El Gobierno reducirá en un 50 % la superficie afectada por la servidumbre de los aeropuertos

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Vista aérea del aeropuerto de Alvedro
Vista aérea del aeropuerto de Alvedro CARLOS FERNANDEZ SOUSA

La medida tendrá importantes repercusiones en actuaciones urbanísticas y parques eólicos condicionados por las alturas

16 may 2023 . Actualizado a las 23:14 h.

El Consejo de Ministros aprobó ayer una reducción del 50 % de las superficies afectadas por las servidumbres aeronáuticas de los aeropuertos, una medida que tendrá importantes repercusiones urbanísticas y, también, en el sector eólico, al reducir sensiblemente las zonas donde no se podían levantar aerogeneradores por su altura y su consiguiente intrusión en los márgenes de seguridad para la navegación aérea. También tendrá influencia en la limitación de alturas de las edificaciones que vayan a construirse en un futuro en estas zonas ya liberadas de la servidumbre aeronáutica, pues se imponían importantes restricciones en las proximidades de los aeropuertos y en instalaciones radioeléctricas para la navegación aérea como, por ejemplo, los radares.

En Galicia hay zonas urbanas muy amplias y relevantes afectadas por estas limitaciones, sobre todo las que se conocen como servidumbres de operación, que son las que se verán afectadas por la reducción de superficie, y que estaban diseñadas para garantizar la seguridad y regularidad en las operaciones aéreas.

La medida, propuesta por el Ministerio de Transportes —que es el que tiene competencia sobre los aeropuertos—, reduce por tanto a aproximadamente la mitad la superficie afectada por estas limitaciones, lo que servirá, según el ministerio, «para concentrar los esfuerzos de vigilancia y control en las zonas más sensibles».

Solicitud de permisos

Las zonas más alejadas de los aeropuertos de Alvedro, Santiago-Rosalía de Castro y Peinador, por tanto, estarían en principio liberadas de las restricciones y de los permisos que debía solicitar a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), aunque la superficie definitiva que queda libre deberá consultarse en los nuevos mapas de servidumbre que probablemente estén disponibles cuando se publique en el BOE el nuevo real decreto aprobado ayer. También dejarían de estar afectadas las zonas próximas a las radioayudas (sistemas terrestres de ayuda a la navegación aérea).

 Buena parte de estas limitaciones están establecidas en un decreto aprobado en 1972, en pleno régimen franquista. Ahora, la intención del Ministerio de Transportes es adaptar el diseño de las servidumbres aeronáuticas a la normativa internacional y comunitaria. En la legislación que aún está vigente, cualquier construcción que quedara fuera de los contornos de la servidumbre aeronáutica no requeriría acuerdo previo favorable de AESA salvo que tuviera una altura superior a 100 metros sobre el nivel del terreno o agua circundante.

Respecto a las razones de seguridad que sustentaban estos amplios espacios con restricciones, el ministerio argumenta que de esta forma «se concentrarían los esfuerzos de vigilancia y control en las zonas más sensibles alrededor de los aeropuertos y de las instalaciones radioeléctricas aeronáuticas». El real decreto, aseguran, favorecerá «una supervisión aérea más eficiente de la seguridad aérea», pues permitirá focalizar las servidumbres donde son más necesarias y, al tiempo, minimizar el impacto en el territorio al reducir su extensión.

Según un comunicado del Ministerio de Transportes, la medida «pretende potenciar el principio de autonomía de las administraciones territoriales con competencias en materia de ordenación del territorio y urbanismo, simplificando el régimen de control aeronáutico sobre los procesos urbanísticos en fases de planificación y ejecución». Esto se llevará a cabo gracias a las exenciones para la obtención de los informes y acuerdos previos de AESA, «lo que, en definitiva, contribuirá a la reactivación e impulso de la economía», alega el ministerio.

Los aeropuertos gallegos vieron modificadas sus servidumbres en distintos reales decretos a lo largo de los años. Así, el último que sufrió cambios fue el de Santiago, mediante un decreto publicado en julio del 2017, a raíz de una serie de modificaciones en las instalaciones radioeléctricas, incorporando unas nuevas y dando de baja otras. Estos cambios deben ser sometidos a información pública y a consulta de las administraciones afectadas.

La actual servidumbre del aeropuerto de Alvedro (A Coruña) data de marzo de 1996, cuando se ejecutó a una nueva orientación de la pista de vuelo. El de Vigo es el que cuenta con una zona de influencia más antigua, pues su servidumbre data de septiembre de 1986. Desde entonces no hubo ninguna revisión.

El aeródromo de Rozas, en Lugo, solo cuenta con la servidumbre radioeléctrica y la del propio aeropuerto. Carece de restricciones por operación.