El último informe de Interior sobre Galicia indica un estancamiento de la criminalidad convencional, pero revela un nuevo repunte de los ciberdelitos
06 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La cibercriminalidad vuelve a repuntar en Galicia. Después de unos meses en los que las denuncias por delitos asociados a las nuevas tecnologías parecían haberse estancado, los datos del primer semestre de este año revelan que aquel parón era una especie de espejismo. Se trata de un delito global en el que los ciberdelincuentes están cada día más preparados y cuentan con herramientas más sofisticadas. Las autoridades advierten a la población de la necesidad de que adopten medidas de autoprotección, pues el cibercrimen basa su éxito en el engaño, en la ingeniería social. Se aprovecha de la confianza de las personas.
El balance de criminalidad del Ministerio del Interior sobre Galicia no deja lugar a la duda. En el primer semestre de este año se aprecian ligeras variaciones, a la baja y al alza, en cuanto a la criminalidad convencional. Sin embargo, la cibercriminalidad general registra una subida de un 14,5 %. Entrando al detalle, las estafas informáticas vuelven a dispararse, con un crecimiento del 13,6 %. El aumento es del 19 % en el resto de los ciberdelitos que analiza Interior.
Las mafias del cibercrimen siguen creciendo. El último informe de Europol, en el que analiza la amenaza del crimen organizado en internet, destaca que «el número de ciberdelincuentes continúa creciendo de manera constante», tanto por la utilidad del uso de nuevas tecnologías como a la complejidad cada vez mayor de la infraestructura digital, que amplía la superficie de ataque potencial. El informe de Europol advierte que «el panorama criminal sigue siendo amplio y comprende tanto actores solitarios como redes con diversos niveles de experiencia y capacidad». En cuanto a la localización de los ciberdelincuentes, el organismo policial europeo señala que algunos tienen su sede en territorio europeo, «mientras que otros operan desde el extranjero, ocultando sus operaciones y fondos ilícitos en terceros países».
Los ciberataques utilizando archivos maliciosos tipo ransomware, que secuestran y roban información de ordenadores y de otros dispositivos, la explotación sexual infantil y las estafas y fraudes en línea siguen siendo las manifestaciones más reseñables del ciberdelito en los países de la Unión Europea. El phishing (envío masivo de correos electrónicos) persiste como la forma de ataque más frecuente, con un elevado número de campañas contra ciudadanos, empresas privadas e instituciones públicas. El smishing (mensajes SMS) fue el método más utilizado por los estafadores en el 2023, mientras que el quishing (phishing usando códigos QR) es una amenaza emergente. El otro ciberataque que se mantiene es el skimming digital, que consiste en el robo, la venta y el uso indebido de datos de tarjetas de crédito.
Autoprevención
«Queda moito por facer, sobre todo cando as cifras de criminalidade nos alertan de que novamente medran as estafas cometidas a través de internet. Compre insistir na autoprevención porque a ciberdelincuencia aproveitase sobre todo da confianza das persoas. Temos que romper esa tendencia», pidió el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, a los policías nacionales que formaban ante él en el acto central del Día de la Policía, celebrado el viernes en A Coruña.
Pese a ese repunte en el ciberdelito, el delegado destacó que Galicia sigue siendo una comunidad muy segura, la tercera de España con la menor tasa de delitos. En lo que se refiere a la criminalidad convencional del primer semestre en Galicia, apenas hay variaciones respecto al mismo período del año pasado, cuando hubo 35.877 delitos, frente a los 35.107 de este año, lo que supone una bajada del 2,1 %. Solo se incrementaron las peleas y riñas tumultuarias, que pasaron de 534 a 562; los robos con violencia y atracos, de 493 a 498, y los robos con fuerza en establecimientos y en domicilios, que crecieron de 2.246 a 2.272.
Los datos de Interior recogen un descenso de los delitos contra la libertad sexual, que pasaron de 408 a 405, aunque hubo un ligero aumento de las violaciones, de 89 a 96. Otro de los descensos se registró en los hurtos, que bajaron de 9.831 a 9.656; el tráfico de drogas, de 265 a 247, y los robos de coches, de 293 a 250.
Una red criminal robó más de un millón de móviles, los desbloqueó y sustrajo los datos personales de sus dueños
Los ciberataques se extienden a todo tipo de dispositivos electrónicos, pero los teléfonos móviles se han convertido en la puerta de entrada ideal para los ciberdelincuentes. Lo demuestra la organización criminal que acaba de ser desarticulada en una operación internacional en la que participaron especialistas de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
La red desarticulada había conseguido sustraer los datos personales de 1,3 millones de teléfonos móviles que previamente habían robado y desbloqueado gracias a plataformas ilegales en las que las víctimas facilitaban sin saberlo sus propias claves. La red criminal operaba desde hace al menos cinco años, tiene más de dos mil usuarios registrados y se estima que hay casi medio millón de víctimas en Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, España y otros países.
La operación, denominada Kaerb y coordinada por Europol y Ameripol, se cerró con la detención de 17 personas y con la realización de 28 registros en Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y España, donde fueron arrestados tres miembros de la organización, a la que en total se le incautaron tres vehículos, dos armas de fuego, un dron, criptoactivos y pastillas de MDMA.
También fueron intervenidos cerca de mil móviles, tabletas y portátiles. De ellos, 630 eran robados y otros 56 fueron localizados en los registros en España.
Los agentes bloquearon el acceso a las plataformas informáticas, entre ellas una denominada iServer, que fue identificada como el punto central de la red criminal que, con distintos dominios, se estima que habría desbloqueado 1,3 millones de teléfonos móviles robados, 30.000 de ellos en España. Sobre esta plataforma se iniciaron las sospechas y las pesquisas en julio de 2022 cuando Europol constató que se dedicaba al desbloqueo ilegal de dispositivos electrónicos de alta gama, principalmente teléfonos móviles, y que actuaba principalmente en países de habla hispana.
La organización obtenía las credenciales de acceso a los teléfonos robados mediante una web a la que accedían los usuarios creyendo que en ella podrían recuperar sus móviles. En esas páginas les pedían que introdujesen sus contraseñas, a lo que accedían con la falsa esperanza de poder recuperar los teléfonos.