Diego Losada, presentador de televisión: «Soy una criatura de la A-6»

GALICIA

El coruñés muestra su otra cara como miembro de una banda de rock, Durden: «La tele y un concierto son igual de excitantes»

21 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Simpático y vitalista, Diego Losada (Valladolid, 1985), se esfuerza en aclarar que lo de nacer en Valladolid fue un accidente, que él es coruñés de arriba a abajo. Atareado con un programa en directo de varias horas de lunes a viernes (En boca de todos, en Cuatro), está listo para presentar el primer trabajo de su grupo, Durden. Será el 27 en la madrileña sala El Sol.

—Presenta a Durden, pero yo pensaba que ya estaban presentados.

—Es que entramos en una fase nueva, a un nivel que pretende llegar a cotas más altas. Yo siempre he tenido bandas, aunque a un nivel más amateur. Damos este salto con otras composiciones y con algunos contratos.

—No irá a dejar el periodismo.

—¡Nooo! El periodismo es mi vocación, aunque el rock tiene algo de periodismo. El que escribe las letras, que también las escribo yo, tiene algo de cronista de la actualidad. No son tan distintas las dos facetas.

—¿Dónde se divierte más, en un escenario o en un plató?

—Para mí las dos cosas son igual de excitantes. Un programa de televisión en directo durante horas, improvisando, hablando con los invitados... genera una adrenalina que es adictiva. Y se parece a lo que ocurre en un escenario cuando nos subimos a él. Quizás en el escenario es todo un poco más explosivo, y lo bueno es que ahí no me tengo que contener y puedo saltar, gritar, cantar y reír. En el plató no puedes perder la cabeza.

—En el escenario se pone las gafas oscuras.

—Las gafas son el símbolo y una manera de diferenciar los dos personajes. Yo trabajo con algo que es muy delicado: la información y la credibilidad. Por eso quería hacer constar que sé distinguir una parte de la otra. Las gafas me convierten en otro personaje. Durden, el nombre de la banda, parte del apellido de un personaje de El club de la lucha, una novela y una película que me fascinan y en el que este personaje tiene una doble personalidad. Las gafas transforman un Diego en otro Diego.

—Tener una banda de rock es un sueño para muchos.

—Lo es. Yo tuve claro antes que quería ser músico de rock que periodista. Y luego fui descubriendo las dos vocaciones a la vez.

—Si pudiera elegir un personaje de este mundo del rock para entrevistar, ¿con quién se quedaría?

—Iría por las grandes figuras que siguen vivas aunque ya las damos por amortizadas. Paul McCartney, por ejemplo, que es alguien que ha hecho muchísimo por la música. Me encantaría entrevistarle. O a Bob Dylan, para quien ya tengo entradas para verlo este verano. O a Mick Jagger.

—Como espectador, ¿de qué concierto disfrutó más?

—Bueno, las cosas se recuerdan no solo por la calidad musical, sino por cómo estabas y con quién estabas. Yo recuerdo uno en el Monte do Gozo de los Red Hot Chili Peppers en su mejor momento con mis amigos en una atmósfera maravillosa. Podía decir varios más, pero me quedo con este. Y uno de Los Suaves en el Noroeste en la playa de Riazor.

—Ahí en Madrid son varios gallegos en el mundo de la información. No sé si se juntan a comer el pulpo de vez en cuando.

—Me consta que hay xuntanzas, aunque yo no voy mucho a este tipo de cosas. Pero tengo grandes compañeros gallegos. Xabier Fortes, por ejemplo. Tuve el honor de ser su sustituto en La noche en 24 horas y me acogió de maravilla. Ahora que estoy en Mediaset, el propio Manolo Villanueva, que es el director general, es un señor de Marín que ejerce de gallego.

—¿Vuelve a A Coruña con frecuencia?

—Sí. Llevo casi 20 años en Madrid y siempre digo que soy una criatura de la A-6. Voy muchísimo, me sé el camino de memoria. Una vez al mes, más o menos.

—¿Qué echa de menos?

—Me habría gustado tener experiencias profesionales en Galicia.

Mediaset

—¿Celta o Dépor?

—Dépor a saco. Lo he visto varias veces aquí, pero no lo he visto ganar en Madrid. Son etapas. Pero estoy seguro de que volveremos.

—También es usted motero.

—En mi casa estaban prohibidas las motos pese que a mí me encantaban. Cuando llegué a Madrid, el primer trabajo que elegí fue en Telepizza, para poder tocar una moto. Aunque duré poco, unos diez días. Entiendo la moto como un medio de transporte que ahorra tiempo en tu vida y que te permite descubrir el entorno de otro modo cuando viajas.

—¿En qué otras cosas le gusta pasar el tiempo?

—En la lectura. Y soy muy curioso en materia de ciencia. Me apasiona todo lo que está pasando ahora con la inteligencia artificial.

—Defínase en pocas palabras.

—Curioso, comunicador y amigo.

—Un sitio en el que se sienta feliz.

—En la coraza de la fuente de los surfistas.

—Su mejor momento del día.

—El que llega después del fragor de la batalla.

—Una canción.

Lejos de ti, de Durden.

—¿Qué cree que es lo más importante en la vida?

—No perder de vista la importancia de tomar distancia para no olvidar qué es lo más importante en la vida.