La última causa contra el patrimonio de los Charlines llega a juicio con el patriarca fallecido tras 15 años de investigación
GALICIA
Una conservera en China o 2,3 millones de euros en Suiza integrarían el patrimonio blanqueado
10 sep 2023 . Actualizado a las 13:11 h.El clan de los Charlines regresará el día 26 a la Audiencia Nacional para ser juzgado por blanquear millones de euros ganados con el narcotráfico entre los años noventa y la primera década de este siglo. Les acompañarán en el banquillo de los acusados otros cuatro procesados, considerados testaferros. Todos habrían colaborado en el entramado societario ideado para clarear ganancias obtenidas con la importación de cocaína. La investigación patrimonial del Servicio de Vigilancia Aduanera comenzó en el 2008 y fructificó en el 2010 con el arresto de tres generaciones de los Charlines: el patriarca, Manuel Charlín Gama, apodado O Vello, y su mujer, Josefa Pomares; cinco de sus seis hijos (Teresa, Óscar, Melchor, Josefa y Manuel); y dos nietas, Natalia Somoza y Noemí Outón.
Pero 15 años después de iniciarse la investigación (bautizada operación Repesca) contra los últimos flecos de una fortuna cimentada inicialmente con ganancias del contrabando de tabaco, los Charlines comparecerán en la Audiencia Nacional sin tres de sus integrantes procesados. Todos por defunción natural: Josefa Pomares murió en el 2012, su hijo Manuel, en el 2019, y Manuel Charlín Gama, el patriarca, en el 2021. La Fiscalía pedía para el cabeza de familia ocho años de cárcel y una multa de 15 millones de euros por su presunta condición de jefe del entramado.
El juicio, tras la primera vista fechada para el 26 de septiembre, proseguirá del 9 al 13 de octubre y el 30 y 31 del mismo mes. Josefa Charlín y su hermano Óscar se enfrentan cada uno a seis años de prisión y 12 millones de euros de multa. Los otros dos hermanos, Melchor y Teresa, a cinco años de cárcel y 10 millones cada uno. A mayores, la Fiscalía reclama a Noemí Outón (hija de Josefa) seis años de cárcel y 12 millones de multa. La segunda nieta encausada del patriarca, Natalia Somoza (hija de Teresa), afronta una petición de prisión de cinco años y 10 millones de multa.
Los otros cuatro procesados ajenos a la familia son Ramón Paz, Roberto Adán, José Tato y el abogado Santiago Docampo. La Fiscalía reclama para cada uno cinco años de cárcel y 10 millones de euros de multa. La decena de acusados que irán a juicio se enfrentan al mismo delito: blanqueo de capitales derivados del tráfico de drogas cometido en el seno de una organización delictiva como integrantes de la misma.
Desglose del capital
El patrimonio que la Agencia Tributaria y la Fiscalía consideran ganado de forma ilícito es variopinto. Destaca una depuradora en A Illa de Arousa y los 1,9 millones de euros que el clan habría pagado por una conservera en China, y que el Gobierno del país inutilizó al suspender los permisos de actividad. A mayores, tres cuentas en el Banco Clariden, en Suiza, abiertas en el año 2000 y con un saldo global de 2,3 millones de euros. Dos están a nombre de Josefa Charlín. La primera tiene de apoderados a su hermano Óscar e hija Noemí, y los fondos bloqueados ascienden a 1,3 millones de euros. En la segunda cuenta hay 757.844 euros, y Óscar figura también de apoderado. A mayores, Óscar es el titular de la tercera cuenta detectada en Suiza, con un saldo de 239.424 euros. El patrimonio investigado se completa con un piso con plaza de garaje y trastero en Vilanova, otro piso y dos plazas de garaje en Vilagarcía, y 29.800 euros en metálico hallados en el 2010 durante el registro de la casa de Teresa Charlín.
El desarrollo de la juicio estará condicionado por las ausencias por defunción de los tres familiares procesados. Principalmente la del patriarca, al que la Fiscalía otorga el papel de único jefe y persona que tomaba todas las decisiones. Incluso durante el tiempo que estuvo en prisión. La falta de su hijo Manuel condicionará el esclarecimiento de una de las cuatro ramas del procedimiento. La tesis incriminatoria relata que Manuel intentaba conseguir adjudicaciones de bateas embargadas por la Audiencia Nacional a través de testaferros. A su madre, y mujer del patriarca, se le otorgaba un pleno conocimiento de todas las operaciones financiares protagonizadas por su marido, hijos y nietas y el origen ilícito del dinero.