Morir en soledad: localizados los cuerpos de dos hombres que habían fallecido hace días en sus casas de A Coruña y Fene

GALICIA

Los bomberos de A Coruña
Los bomberos de A Coruña MARCOS MÍGUEZ

En ambos casos fueron los vecinos los que dieron la voz de alerta. Durante el pasado fin de semana, en Ferrol,  se desplegaron otros dos operativos de la Policía Nacional para entrar en las viviendas de un hombre y una mujer que murieron en soledad

27 ago 2024 . Actualizado a las 12:55 h.

Los casos son similares. Días, semanas, sin ver a un vecino que vive solo. Y la llamada a la policía o a los bomberos. El resultado también es en muchos casos el mismo: ese vecino o vecina que vivía solo ha fallecido.

Uno de los últimos casos fue el registrado en A Coruña este lunes por la noche, cuando los bomberos acudieron a la la calle Ángel Senra, en Os Mallos para realizar una asistencia técnica alertados por el 091. Los vecinos del inmueble, con 12 viviendas, llevaban días sin ver a uno de sus vecinos y se desprendía un fuerte olor de su piso, según relataron. Alertaron a la policía ante el temor de que llevase tiempo fallecido. Los bomberos del parque de A Grela accedieron al inmueble por una ventana con la ayuda de un camión autoescalera y una vez dentro del domicilio solo pudieron confirman las sospechas de que el hombre, de unos setenta años, había muerto.

«Hace como mes y medio o dos se cayó en la calle y lo habíamos visto desmejorado», explicaba María, una vecina, que aseguró a Voces de A Coruña, de Radio Voz, que intentaban estar pendientes de él. Comentó que el hombre no tenía relación con los familiares y que era un hombre muy temeroso, que había cambiado las cerraduras de su piso por candados. Consideraban que había detrás de su actitud solitaria una enfermedad mental, que derivó en el síndrome de Diógenes.

«El cambio de olor fue significativo y era muy característico y no pudimos esperar más, era preferible que nos equivocáramos», explicó esta vecina ante la decisión de llamar a la policía, que fue quien alertó a los bomberos y a la ambulancia. El hombre solía bajar diariamente a hacer la compra y como era reacio a abrir la puerta, el resto de residentes le dejaban notas para informarle de las decisiones que tomaba la comunidad. Él no llegaba a responderles, pero si se lo cruzaban por la calle, decía que las había visto y atendía las recomendaciones que se hacían desde la comunidad de vecinos.

«Estamos impactados y no sabemos si podríamos haber hecho algo antes», comentó esta vecina, que reconocía que se preocuparon cuando vieron que no daba de comer a los pájaros y llevaban días sin verlos. Otra residente en el inmueble ha decidido acoger a su periquito y van a intentar ponerse en contacto con sus familiares.

Encuentran el cadáver de un hombre que llevaba al menos una semana muerto en Fene

También en la noche de este lunes, un hombre aparecía muerto en su casa de Fene. Llevaba al menos una semana fallecido y el cuerpo fue rescatado por el GES de Mugardos, movilizado por la Policía Local fenesa.

El aviso al 112 fue dado a las 21.15 horas. El GES de Mugardos se movilizaba hasta la carretera de A Palma, en la zona de Barallobre.  Y a petición de la Policía Local, que alertaba de una posible muerte, intentaba entrar en el edificio.

En la puerta de la vivienda se encontraba un perro que impedía el acceso. Desde el 112 también dieron aviso a Bomberos de Ferrol, Protección Civil, urgencias sanitarias y Guardia Civil. 

La Policía confirmó que en el interior se encontraba un hombre fallecido desde hace bastantes días, al menos una semana según el testimonio de los vecinos que fueron los que dieron el primer aviso. 

Este caso se suma al de otras dos personas que fueron encontradas muertas este fin de semana en Ferrol, después de varios días. Una era una vecina de 86 años en la calle Miguel de Cervantes, del barrio del Ensanche. Y el otro fallecido en soledad fue un vecino de Caranza. 

De una radiografía a la grúa para realizar un rescate por la ventana

Los servicios de emergencias tienen que activarse todas las semanas para acudir a casas de personas mayores. El protocolo incluye desde una apertura sin daños a la movilización de la escalera, Así, desde el parque de Bomberos de Ferrol cuentan que cuando reciben una alerta de que alguien no abre la puerta de su casa, primero intentan abrir la cerradura con una radiografía. Sin embargo, la situación más correcta sería que un vecino o un familiar tuviese la llave.

Cuando no es posible abrir la puerta usan la autoescalera. Con este sistema abren una ventana valiéndose de un destornillador o de otros instrumentos. Cuando el mayor está accidentado y lo localizan en algún punto de la vivienda, simplemente abren la puerta rápidamente para que actúen los servicios sanitarios que se han movilizado previamente. Cuando ya han fallecido, como en los dos casos del fin de semana, entra en escena el operativo judicial.

Los bomberos piden que se mantenga una red de seguridad

El área de formación de los Bomberos de Ferrol ha elaborado una guía para prevenir accidentes graves o irreversibles en casa de personas que viven solas y son mayores. Para empezar recuerdan que debería haber una copia de la llave de la casa del mayor entre alguna persona que resida cerca, sea allegado o no: «Deixémoslla a algún veciño no que confiemos. Tamén o presidente da comunidade deber ter o teléfono da persoa coa copia da chave».

Además, piden que no se coloque nada en el interior de las viviendas que pueda ser un obstáculo tras la puerta. Y recuerdan la importancia de tener «pechaduras que permitan abrir a porta dende fóra, aínda que teñas a chave por dentro. Evita as pechaduras tipo pestillo que soamente poidan abrirse dende dentro», así como dejar las llaves puestas de manera que obstaculicen.

Por último, insisten que en se cree una suerte de turnos para que el vecindario llame de vez en cuando al mayor. Y alertan del incremento de accidentes en los hogares de mayores sin familia ni amigos. Bien porque no tienen medios, bien porque nadie vigila que no se den situaciones peligrosas: que se encaramen a banquetas inestables desde las que se puedan caer, por ejemplo.