«Soy alcalde de un municipio en peligro de extinción. ¿Qué podemos hacer?»

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial BRUSELAS / LA VOZ

GALICIA

José Miguel Pérez Blecua, alcalde de San Xoán de Río, en Bruselas
José Miguel Pérez Blecua, alcalde de San Xoán de Río, en Bruselas

El regidor de San Xoán de Río pone voz en Bruselas las dificultades a las que se enfrentan concellos rurales con poca población, y busca recursos y apoyos

10 oct 2024 . Actualizado a las 11:04 h.

«Soy alcalde de un municipio en peligro de extinción». El alcalde es José Miguel Pérez Blecua, y el municipio es San Xoán de Río, en Ourense. Tiene apenas 500 habitantes. «Cuando entramos en la Comunidad Europea —en los años 80— éramos tres mil», añadió. No por buscar una correlación de causa y efecto, sino para establecer un marco temporal que permita ver la drástica caída demográfica. Son pocos, y mayores, con elevado envejecimiento, y una edad media de 63,5 años, casi veinte puntos por encima de la media de la población europea. «¿Qué podemos hacer?», se preguntaba.

José Miguel no clamaba en el desierto, sino que lo hacía en una de las salas del Comité de Regiones, en Bruselas, que estos días, con motivo de la Semana Europea de las Regiones y Ciudades, hierven desde muy temprano con una inabarcable catarata de actos, reuniones y todo lo que se le asimila, en las que se incluye el vecino Europarlamento.

¿Y por qué este protagonismo de un pequeño concello ourensano? Porque Pérez Blecua es el equivalente a un concejal o representante local de España ante Bruselas. Lo es de una de las dos redes existentes que los concellos tenían hasta ahora para comunicarse directamente con los gobernantes de la UE. Una, de la Comisión, y otra, del Comité de Regiones. Para cortar esa duplicidad y que sean efectivas, ahora se unifican, de cara al nuevo período normativo y político 2024-2029, otro de los motivos de la estancia bruselense.

Él formaba parte de la de la Comisión, siendo uno de los 166 representantes de España (en Galicia hay varios, entre ellos de Oleiros y Rianxo). Es una vía de interlocución directa con el ejecutivo comunitario que permite acceder a más información, posibles ayudas, asesoramiento y conocimiento de las instituciones comunitarias. De esos 166, la parte de la Comisión solo ha invitado a un representante español, el propio José Miguel. No fue azar ni sorteo, sino que hubo que enviar cartas motivando y justificando la presencia, y escogieron la suya. Y ahí estaba, defendiendo la necesidad de obtener apoyos para que la vida rural lo pueda seguir siendo.

Es un modo de ejercer de voz de Europa en su ámbito (los contactos son muy habituales, con videoconferencias sobre temas seleccionados, que puedan ser de su interés) y al mismo tiempo de ser un altavoz de su zona en Europa. Cuenta el alcalde que a veces la palabra Europa se cita sin más, como ente abstracto para todo, y que no es así: hay maneras de llegar sin intermediarios, hablar con quién tenga responsabilidades y tratar de solucionar los problemas o, al menos, hacer que se conozcan. Él llegó hasta aquí tras un viaje en el 2022 con sus vecinos, empezó a interesarse por el tema comunitario y todo ha sido ir dando pasos.

Energía eólica

Por otra parte, entre la variedad de temas abordados esta semana en el Comité, la energía eólica ocupó un papel destacado. Y la conclusión fue que las regiones y ciudades piden a la Comisión Europea que garantice una mayor participación de los ciudadanos y autoridades locales en la implementación del Plan de Acción de Energía Eólica, ya que desempeñan un papel esencial a la hora de fomentar la aceptación pública de los proyectos de energía eólica a nivel local. El dictamen adoptado también insta a apoyar a las cadenas de suministro locales y proteger la industria eólica europea contra la competencia desleal

Los líderes locales y regionales que intervinieron consideran que están «en mejor posición para garantizar la aceptación pública de los proyectos de energía eólica involucrando activamente a los ciudadanos de sus comunidades en la etapa de planificación». La opinión redactada por Andries Gryffroy, del Parlamento flamenco, pide a la Comisión que desarrolle una «plataforma de confianza» para mejorar la comunicación sobre la creación de cadenas de suministro locales, empleos y otros beneficios sociales derivados de la industria de las energías renovables. Esto se considera crucial para aumentar la aceptación general y atraer gente capacitada al sector.