Los sindicatos de Renfe y del ADIF convocan siete días de huelga por el traspaso de las cercanías catalanas a la Generalitat

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Las taquillas de venta de billetes de Renfe en la estación de A Coruña, durante la anterior convocatoria de huelga
Las taquillas de venta de billetes de Renfe en la estación de A Coruña, durante la anterior convocatoria de huelga César Quian

El 17 y el 26 de marzo, así como el 1 de abril, se convocan paros de 24 horas. El resto de las jornadas habrá interrupciones parciales de la actividad en tres turnos

03 mar 2025 . Actualizado a las 19:54 h.

Los comités de empresa de Renfe y del ADIF han convocado de forma conjunta siete jornadas de huelga en todo el país, que comenzarán el próximo 17 de marzo con un paro de 24 horas, contra la forma en la que se están traspasando las competencias de Rodalies (cercanías) a la Generalitat de Cataluña. Al 17 de marzo le seguirán otros dos días de paros completos, el 26 de marzo y el 1 de abril, mientras que los días 19, 24, y 28 de marzo, así como el 3 de abril, las interrupciones de la actividad serán parciales a lo largo de tres turnos.

En concreto, el día 19 se parará desde las 6.00 horas hasta las 9.00, de 14.00 a 17.00 y de 21.00 a 23.00; el 24 de marzo y 3 de abril de 6.30 a 9.30, de 14.30 a 17.30 y de 20.30 a 22.30; mientras que el 28 de marzo será de 6.00 a 9.00, de 13.30 a 16.30 y de 20.30 a 23.30 horas.

Ambos comités consideran que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que dirige Óscar Puente, ha incumplido los acuerdos que en noviembre de 2023 provocaron la desconvocatoria de una primera huelga, que estaba también repartida en distintas jornadas antes de que las negociaciones lograran evitar la continuidad en las protestas..

Esos acuerdos establecían que el grupo Renfe y el ADIF continuarían siendo los prestadores de los servicios de Rodalies y Renfe Mercancías, que se preservaría la integridad de las plantillas en ambas empresas públicas y que se establecerían grupos de trabajo y negociación para adoptar soluciones consensuadas.

Sin embargo, los comités, compuestos por Semaf (sindicato de maquinistas), CC. OO., UGT, CGT, Sindicato de Circulación (SCF) y Sindicato Ferroviario (SF), consideran que estos compromisos han sido vulnerados tras la última reunión con el ministerio, celebrada el pasado 17 de febrero, en la que se anunció la exclusión de la línea R1 de la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG) y la creación de una empresa mixta ajena a Renfe para asumir progresivamente todas las actividades operativas de ambas empresas públicas estatales.

«Las organizaciones sindicales han sido meros receptores de esta información, sin posibilidad de participación en la toma de decisiones. Estas medidas suponen una ruptura total de los acuerdos previos, dado que las soluciones adoptadas por el Ministerio en coordinación con la Generalitat son diametralmente opuestas a lo pactado», defienden en un comunicado conjunto.

Por un lado, la exclusión de la RFIG implica que esa línea ya no estará sujeta a la normativa de seguridad, operación y material rodante establecida a nivel europeo y regulada en España por la Ley del Sector Ferroviario y la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, lo que podría traducirse en una disminución de los estándares de seguridad y en la pérdida de interoperabilidad con el resto de la red ferroviaria española y europea.

Además, las líneas afectadas han sido financiadas con fondos de la Unión Europea para fomentar la interoperabilidad ferroviaria en el continente, por lo que su exclusión podría derivar en sanciones por incumplimiento de las condiciones establecidas en los pliegos de concesión de estos fondos.

Por otra parte, los sindicatos denuncian que las intenciones de ambas administraciones (Gobierno y Generalitat) no suponen una mejora del servicio, sino un aumento del coste que recaerá sobre los ciudadanos, ya que se pretende duplicar el entramado societario con un nuevo presidente, consejeros y estructuras paralelas para prestar un servicio que ya ofrece una empresa pública. «Esta duplicidad afectará también a las economías de escala en la compra de trenes, materiales, instalaciones de circulación y seguridad, formación y habilitaciones», argumentan.

Los comités recuerdan que la Generalitat tiene transferidas las competencias de Rodalies desde el 2010, pero hasta ahora no las ha ejercido plenamente, e insisten en su propuesta para que la Generalitat gestione y mejore el servicio manteniendo como operadores a Renfe y el ADIF, siguiendo un modelo similar al de la sanidad catalana, donde diferentes centros sanitarios sin titularidad de la Generalitat prestan servicio público dentro del sistema catalán de salud.

Renfe Mercancías

Aparte del traspaso de Rodalies, la huelga también ha sido convocada para denunciar el proceso de «privatización encubierta» que creen que el Gobierno está llevando a cabo en Renfe Mercancías a través de la creación de una nueva sociedad controlada por la compañía logística MSC, a la que Renfe quiere dar entrada en su capital. «Para facilitar esta transición, se está permitiendo el deterioro de la empresa pública mediante acciones como no concurrir a nuevas contrataciones de carga de trabajo, obstaculizar la labor de los comerciales en la captación de clientes o bloquear la operatividad de los trenes por inacción de los centros de gestión», concluyen.

Renfe negociará con el comité de empresa para evitar perjuicios a los viajeros

Renfe ha trasladado su voluntad de diálogo con los sindicatos para evitar la huelga, defendiendo que considera «prioritario» explorar todas las vías de negociación. Fuentes de la compañía han reiterado a Europa Press su voluntad para minimizar cualquier impacto negativo en la movilidad de los miles de viajeros que utilizan sus servicios diariamente.

«Desde Renfe respetamos el derecho a la huelga y mantenemos nuestra voluntad de diálogo con las centrales convocantes para alcanzar un acuerdo que permita la desconvocatoria de los paros», aseguraron, al tiempo que espera explorar «todas las vías con los sindicatos para alcanzar soluciones que eviten futuras afectaciones al servicio».

Decisión política

En cualquier caso, la huelga anunciada por los sindicatos se dirige a una decisión política y no de la propia empresa, como es el traspaso integral de Rodalies a la Generalitat de Cataluña.

Aunque desde el ADIF no hubo manifestaciones sobre el conflicto laboral, el hecho de que se convoque también en el administrador ferroviario puede agravar aún más las consecuencias del paro, pues su plantilla es la responsable del mantenimiento, la seguridad y la organización de las circulaciones ferroviarias.