Así es el narcosubmarino El Poseidón por dentro

Javier Romero Doniz
Javier Romero REDACCIÓN / VIGO

GALICIA

La Voz

El semisumergible hallado hace diez días en la ría de Arousa dispone de mucho más espacio en el interior destinado a los tripulantes que el artefacto llegado a Galicia en el 2019; también una bodega más amplia para almacenar fardos, aislada de los tanques de combustible por una pared

23 mar 2023 . Actualizado a las 20:32 h.

El Poseidón y el Che se parecen tanto en la parte exterior como se diferencian en el interior. Las primeras imágenes interiores del narcosubmarino hallado la semana pasada en la ría de Arousa evidencian que sus constructores pensaron en la confortabilidad de la tripulación, al contrario que los fabricantes del segundo, llegado a Galicia en el 2019.

La hélice y el timón, ya con óxido.
La hélice y el timón, ya con óxido.

En el vídeo al que ha tenido acceso La Voz llama la atención el espacio destinado a las personas que lo habitaron durante la travesía, mucho más amplio, con dos arcones huecos a ambos lados del timón para almacenar lo necesario. Se cubrían con tablas que, a la vez, podían hacer de somier para colocar el colchón hallado dentro. También el salpicadero donde se incrustó el volante se pintó de blanco, igual que las paredes de la siguiente estancia del narcosubmarino: la bodega. Presenta un tamaño mucho mayor que el del 2019, y con las paredes pintadas de azul, desde el suelo hasta la mitad, y de blanco hasta el techo del artefacto.

Al final, ya casi en la proa, para separar la bodega de los tanques de combustible se levantó una pared destinada a evitar filtraciones y aislar a la tripulación del hedor generado por los miles de litros almacenados para una travesía tan larga, de más de 4.000 millas náuticas. Ya en la popa, el motor, posado sobre una estructura metálica. El motor del Poseidón presenta un gran tamaño, mayor que el de pesquero utilizado en el 2019, y fue concebido en China o Japón, por el tipo de letra que puede leerse en la placa de identificación. Presenta un aspecto nuevo, también pintado de blanco y en una sala de máquinas mucho más espaciosa que la reservada para el motor que impulsó la travesía de Che en el 2019.