«Tengo derecho a ser atendido»

Sara Pérez Peral
Sara Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Varias personas accediendo a la sede de la Xunta en Vigo.
Varias personas accediendo a la sede de la Xunta en Vigo. M. MORALEJO

Lectores de La Voz exponen sus dificultades para realizar gestiones con las Administraciones

05 feb 2023 . Actualizado a las 16:52 h.

En los últimos días, y tras las quejas de los ciudadanos, la Administración comenzó a relajar las restricciones que imponía para acceder a sus servicios y que tenían como origen la pandemia. No se entendía que determinadas medidas continuasen vigentes cuando la situación sanitaria era totalmente distinta. Sin embargo, y pese a que las exigencias para solicitar cita previa van a menos, la relación que mantienen a día de hoy ciudadanos y Administración todavía no es satisfactoria para los primeros. La Voz puso a disposición de sus lectores un buzón para que compartiesen sus problemas con los trámites administrativos.

Alicia Loureiro

«La cita previa es un cachondeo». Después de tres días llamando desde tres teléfonos con el fin de conseguir una cita para hacer la tarjeta sanitaria europea, no fue hasta el cuarto cuando pudo hablar con un funcionario. Lo que le dicen a Loureiro es que no hay huecos. «Entonces decido ir a la Administración personalmente. Llegas allí y el de seguridad te dice que sin cita no puedes pasar», continúa. Y para hacerse con un turno personalmente, le indican que se debe presentar a las nueve de la mañana, pero no le garantizan que vaya a conseguir uno. «La cita previa es un cachondeo», concluye. Algo similar le ocurrió a Montserrat Arias, que no conseguía gestionar la tarjeta ni a través de la web ni por teléfono.

Luis González

«¿Es una tomadura de pelo?». Para este vecino de Santiago no tiene ningún sentido que cualquier ciudadano se persone en la Administración para realizar cualquier tipo de consulta y, como mucho, le faciliten varios números de teléfono para conseguir «esa deseada cita previa». «Uno se cansa de llamar cinco, diez, veinte veces, y en esos números nadie responde. ¿Es una tomadura de pelo?», señala.

carmen martín

«Gracias por retirar la cita previa». Empieza el relato esta ciudadana centrándose en el trato que se les da a las personas que acuden a la Administración, algunas mayores, otras con alguna discapacidad, y «casi todas desconocedoras de los trámites administrativos». «Estaría bien que las empresas de seguridad formasen a sus trabajadores sobre el trato que deben dispensar. La verdad es que es penoso», explica. También pide que se le indique al personal de seguridad de los edificios de la Administración que «no son funcionarios y que, por tanto, hay decisiones que ni pueden ni deben tomar».

ramón garcía

«La solución: acudir a una asesoría». La esposa de Ramón necesitaba realizar una notificación a la Seguridad Social. «Intentó obtener la cita a través del teléfono que le proporcionaron y, después de tres minutos contestando a preguntas a la locución, le dicen que no es posible asignarle un turno», explica. Lo mismo le ocurrió por internet. Entonces, ambos decidieron personarse en la oficina de Catoira. «Un guardia de seguridad nos impidió el acceso por no tener cita. La solución: acudir a una asesoría para una notificación simple». Es decir, la esposa de Ramón García, pensionista, tendrá que pagar por ese servicio.

josefa gómez

«Tengo derecho a ser atendida por un funcionario». Le resultó imposible contactar con la Seguridad Social. «Me acerqué a una oficina para conseguir una cita previa y fue peor el remedio que la enfermedad», explica. Y comienza a relatar su experiencia: «El guardia de seguridad se cree funcionario, cuando su trabajo es actuar por si hay algún problema, no para coger los DNI ni la tarjeta sanitaria ni para invitarte a marchar si no tienes turno». Y termina Josefa Gómez: «Como ciudadana que paga sus impuestos, creo que tengo derecho a ser atendida por un funcionario».

paula ares

«Ojalá cambie todo». No entiende cómo en ciertos organismos públicos hay funcionarios que no están atendiendo a nadie, «sin agobios de gente, y llega alguien sin cita previa y le dice que no lo van a atender». En los peores momentos de la pandemia, explica Paula Ares, era lógica la medida de la cita previa. «En estos momentos son ganas de no trabajar. Ojalá cambie todo, excepto que volvamos a tener otra pandemia o alguna causa extrema», remata.

manolo iglesias

«Es imposible pedir cita previa». Explica este ciudadano de Santiago que conseguir un turno en las dependencias de la Seguridad Social es imposible. «En los teléfonos nadie contesta, no puedes pedir cita presencial y un guardia de seguridad hace de filtro y de control de citas, no siempre de buenas maneras», cuenta.

María teresa cereijo

«Deberían facilitarnos la vida». Para Cereijo, la Administración no debería cargar a los ciudadanos con la «ardua tarea» de conseguir cita, ni «con la dichosa obsesión de pedir papeles y más papeles». «Deberían facilitarnos la vida», expone.

Buzón abierto
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