Quedan 33 vacantes mir de familia en Galicia tras la adjudicación extraordinaria

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

GALICIA

Centro de salud de Ribeira, el pasado mes de diciembre, con un cartel informativo de la ausencia de médicos
Centro de salud de Ribeira, el pasado mes de diciembre, con un cartel informativo de la ausencia de médicos CARMELA QUEIJEIRO

En esta repesca lograron cubrirse cuatro puestos en Ferrol, uno en Lugo y uno en Ourense

11 may 2023 . Actualizado a las 23:22 h.

El 23 de mayo se incorporan a los centros sanitarios gallegos 174 residentes de medicina de familia. Es una cifra récord que obedece a la necesidad de formar a especialistas ante el grave déficit que hay en esta área en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS). Pero los 174 nuevos mires podrían ser 207 si se cubriesen todas las plazas ofertadas por el Sergas. No pudo ser pese a la adjudicación extraordinaria que se realizó este jueves. Finalmente quedarán 33 vacantes, y lo harán en las áreas sanitarias geográficamente más periféricas: Ourense, Lugo y Ferrol.

En la repesca lograron cubrirse seis de los 39 puestos que habían quedado desiertos, cuatro en la gerencia de Ferrol, uno en la de Ourense y otro en la de Lugo. Quedan por lo tanto sin cubrir 19 en Lugo, 13 en Ourense y uno en Ferrol. En España siguen desiertas 131 plazas tras esta fase extraordinaria. Se eligieron 71, dos de ellas dentro del colectivo reservado a personas con discapacidad y 41 al cupo de extranjeros. El Ministerio de Sanidad había convocado a 2.445 médicos, aquellos que aprobaron el mir pero no eligieron plaza, pero solo 80 tramitaron una solicitud.

Galicia sigue siendo la segunda comunidad con más vacantes (33), tras Castilla y León (40). En Aragón quedaron 15, en Asturias solo una, cuatro en Cantabria, ocho en Cataluña, 16 en Extremadura y 14 en Navarra. Proporcionalmente, sin embargo, es Navarra quien tiene más puestos desiertos en relación a la oferta, seguida de Castilla y León y Extremadura.

El Sergas insiste en que este año habrá 38 plazas más que el pasado, un récord, ya que la oferta que hizo Galicia en medicina de familia es la más alta de la historia. En concreto fueron 207 plazas frente a las 142 de la convocatoria anterior, un 45 % más. En aquella ocasión también habían quedado vacantes, nueve en la primera fase, todas en Lugo, y seis tras la elección extraordinaria. Esta repesca, de hecho, es una novedad que el Ministerio de Sanidad incorporó el año pasado y lo hizo precisamente para que en los centros de salud no quedasen desiertas plazas de familia habiendo falta de médicos.

¿Es el sistema de elección?

El Sergas hace una lectura positiva al entender que pese a que no se cubren todas las vacantes se formará un número muy importante de médicos de atención primaria. Y achaca en gran parte el problema al sistema de selección implantado con la pandemia. Antes todos los mires, convocados en distintas jornadas en función de la nota que hubiesen sacado, elegían presencialmente su plaza. No había una preselección previa, por lo que escogían en función de las que aún quedaban libres, pudiendo cambiar de opinión en cualquier momento hasta que llegase su turno.

Con las restricciones del covid esta elección se volvió telemática y el médico debe establecer un listado previo con las posibles plazas que quiere. Hay que tener en cuenta que hay más de ocho mil, y si alguna está todavía libre al llegar su turno no puede elegirla si no la preseleccionó. El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, remitió una carta tanto al actual ministro de Sanidad, José Miñones, como a su predecesora, reclamando el cambio del sistema.

Galicia, y toda España, necesitan médicos de atención primaria. Por eso quieren formar a más especialistas en pediatría y medicina de familia. Pero no llega con aumentar la oferta mir. Porque una vez finalizado el período de residencia los profesionales pueden no quedarse en primaria. De hecho son muchos los que se van. Los pediatras al hospital y los mires de familia a los servicios de urgencias —tanto hospitalarios como extrahospitalarios (PAC)— e incluso a hospitalización a domicilio (HADO). Por eso la Xunta y las sociedades científicas implicadas reclaman la creación de la especialidad de urgencias y emergencias, que evitará la fuga de médicos de familia a estos servicios.

El Ministerio de Sanidad se comprometió ya a crear esta especialidad, que tendrá cuatro años de duración, «se están recabando los informes pertinentes antes de iniciar la tramitación de un proyecto de Real Decreto que cree la especialidad. A partir de esos informes se determinará la oferta de plazas», aseguran desde el Gobierno central.