La desconexión del norte de Galicia: solo 16 de los 80 kilómetros prometidos hace 20 años

Antía Urgorri Serantes
ANTÍA URGORRI FERROL / LA VOZ

GALICIA

Cartel anunciando las obras en la vía de alta capacidad Costa Norte.
Cartel anunciando las obras en la vía de alta capacidad Costa Norte. CÉSAR TOIMIL

El corredor por Ortegal y A Mariña se planteó para compensar el trazado interior de la A-8, pero la Xunta ha ido incumpliendo plazos e inversiones

15 ene 2023 . Actualizado a las 15:44 h.

Cuando con el cambio de siglo se planteó la necesidad de conectar por autovía Galicia con Asturias y la Xunta se decantó por un trazado interior de la transcantábrica (A-8), se prometió un vial de altas prestaciones que sacase a la costa norte gallega del aislamiento al que se veía abocada. Era una especie de compensación a los habitantes de esta zona por aquel cambio.

Se proyectó hace más de dos décadas la denominada vía de alta capacidad (VAC) Costa Norte, un corredor de más de ochenta kilómetros entre Ferrol y San Cibrao (Cervo) por el litoral, fragmentado en un total de ocho tramos, de los que solo han sido construidos hasta el momento dos: la variante de Ortigueira, que se abrió en el 2013, y el trecho Celeiro-San Cibrao, que se inauguró en el 2017. Apenas 16 kilómetros, la quinta parte del total de la vía.

Esta infraestructura, que dará servicio a las comarcas de Ferrolterra, Ortegal y A Mariña lucense, figura en el debe de los sucesivos Gobiernos gallegos, que a lo largo de dos décadas han consignado fondos año tras año en sus presupuestos sin que esas partidas se hayan gastado. En las cuentas para este 2023 la Xunta reserva alrededor de ocho millones.

¿En qué momento se encuentra la VAC? Una vez inaugurados los dos únicos tramos activos, la construcción del corredor costero lleva años estancado en tareas técnicas y administrativas. En primavera del 2021 la Xunta sometió a información pública la actualización del proyecto del primer tramo, entre San Sadurniño y Sanguiñeira (en el mismo concello), que se actualizó para crear una nueva conexión a la AG-64, diferente a la inicial. En el resto apenas ha habido cambios.

La lentitud con la que ha avanzando siempre este vial y el incumplimiento constante de plazos —en los primeros años se preveía finalizarlo en 2008— han movilizado en varios momentos a los alcaldes de estos municipios costeros del norte gallego, que ven en este aislamiento el origen de la sangría poblacional que arrastra la zona, así como las dificultades para atraer el asentamiento de empresas.

La movilidad en el norte de la provincia de A Coruña se queda limitada a la circulación por la sinuosa AC-862 —el viaje en coche entre Ferrol y Mañón lleva una hora— y la obsoleta línea de Feve, con averías continuas y la supresión de servicios a diario.

El alcalde de San Sadurniño, el nacionalista Secundino García, señala que el retraso en la construcción de la vía que vertebrará el norte gallego «é a constatación dunha promesa incumprida intencionadamente». «Dende finais do século pasado, cando o Goberno decidiu desviar polo interior a transcantábrica, fíxose esa promesa, que se sigue pasando por alto», añade.

El popular Alfredo Dovale, alcalde de Mañón, tiene claro que esta vía es clave para sacar del aislamiento su municipio, situado en el límite con la provincia de Lugo: «Somos os que máis ao norte estamos, para nós é moi importante». Ve con poco optimismo que la carretera vaya a ser una realidad a corto plazo: «Van investir cartos, pero vai lento».

La regidora de Moeche, la nacionalista Beatriz Bascoy, incide en que los concellos pequeños como el suyo hacen «un esforzo para que haxa servizos, pero o transporte, a sanidade e a educación son fundamentais para que a xente quede no medio rural».

En los presupuestos de la Xunta para este 2023 se ha reservado esa anualidad de ocho millones de euros para la VAC Costa Norte. ¿A qué se destinarán? «Para avanzar en la tramitación para aprobar definitivamente el proyecto y el proceso de información pública» del primer tramo del corredor costero desde Ferrol, el de San Sadurniño-Sanguiñeira, informan desde la Consellería de Infraestruturas.

El 19 de mayo de 2021 la Xunta sometió a exposición pública el nuevo trazado de este trecho que supondrá una inversión de algo más de cuarenta millones de euros. Sin embargo, a tenor de la información dada ahora por la consellería, esta tramitación sigue sin concluir, pendiente aún la aprobación definitiva del proyecto.

Tampoco parece que el corredor costero vaya a avanzar demasiado en los próximos años, ya que los presupuestos fijan una cuantía de 30 millones para las anualidades posteriores, cifra que solo cubriría el coste que supondría la construcción del tramo San Sadurniño-Sanguiñeira, de 7,5 kilómetros.

Desde la consellería inciden, no obstante, en la inversión que se ha destinado a mejorar la antigua carretera que vertebra el Ortegal, la AC-862: «En la conexión Ferrol-Ortigueira, se terminó recientemente la primera fase de la reforma de la AC-862, entre San Sadurniño y Campo do Hospital (7,1 millones de euros y se licitó la segunda fase, entre Campo do Hospital y Ponte Mera (7,5 millones de euros), de forma que la inversión en esa carretera sumará casi 15 millones de euros».

El tramo final de la vía de alta capacidad, que da continuidad a la transcantábrica, discurre entre San Cibrao y Barreiros y corresponde al Ministerio de Fomento, cuyas obras no han empezado aún.