Es uno de los cinco reclusos «peligrosos y violentos» que en septiembre huyeron del penal y pusieron en alerta la frontera con Galicia
22 nov 2024 . Actualizado a las 11:09 h.La Policía Judicial (PJ) portuguesa informó este viernes de la detención en el norte del país del segundo de los cinco reclusos que se fugaron de una cárcel próxima al distrito de Lisboa el pasado 7 de septiembre. Se trata de Fernando Ribeiro Ferreira, de 61 años, que cumplía 24 años de prisión por 11 condenas asociadas a los delitos de tráfico de estupefacientes, robo y rapto, entre otros. Su primera entrada en prisión fue en el año 1980. El fugitivo fue encontrado en Trás os Montes, una subregión portuguesa situada en el nordeste del país que abarca distritos como Vila Real y Bragança, junto a la frontera con España.
De hecho, desde que se conoció esta huida de los presos, los servicios policiales españoles habían reforzado las fronteras, y distribuido material sobre los cinco implicados, para tratar de localizarlos. En Galicia se habían puesto en alerta la Guardia Civil en los puestos del sur de la comunidad.
El cuerpo policial añadió que contaron con la Guardia Nacional Republicana para capturar al recluso, «con extensa carrera delictiva, en referencia a la práctica de criminalidad especialmente violenta, pero también en el ámbito de la criminalidad altamente organizada». Ribeiro Ferreira es uno de los cinco presos considerados «muy peligrosos» por las autoridades portuguesas que huyeron el pasado 7 de septiembre de la prisión de Vale de Judeus, ubicada a unos 70 kilómetros al norte de Lisboa, y que cumplían penas de 7 a 25 años de cárcel. Con 63 años es el más veterano de los fugados. Natural de Tarouca, en el distrito portugués de Viseu, fue condenado a una pena de 11 años de prisión en 2012 por raptar y torturar a un empresario de 31 años en el 2009. Dados sus antecedentes, que incluían tráfico de drogas y asaltos a mano armada, se le aumentó la pena hasta los 25 años de prisión, la máxima que se puede cumplir en el país vecino.
Los presos se fugaron con ayuda externa, a través de una escalera que les permitió escalar el muro para acceder al exterior de la prisión, según se pudo ver en las cámaras de seguridad.
El pasado 7 de octubre, la Policía anunció la detención en Tánger (Marruecos) del primero de los presos encontrados, Fábio Fernandes Santos Loureiro, de 34 años. Natural de Lagoa, una pequeña localidad del Algarve portugués, a Fábio se le conoce en el país vecino como «el terror del Algarve». Aún era menor de edad cuando se vio obligado a suceder a su antecesor en un clan de tráfico de drogas y armas. A sus 34 años estaba a punto de cumplir una década entre rejas, después de ser capturado teniendo en su poder 54 kilos de hachís, dos pistolas, municiones y vehículos de gran potencia. Según el portal luso SIC Notícias fue detenido en 2014 en una colina de Alcoutim, zona montañosa junto al río Guadiana que linda ya con la provincia de Huelva. Fue necesaria la intervención de efectivos de la Policía Judicial y del Grupo de Intervención de Operaciones Especiales de la Guardia Nacional para poder darle caza. En ese momento llevaba ya varios años siendo buscado sin éxito por las autoridades.
Los otros tres son Rodolfo José Lohrmann (61 años), Mark Cameron Roscaleer (37) y Shergili Farjiani (42).
El director de la Policía Judicial lusa, Luís Neves, advirtió cuando se escaparon de que, a excepción de uno de los presos, se trata de personas «peligrosas» y de carácter «violento» que «harán todo por seguir en libertad», incluyendo poner en riesgo vidas humanas. La cárcel de Vale de Judeus aloja, mayoritariamente, a reclusos condenados con penas de larga duración, con un «número muy significativo» de prisioneros extranjeros, según la Dirección General de Reinserción y Servicios Penitenciarios.