Besteiro será el nuevo delegado del Gobierno en Galicia tras la salida de José Miñones

GALICIA

Foto de archivo del año 2015, cuando el entonces expresidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro visitaba al presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso
Foto de archivo del año 2015, cuando el entonces expresidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro visitaba al presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso CESAR QUIAN

La vuelta a la primera línea del ex secretario xeral del PSdeG y la promoción de Miñones al Consejo de Ministros abren nuevas posibilidades al socialismo gallego para las autonómicas del 2024

27 mar 2023 . Actualizado a las 21:07 h.

Más allá de Pedrafita, pocos ciudadanos habrán oído hablar hasta hoy de José Miñones, el socialista que en dos años ha saltado de la alcaldía de Ames (un ayuntamiento pujante de 32.000 vecinos pegado a Santiago) al Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, con 47 millones de ciudadanos detrás. El nuevo ministro -toma posesión mañana- no tendrá tiempo a hacer una revolución antes de las elecciones generales, de las que nos separan solo ocho meses recortados por las municipales y el inhábil agosto.

Pero su pase a Madrid, que fuera de Galicia una mayoría verán anodino, va a ser trascendental en la política gallega y en el futuro del PSdeG. Porque ahí aparecen las figuras del propio Miñones, de  José Ramón Gómez Besteiro, exlíder del PSdeG, y de Valentín González Formoso, actual secretario xeral. Y el papel del segundo es clave: Besteiro será el relevo de Miñones en la Delegación del Gobierno en Galicia. Y abre nuevos escenarios en el partido.

Besteiro, que hasta ahora había mantenido silencio tras quedar exento de los procesos judiciales (se archivó el caso Pulpo, tras otros anteriores vinculados a la jueza Pilar de Lara), será nombrado este mismo miércoles, junto a los nuevos delegados del Gobierno de Madrid, Cataluña y Murcia.

El nombramiento de Miñones como ministro tiene, por ello, implicaciones más allá del peso de una federación socialista. Con el paso que dará con Besteiro -que ya sonó para ser delegado del Gobierno hace dos años, pero entonces pesó que aún tenía pendientes algunos temas judiciales que fueron posteriormente archivados-, se empezará a completar el puzle socialista en Galicia con la mira puesta en las autonómicas del 2024.

Los socialistas gallegos tendrán en Besteiro y en Miñones potenciales carteles para esa cita electoral. Pero no se puede excluir a su secretario general, Valentín González Formoso, uno de los grandes valedores de Miñones y amigo personal de Besteiro. A principios de marzo, el también regidor de As Pontes anunció que optaría a renovar la alcaldía. Si se confirma el paso de Besteiro, su candidatura gallega quedaría aparcada.

Aunque un ministerio «viste mucho», como dice la jerga política, las responsabilidades que lleva aparejadas también dificultan la creación de una base de poder territorial. La mayoría de las competencias sanitarias están cedidas a las comunidades, por lo que su gestión apenas podría brillar para Galicia. Pero Miñones llega al ministerio cuando se multiplican las críticas por el funcionamiento del sistema y la falta de profesionales, sobre todo en las comunidades gobernadas por el PP. Esa circunstancia le dará un peso político extra en el Ejecutivo, y le abrirá la puerta a confrontar con el Gobierno de Alfonso Rueda, aunque seguirá teniendo que repartir su atención por toda España.

Por la contra, un delegado el Gobierno sí puede centrarse en Galicia y recorrer toda su geografía «siete días a la semana», señalan fuentes del PSdeG. Esa es una tarea imprescindible para un candidato a la Xunta. 

La posibilidad de un regreso de Besteiro a la primera línea política ya surgió a finales del año pasado. El propio Formoso y su número dos, el secretario de Organización, José Manuel Lage, dieron la bienvenida a su regreso. Formoso afirmó incluso que le votaría en unas primarias. El ex secretario general nunca se pronunció sobre esas invitaciones y ha guardado silencio desde entonces, mientras los populares y el BNG restaban importancia a la operación.

Besteiro, además del reconocimiento de la actual dirección gallega, cuenta con más que la plena confianza de Pedro Sánchez. El nexo de amistad entre ambos viene de los tiempos del exministro José Blanco, que tenía en Besteiro a su persona de confianza en Lugo y en Sánchez a uno de sus primeros espadas en Ferraz.

Gómez Besteiro ya presidió la Diputación de Lugo y lideró el PSdeG hasta que las causas de supuesta corrupción, ahora archivadas, lo apartaron de la política desde 2016. Será el decimosegundo hombre en acceder al cargo, que todavía no ha sido desempeñado, más que de forma interina, por ninguna mujer. Besteiro tendrá como subdelegados del Gobierno a María Rivas (A Coruña), Isabel Rodríguez (Lugo), Emilio González (Ourense) y Maica Larriba (Pontevedra).