Rueda asegura que agotará la legislatura para dar «estabilidade» a ciudadanos y empresas

R. S. REDACCIÓN

GALICIA

Alfonso Rueda, este domingo durante un encuentro de rondallas en Vigo.
Alfonso Rueda, este domingo durante un encuentro de rondallas en Vigo. DAVID CABEZÓN | XUNTA

«Se un se presenta para unha lexislatura de catro anos, os proxectos son para catro anos; se cortas antes é que non cumpriches, e eu pretendo cumprir», zanja el presidente gallego

15 ene 2023 . Actualizado a las 21:41 h.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha asegurado que pretende agotar la legislatura (que finaliza en el verano del 2024), defendiendo que una seña del PP es «a estabilidade e a previsibilidade». «Cando un se presenta e adquire uns compromisos, é necesario tempo para facelos [...] Se un se presenta para unha lexislatura de catro anos, os proxectos que presenta son para catro anos; se cortas dous anos antes é que no cumpriches, e eu pretendo cumprir», ha dicho el también presidente del PP gallego este domingo en una entrevista en la Radio Galega. «A xente -ha añadido- non pode estar á espera dos intereses dun político que sempre esté pensando nos seus intereses persoais, como lle sucede ao señor Sánchez». 

Rueda zanja así el debate que internamente algunos miembros del PP y de su entorno en la Xunta habían deslizado a finales del 2022, apuntando a que sería positivo hacer coincidir las gallegas con las elecciones generales (previstas para finales de este año). Con ese movimiento buscarían aprovechar el efecto arrastre de la candidatura de Alberto Núñez Feijoo como candidato a la Moncloa. Otras fuentes en el PP creen en cambio que se ofrecería una señal de debilidad por parte de la candidatura de Rueda; y recuerdan que nunca han coincidido citas electorales así en Galicia. 

Otra posibilidad es que las elecciones se produzcan en el 2024, sí, pero adelantándolas unos meses en caso de que Feijoo sea nuevo presidente, para reducir el tiempo entre comicios, aprovechar esa hipotética victoria y evitar que surjan tensiones entre el Estado y la Xunta estando ambos bajo el mismo partido; ahora mismo, una de las líneas de trabajo del Gobierno gallego es el choque con Madrid. Otro posible calendario sería hacer coincidir gallegas y europeas (estas serán previsiblemente en mayo del 2024), cuando es posible que el cartel electoral del BNG para el Parlamento Europeo esté compartido con sus socios de Bildu y con ERC, algo que, creen tanto PP como PSdeG, empeoraría su imagen en Galicia. La coincidencia con unas europeas se plantearía entonces un adelanto técnico de apenas un par de meses.  

En todo caso, en esa entrevista el presidente gallego -recién llegado de participar en la convención del PP- ha justificado esa necesidad de agotar la legislatura para darle a empresas y ciudadanos «un escenario de previsiblidade e de estabilidade». Esta situación la ha enfrentado a la que tiene Pedro Sánchez delante. ¿Cuándo serán las elecciones generales?, se le ha preguntado a Rueda. «Pedro Sánchez convocará cando lle conveña a el persoalmente, nin sequera ao seu partido. Os intereses de España son secundarios».

En el tiempo electoral que se presenta por delante hasta las generales y las gallegas, la única certeza está en las elecciones municipales. Serán el domingo 28 de mayo, y en ellas el PPdeG que ahora comanda Rueda está obligado a mejorar sus resultados del 2019. El presidente lo ve factible. Augura que el partido mantendrá las alcaldías que ostenta ahora y cree que van a tener «algunha alegría importante nas cidades». La última encuesta de Sondaxe apunta a que el PP gallego podría recuperar Ferrol con José Manuel Rey, y ganar y rozar la mayoría absoluta en Lugo con Elena Candia. En el resto las posibilidades son menores, aunque queda la incógnita de Ourense tras devolver al primer plano al exalcalde Manuel Cabezas. «Hai unha sensación de mellora respecto aos resultados de 2019, que non foron bos, hai que recoñecelo», ha dicho. 

Los populares ya tienen confirmados a sus candidatos urbanos y en una mayoría de concellos, pero no ha descartado alguna sorpresa en las candidaturas que faltan: «Van chamar a atención». 

Está por ver cómo puede afectar a esas elecciones el principal quebradero de cabeza que tiene delante la Administración gallega: la sanidad. Rueda ha admitido «problemas», pero también ha censurado los mensajes que manda la oposición sobre la situación en urgencias, pediatría o atención primaria. «Somos conscientes dos problemas, pero non son necesarios mensaxes onde intentan transmitir unha sensación de que a nosa sanidade pública é tercermundista comparándoa con países que nada teñen que ver co noso sistema sanitario». «A situación -ha admitido- é complicada, non tería sentido negalo, e faremos todo o que estea na man da comunidade». Y ahí ha enlazado con la falta de médicos y de plazas mir para formarlos, una competencia del Estado.