21 años de cárcel para un narco marroquí que buscaba en Vigo y Bueu patrones de barco e infraestructura para descargas

Javier Romero Doniz
Javier Romero VIGO / LA VOZ

GALICIA

Uno de los alijos de cocaína atribuidos a Hicham Oussassi.
Uno de los alijos de cocaína atribuidos a Hicham Oussassi. Joaquín Hernández (Kiki)

La investigación judicial realizada en Vigo sospecha que parte de los beneficios obtenidos por la organización de Hicham Oussassi se destinaban al yihadismo desde los Países Bajos. Intentó introducir 2.800 kilos de cocaína

14 jun 2023 . Actualizado a las 00:06 h.

La Audiencia Nacional ha condenado a penas de entre 8 años y 21 años y seis meses de cárcel a los 12 integrantes y colaboradores de una organización criminal que en junio de 2018 y mayo de 2019 introdujeron en España casi tres toneladas de cocaína procedente de Sudamérica en dos embarcaciones -un velero y un pesquero- que podrían haber finalizado frente a las costas de Galicia para que organizaciones de lancheros salieran a su encuentro para recoger la mercancía y descargarla en tierra. Los magistrados de la Sección Segunda imponen al jefe de la organización, Hicham Ouassasi, una pena de 21 años y medio de prisión por un delito contra la salud pública que causa grave daño y en cantidad de notoria importancia, extrema gravedad y en organización criminal y dos delitos de falsedad. Además, le condenan al pago de multas que suman casi 200 millones de euros.

La Audiencia Nacional impone penas de ocho años de cárcel para los tripulantes de las embarcaciones y 15 para otros miembros destacados de la organización. Además, multas de entre 90 y 100 millones de euros a cada uno. Por contra, la Sala absuelve a Nadia Bahloul del delito del que le acusaba la Fiscalía Antidroga.

Ouassasi está considerado un actor clave en el negocio del narcotráfico en Europa. Residía en Andalucía y Galicia era un destino recurrente para él, sobre todo Vigo. Se alojaba en dos hoteles de la ciudad y se movía por las inmediaciones del recinto ferial Ifevi. De hecho, la investigación contra él la tutelaron el Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo y la Fiscalía Antidroga en Pontevedra con la Policía Nacional. Ouassasi tenía la particularidad de moverse en autocaravana, que se considera un domicilio y policialmente no puede accederse salvo que se tenga una orden judicial de registro.

Según la tesis procesal de ambos alijos -que finalmente han sido juzgados en una sola causa-, el narco marroquí recurría a Galicia para buscar patrones de pesca que capitaneasen sus embarcaciones cargadas de cocaína. Luego se movía por Europa, posiblemente a Francia, Bélgica u Holanda en la propia autocaravana que utilizaba. De ahí que fuese un objetivo prioritario de Europol.

La investigación del Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo y de la Fiscalía Antidroga en Pontevedra apuntaba a que parte de los beneficios obtenidos con las operaciones de narcotráficos de esta organización se destinaban al yihadismo, pero la petición de ayuda solicitadas a las autoridades de los Países Bajos no fue respondida y resultó imposible profundizar desde España por falta de competencias.

Entre los años 2017 y 2019

Los hechos probados de la sentencia señalan que durante los años 2017 a 2019 un grupo de personas se dedicaba al aprovisionamiento en Sudamérica de diferentes partidas de cocaína para su introducción en España a través de embarcaciones, realizando actividades en diferentes lugares, especialmente en Málaga y en Vigo, y en la zona de Bueu. Y para ello, utilizaban numerosos medios para facilitar sus actividades delictivas y dificultar las investigaciones policiales: gran número de teléfonos móviles, algunos de ellos satelitales; coches del alquiler o medidas de contravigilancia, entre otros. Esta estructura criminal estaba liderada al menos por Hicham Ouassassi, quien organizó y supervisó, según el Tribunal, las dos operaciones que se han declarado probadas, el velero Wall Street que fue abordado en alta mar el 25 de junio de 2018 con 1.350 kilos de cocaína y con un valor de venta de 46 millones de euros y el pesquero Apollo I, interceptado el 16 de mayo de 2019 con 1.500 kilos de la misma sustancia con un valor superior a los 53 millones.

La sentencia detalla todas las pruebas que sustentan la condena, entre otras, las vigilancias policiales, los dispositivos de geolocalización instalados en los medios de transporte utilizados por los condenados (embarcaciones y vehículos a motor), las interceptaciones de comunicaciones, así como todos los dispositivos electrónicos incautados en las detenciones y la documentación aprehendida en los registros realizados. Frente a la Fiscalía que acusaba de dos delitos de tráfico de drogas, la Sala condena por un único delito al entender que entre ambas operaciones de introducción de la droga no ha existido una ruptura jurídica, puesto que sería necesario que la acusación acreditara que el acusado conocía con seguridad que existía un proceso penal dirigido contra él por los hechos del primer transporte de cocaína realizado con la embarcación Wall Street. La resolución de la Audiencia descarta las nulidades plateadas por las defensas en relación con las interceptaciones de comunicaciones y las geolocalizaciones llevadas a cabo en sus medios de transporte.