Los condenados por abusar sexualmente de una niña en Baleira hasta dejarla embarazada podrían salir de permiso en nueve meses

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

GALICIA

La hermana de la víctima y su marido el día que ingresaron en prisión
La hermana de la víctima y su marido el día que ingresaron en prisión Alberto López

Dependiendo de varios factores, la Junta de Tratamiento podría dejarles pasar algunos días fuera de la cárcel al cumplir un cuarto de la pena. La hermana de la víctima, su cuñado y el hermano de este ingresaron el miércoles en la prisión de Bonxe para cumplir tres años

27 abr 2023 . Actualizado a las 23:34 h.

Este miércoles, empezó una cuenta atrás para los tres vecinos del municipio de Baleira (Lugo) que fueron condenados a tres años de prisión por abusar sexualmente de una niña de su familia durante toda su infancia. El plazo que arrancó esta semana terminará el 26 de abril del año 2026. Sin embargo, es muy probable que los ya encarcelados puedan salir de la prisión de Bonxe mucho antes. Tanto como en solo nueve meses. 

El pasado enero, en el juicio, la hermana de la víctima, su marido y el hermano de este aceptaron una pena de tres años de prisión. La Fiscalía pedía 11 años, pero un acuerdo de conformidad (avalado por varios antecedentes) hizo que les rebajasen el castigo. Al aceptarlo, dieron los hechos por probados.

La sentencia afirma que los tres se pusieron de acuerdo para abusar sexualmente de la pequeña desde que esta tenía 7 años hasta que cumplió los 13. Entonces, en el año 2015, se quedó embarazada. El padre era su cuñado, pareja de su hermana mayor. La niña, al dar a luz, tuvo que dar en adopción a su bebé, presionada por sus familiares.

La Xunta, al tener constancia del parto de una adolescente de 13 años, intervino y adquirió su tutela, por lo que dejó de vivir con su familia. Nadie en Baleira supo lo ocurrido hasta que llegó el juicio. 

A los nueve meses, podrán pedir permisos ordinarios

Después de tres meses de espera tras la condena, los implicados entraron este miércoles de forma voluntaria en prisión. Su primer día transcurrió según lo previsto y no hubo incidentes. Todos deberán cumplir los tres años a los que fueron condenados pero, como cualquier interno, tendrán derecho a pedir permisos penitenciarios. Y tienen muchas papeletas para que se los den.

Desde que los condenados cumplen el 25 % de su pena, la ley española establece que pueden solicitar estas ventajas carcelarias. Eso significa que, dentro de nueve meses, el 26 de enero del 2024, podrían pedir los permisos ordinarios.

El órgano encargado de analizar sus solicitudes será, en este caso, la Junta de Tratamiento de la prisión de Bonxe. Sus miembros, funcionarios de la administración del centro, decidirán si conceden los permisos o no.

El mérito principal es el buen comportamiento dentro de prisión y la participación en actividades y talleres del centro, algo que valoran mucho los miembros de la junta, pero esta elección depende también de otros factores.

Se valorará la gravedad de la pena, la de los hechos y lo mediático del caso

El caso de los condenados por los abusos de Baleira cuenta con varias circunstancias poco comunes. Lo primero es que los hechos que motivaron su ingreso en prisión son de extrema gravedad —un abuso sexual a una niña de siete años de forma continuada—, pero la pena no lo es tanto (tres años). Además, se trata de un caso especialmente mediático, en el que miles de personas han posado sus ojos estos días sobre los implicados.

Estos tres detalles serán tenidos en cuenta por la Junta de Tratamiento a la hora de analizar las peticiones de los internos. En su favor juega la baja pena a la que fueron condenados. Esto será visto por la junta como un punto positivo, ya que es más habitual conceder permisos ordinarios (los que se pueden pedir al cumplir un cuarto de la pena) a los reclusos que tienen bajos castigos.

En su contra, están la gravedad de los hechos y la popularidad del caso. La dirección de la prisión puede entender que los autores de un abuso de tal importancia no merecen permisos tan pronto, y lo mediático del asunto puede hacer que sean acosados durante sus estancias en el exterior.

