José Miñones, delegado del Gobierno: «Este año superaremos la cifra histórica de policías y guardias civiles en Galicia»

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

José Miñones, delegado del Gobierno en Galicia, este viernes en su despacho.
José Miñones, delegado del Gobierno en Galicia, este viernes en su despacho. EDUARDO PEREZ

Admite un repunte en las tasas de delincuencia, pero recuerda que Galicia «es una comunidad segura». Y asegura que la lucha contra la ciberdelincuencia no implica retirar agentes de la calle, cuya vigilancia se reforzará

27 mar 2023 . Actualizado a las 13:38 h.

Hasta en una decena de ocasiones repetirá José Miñones (Santiago, 1972) en la conversación que Galicia «es una comunidad segura» y que los incidentes callejeros de las últimas semanas salpicados por Santiago, Ourense o Lugo, con riñas y peleas frecuentes de madrugada, son hechos puntuales y aislados. «Estamos entre las seis comunidades con menos índice de delincuencia y vemos año tras año que también se están resolviendo un mayor número de casos: las fuerzas y cuerpos de seguridad están haciendo un trabajo excelente».

—¿A qué atribuye entonces una concatenación de sucesos en las calles, por ejemplo, en Santiago, donde llegó a haber un fallecido?

—Se ha registrado un ligero incremento en las tasas [de delincuencia], no solo en Galicia, sino en toda España, pero en eso incluso nos estamos comportando mejor, seguimos 11 puntos por debajo. Ahora bien, hay una realidad que nos preocupa y ocupa, que es la seguridad. Los que cita son casos individuales, pero tenemos que tomar una fotografía general, no podemos fijarnos en ese momento puntual.

—Esta semana, el martes, hubo una reunión de todas las comisarías de Galicia. ¿Le trasladaron una mayor inquietud?

—Fue una reunión que ya estaba diseñada en diciembre por el nuevo jefe superior de policía, no vino con motivo de lo ocurrido en Santiago. Se hizo para mejorar la coordinación de mandos entre las provincias y también de análisis de lo que está ocurriendo. Yo aproveché para trasladarles dos mensajes: el primero, de agradecimiento por todo el trabajo que están haciendo, porque la resolución de casos ha aumentado un 13 % en este último año; y el segundo, para trasladarles la necesidad de un esfuerzo extra para tener más presencia en la calle tras los años de covid.

—Precisamente algunos expertos dicen que hay una mayor tensión en la calle después del covid.

—Las encuestas y estadísticas nos dicen que por primera vez la inseguridad ciudadana no está entre los motivos de preocupación de los gallegos, y que incluso ha bajado. Otra cosa son las percepciones individuales: aquel que ha sufrido algún tipo de delito va a tener esa percepción de inseguridad. Por eso yo creo que lo importante es la fotografía general. Las ciudades gallegas son seguras.

—Casos como los de Santiago ¿dañan la imagen de Galicia en el exterior?

—No, estoy convencido. Cuando preguntas a los turistas, en este caso a los peregrinos sobre el Camino de Santiago, te dicen que es de las experiencias más seguras que han vivido.

EDUARDO PEREZ

—Para tener más presencia en la calle, como pide usted, harán falta más medios.

—Estamos comprometidos en esa necesidad de aumentar plantillas. Ahora mismo estamos con el mayor número de agentes que ha habido en Galicia, y en este año 2023, y con la última convocatoria de empleo público, superaremos la cifra histórica.

—¿Cuántos más habrá?

—Se verá en el reparto final de plazas. El Gobierno del PP redujo en 561 el número de agentes en Galicia, y nosotros hemos repuesto 579. Ya estamos en números positivos, y son ahora 8.800 agentes, entre policías y guardias civiles, el mayor número que se ha tenido Galicia. Hay una convocatoria de 5.000 plazas para este 2023 en toda España, y por lo tanto la cifra en Galicia va a subir. Y eso nos va a permitir tener más agentes en la calle.

—¿No se desviarán medios de la calle a los despachos para luchar contra la ciberdelincuencia, que es el delito que más crece?

—No es que no haya más agentes a la calle, es que ya hay agentes en la calle. Y eso se ve en la resolución de casos de forma casi inmediata. El último, en Santiago: se detuvo a al presunto implicado la misma noche. ¿Por qué? Porque hay presencia policial en la calle. La labor policial no se ve, pero es que no se ve porque no se quiere que se vea. Nos marcamos tres objetivos muy claros: la ciberdelincuencia, la vigilancia en la calle y la lucha contra la violencia machista. Tenemos 4.300 casos activos de mujeres en Galicia víctimas de esta violencia, y de ellas 900 con protección activa.

—¿No le preocupan los casos de okupaciones?

—Son apenas el 0,2 % de los delitos que hay en Galicia. Y lo que nos dicen las propias fuerzas y cuerpos de seguridad es que no hay ni un solo caso [de okupación] en Galicia que sea por bandas criminales, que es donde existe realmente preocupación.

—Para los vecinos que lo sufren no es un tema menor. Dicen que se degrada toda su zona.

—Entiendo perfectamente a los vecinos, a quien le han okupado una vivienda o a quien tiene al lado un caso. Las fuerzas de seguridad dan asesoramiento y ayudan a buscar soluciones. Y también tenemos la Justicia.

—Los afectados dicen que esa Justicia llega tarde...

—La ley funciona, y en tiempo récord para los desalojos. Lo que se necesita es la denuncia y automáticamente con esa denuncia se produce el desalojo, en menos de 48 horas.

—¿Cuánto le preocupa ahora mismo la ciberdelincuencia? ¿Seguirá siendo la máxima prioridad en seguridad?

—Seguridad es todo. Pero es cierto que la ciberdelincuencia, por el volumen de lo que está teniendo, nos preocupa, pero los equipos que se han creado permiten resolver muchos casos que antes no se podía. Nos preocupa porque afecta a mucha población y tenemos que desplegar cada vez un mayor número de efectivos a esa ciberdelincuencia.

—¿Preocupa más en Galicia porque hay más población mayor susceptible de ser engañada por ciberestafas?

—Pensábamos que podía ser así, pero no. Se están cometiendo en aquellos que más utilizan los medios telemáticos, móviles o internet, y es en la franja de edad de 40 a 50 años donde se registra el mayor número de ciberdelitos.