La norma sobre zonas de bajas emisiones que casi todas las grandes ciudades incumplen

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Señal de zona de bajas emisiones que A Coruña instaló esta semana en la avenida de la Marina, un área que ya estaba restringida al tráfico.
Señal de zona de bajas emisiones que A Coruña instaló esta semana en la avenida de la Marina, un área que ya estaba restringida al tráfico. Marcos Míguez

El decreto de las ZBE exige, entre otras cosas, un proyecto y un sistema de control de acceso a las áreas restringidas al tráfico

08 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Que las ciudades de más de 50.000 habitantes establecieran zonas de bajas emisiones (ZBE) antes del 2023 era una obligación que está recogida en la ley de cambio climático. Y para facilitar la transición a ese nuevo escenario, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico elaboró, en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), una guía con directrices para la creación de zonas de bajas emisiones. La guía se publicó en noviembre del 2021, con tiempo suficiente para que los gobiernos locales pudiesen adaptarse a las nuevas circunstancias. Pero llegó el 2023 y la mayoría de las ciudades afectadas (149 en España, 7 en Galicia) no habían movido ficha, como pudo comprobar La Voz en la última semana del 2022.

Solo Pontevedra, que es un ejemplo a seguir en reducción del tráfico de vehículos en su casco urbano, cumple con la norma e incluso va más allá, ya que el pasado octubre declaró todo su ámbito urbano como «zona de tráfico reducido». Las otras seis grandes ciudades gallegas suspenden, en mayor o menor medida, en la creación de zonas de bajas emisiones, al menos con las exigencias que establecen la ley y el decreto que regula las ZBE. Es cierto que todas han dado grandes pasos hacia la nueva movilidad con la creación de zonas peatonales y carriles bici y que tienen previsiones sobre las zonas de bajas emisiones, curiosamente todas en áreas ya semipeatonalizadas. Pero la realidad es que muchas están pendientes de estudios y que empezó el 2023 como acabó el 2022, salvo la colocación de señales de ZBE, como hizo A Coruña esta misma semana.

Estas son las exigencias

Para cumplir con el decreto que regula las ZBE, el ministerio exige a las ciudades un proyecto con un contenido mínimo en el que deberán figurar las calles que delimitan el perímetro de la zona elegida, las estaciones de medición de calidad del aire existentes, el tipo de zona, la estimación de la superficie contaminada, las medidas previstas para mejorar la calidad del aire y el sistema de control de accesos, circulación y estacionamiento dentro de las áreas restringidas, así como una memoria económica con análisis del impacto social y de mercado de las ZBE y un plan de comunicación con la ciudadanía y los agentes económicos y sociales.

También deben comunicar a la DGT las zonas delimitas y los vehículos que tienen permitido el paso. El decreto marca un plazo de 18 meses para que las ciudades que ya tienen planes los adapten a las nuevas normas. No dice nada sobre las que no los tienen.