«California es una tierra privilegiada para el albariño»

J. M. ORRIOLS

SABE BIEN

cedida

Marimar Torres, cuarta generación de la familia Torres y propietaria de la bodega Marimar Estates, lleva 30 años elaborando vino en California. Tiene dos viñedos en las denominaciones Russian River Valley y Sonoma Coast, con las variedades Pinot Noir, Chardonnay y también Tempranillo, Albariño y Godello

29 oct 2018 . Actualizado a las 11:47 h.

Marimar Torres fue una pionera femenina en el mundo del vino. «Al principio yo no podía ir ni a la viña ni a la bodega, porque eso era cosa de hombres -recuerda- y eso me hizo rebelarme contra esos prejuicios». Por eso convenció a su padre y en el año 73 ya era embajadora de los vinos de la familia en los Estados Unidos, concretamente en San Francisco. «Aquello era una maravilla, porque las mujeres tenían todas las oportunidades, que aquí se nos negaban», explica. Y eso la animó, ya en los años ochenta, a hablar de nuevo con su padre, «pero esta vez para marcharme definitivamente (aunque sigo viniendo constantemente y tengo muchas conexiones con España) para montar mi propia bodega». Se fue a buscar los terrenos y se decidió por una zona de California con muy poca tradición vinícola. «Mi hermano me preguntaba: ¿Pero ahí hay viñas? Y yo le respondía que muy pocas, pero que me parecía una zona idónea para el viñedo. Planté primeramente Pinot Noir y Chardonnay y hoy Russian River Valley es la cuna de los Pinot Noir en California».

Dos libros de cocina

«Cuando llegué a América -explica Marimar- todo lo español, hablando de gastronomía y vinos, era absolutamente desconocido. Por eso decidí escribir mi primer libro de cocina con platos de nuestro país, que incluía un glosario de las variedades de uvas y vinos. Fue un auténtico éxito y por eso escribí el segundo, para ampliar conocimientos sobre lo que comemos y bebemos en España».

En el condado de Sonoma, esta catalana, bodeguera de cuna, construyó su casa a imagen y semejanza de una masía, que está abierta al enoturismo todos los días del año «cuando nos visitan españoles me pongo muy contenta, porque, aunque estoy feliz allí, mi país siempre se añora. Pueden conocer la bodega y los viñedos y les ofrecemos productos de España para picar y catar nuestros vinos».

El Pinor Noir de Cristina

En la fotografía de este reportaje podemos ver a Marimar y a su hija Cristina «que será la heredera -añade Marimar- porque aunque las herencias siempre fueron para los hombres, en este caso será para ella. Además, el vino icono de nuestra bodega está dedicado a Cristina. Es el último Pinor Noir, el más especial y más auténtico. Hemos dado el nombre de mi hija a una selección de las barricas que mejor reflejan el terruño o personalidad, del viñedo Don Miguel, llamado así en honor a mi padre. También quiero destacar La Masía, un vino elaborado con esta misma variedad de la cosecha del 2012 y, sobre todo, el primer vino que salió de la bodega en 1992, que está buenísimo».

Los Chardonnay

Con el Pinot Noir, Marimar también plantó Chardonnay, dos variedades que se adaptaron perfectamente al entorno y que están dando muy buenos caldos a esta bodeguera catalana «Tenemos dos vinos con esta uva, el Acero 2016 y La Masía, ambos del 2016 y 17. Proceden de viñedos orgánicos y biodinámicos. El nombre Acero es porque este vino no ha estado nunca en contacto con la madera. Las uvas, seleccionadas especialmente por su intensidad aromática, completan su fermentación primaria y maloláctica en acero inoxidable. El vino permanece en la tina hasta su embotellado. Por el contrario, para elaborar la Masía, los racimos se prensan enteros y fermentan en barricas de roble francés. Después de completar la maloláctica, el vino envejece sobre sus lías durante nueve meses, hasta su embotellado en verano.

Los Albariños

«Me decidí a plantar Albariño gallego en California -dice Marimar- porque para mí es la mejor uva blanca de España, le gusta el clima frío y la cercanía del mar y estos requisitos los cumplen las tierras de Green Valley. La fermentación la hace en tinas de acero inoxidable. Sus fragantes aromas muestran las clásicas notas minerales y de lima, florales de jacinto, y también de melocotón blanco El paladar es vibrante y con agradable acidez, seguido de un largo y refrescante final de boca. Todo esto lo hace un compañero ideal para comidas como pescado crudo o a la parrilla, mariscos, tapas y cocina asiática. Recomendaría servirlo entre 8° y 9° C». Pero la bodeguera, que tiene en mente más proyectos, también sacará este año un Godello gallego-californiano.