante máis ou un paro biolóxico de dous meses», sugiere este percebeiro.