Para actualizar el DNI electrónico: «Venga a las 11, o a las 5 o tiene otra oficina toda la noche»

GALICIA

CARLOS CORTÉS

31 ene 2023 . Actualizado a las 11:30 h.

 La buena de la mujer —aparenta 60 primaveras o quizá más— sale cansada de trabajar pero con el objetivo de llegar a la primera jefatura de Policía que está en su camino para actualizar el DNI electrónico. Al llegar a Lonzas (A Coruña), la puerta está cerrada. Llama a un timbre y un policía la mar de amable le abre la puerta y le indica que ahí está la máquina donde puede realizar el trámite. Introduce en la ranura indicada el carné de identidad e intenta varias veces identificarse a través de la contraseña. Nada, la máquina no la reconoce. «¿Ha olvidado usted la contraseña? —le dice la máquina— Si es así, ponga aquí su dedo índice».

Sigue las instrucciones de una imagen y las huellas del índice de la mano izquierda. Nada, la máquina no lo reconoce. Tampoco reconoce las de la mano derecha. Tras varios intentos, la mujer llama a la persona de guardia. «Ya le pasó lo mismo a otro ciudadano. Creo que la máquina está fallando», se explica, y le indica que vaya a la comisaría que está de guardia toda la noche porque allí tienen otra máquina. Así lo hace. Coge su coche y se dirige al centro de la ciudad. Cuando llega, la persona de guardia le indica que la máquina no funciona.

—Bueno, a ver si tiene suerte. Pero antes de nada frótese con el dedo por la zona de la nariz y la frente. La grasilla alguna vez favorece la lectura.

Y venga a restregar el dedo por la frente y la nariz. Sin éxito. La historia se vuelve a repetir. Desiste y decide que irá al día siguiente a la oficina central. Las máquinas son nuevas, táctiles, modernas. Se ven bien. Ella introduce el DNI, pero tampoco consigue que su huella sea leída. Pregunta para ver si alguien le ayuda y cuál es su sorpresa cuando un funcionario le explica que les «falla la conexión con el servidor de Madrid», que llevan así varios días con el problema y que quizá en un momento dado a lo largo del día la máquina «resucite» y vuelva a la normalidad.

—No lo intente ahora, va a ser inútil [ella lo intenta y es inútil]. Venga a las 11 de la mañana, o a las 5 de la tarde, o, si no por la noche tiene abierta la oficina de aquí al lado.

Guarda su DNI y piensa: «Esto tiene gracia. Sigo sin poder pagar el IVA con mi documento de identidad. ¡Cosas de la administración electrónica! Que le den».