Por eso, parece complicado pensar que se les vayan a conceder estos permisos justo al cumplir el 25 % de su pena, aunque ya puedan pedirlos y su comportamiento haya sido ejemplar. Más realista parece decir que, conforme se vaya acercando la mitad de su castigo en prisión, al año y medio de entrar, estos permisos empiecen a darse. Entonces, la Junta de Tratamiento podría darles permisos ordinarios.

Estos sirven para, por ejemplo, ir a su casa unas horas o visitar a unos familiares. Salvo casos excepcionales, siempre tendrían que dormir en prisión. El máximo, según contempla la ley, es de 36 días para los internos en régimen de segundo grado y de 48 para los de tercero, un segmento que les permitiría pasar solo 8 horas de cada 24 en la cárcel en el caso más beneficioso.

Libertad condicional a los dos años

Cuando cumplan dos años en prisión, se les abre una nueva puerta: la libertad condicional. Al alcanzar los dos tercios de su estancia en prisión, la Junta de Tratamiento puede proponer a los internos para este beneficio.

Si la jueza de vigilancia penitenciaria lo acepta, podría suspenderles la pena y no tener que regresar a Bonxe, con la condición de no cometer ningún delito en el plazo que les reste para terminar la condena y de acudir regularmente a fichar al juzgado o a la policía.

Para conseguir este permiso, los condenados por los abusos de Baleira, una vez hayan pasado dos años en prisión, deben acreditar una serie de requisitos. La junta valorará, por ejemplo, si tienen alguna oferta de trabajo en el exterior, si tienen familiares que requieran cuidados (tienen dos hijos menores) y, en definitiva, si hay peligro al dejarlos salir de prisión o si, por el contrario, están listos para reinsertarse en la sociedad.

Todos estos permisos están a disposición de cualquier interno que muestre un buen comportamiento. En el caso de los condenados de Baleira, la gravedad de los hechos y la popularidad del caso no jugarán a su favor. Aun así, es muy posible que puedan empezar a salir a la calle en algún momento del 2024.

El alcalde de Baleira: «Pedimos que cumplan la pena que les fue impuestas por estos actos tan espantosos»

El alcalde de Baleira, Ángel Enrique Martínez-Puga, reconoció que en su municipio están «más tranquilos» después de que, este miércoles, ingresasen en la prisión de Bonxe los tres condenados. Los vecinos de Baleira están más «aliviados», dijo a EFE el alcalde, sabiendo que ya están cumpliendo su condena, que ya «están fuera del pueblo».

«Es lo que pedíamos», añadió, «que ingresasen ya en la cárcel para cumplir la sentencia». Además, recordó que otra de las demandas de los vecinos del municipio es «que cumplan la condena en su totalidad».

El regidor local espera que la entrada en prisión de los tres condenados sirva para «pasar página», aunque este suceso «no puede olvidarse», para que «nunca más vuelvan a pasar cosas como esta». «Estamos más tranquilos ahora que ya están fuera» del pueblo, dijo. «Pedimos que cumplan la pena que les fue impuestas por estos actos tan espantosos», concluyó. 

«Hay una mujer que queda tocada emocionalmente para toda su vida y a la que le va a costar remontar»

La Plataforma Feminista de Lugo solicitó también este jueves el «cumplimiento íntegro» de la pena por parte de los tres condenados por abusar durante años de una niña en el municipio de Baleira, cuestión que, desde su punto de vista, dado que la pena quedó reducida a solo tres años de reclusión, es algo «impepinable».

Así se expresaba, en declaraciones a EFE, la presidenta de la Plataforma Feminista de Lugo, Ana Torrón, después de que ingresasen los condenados en la prisión de Bonxe. «El cumplimiento íntegro de la pena es impepinable. No se me pasa por la imaginación que haya cualquier tipo de duda al respecto», dijo Ana Torrón, «porque lo contrario sería para montarla muy gorda».

De hecho, afirmó que es «denigrante» que unos hechos tan graves como los sucedidos con esta niña en Baleira se hayan saldado con una pena de solo tres años de cárcel. «Pienso en todo lo que ha padecido una mujer que queda tocada emocionalmente para toda su vida y a la que le va a costar remontar», lamentó.