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Exámenes genéticos confirman que las velutinas extendidas por Europa provienen de una sola avispa gigante llegada a Francia

SOSTENIBILIDAD

Una «vespa velutina», comunmente conocida como avispa asiatica
Una «vespa velutina», comunmente conocida como avispa asiatica Lavandeira jr | Efe

Esto implica que un solo ejemplar puede repoblar zonas rápidamente, pero también que los mecanismos de control biológico pueden ser más eficaces

08 dic 2022 . Actualizado a las 19:33 h.

Hace años que se sospecha que el origen de las velutinas que como una plaga se han extendido por Europa está en un único ejemplar de esta avispa gigante que en el año 2004 llegó a la localidad francesa de Burdeos. Se trataría de una reina fecundada que viajó a bordo de un buque mercante con origen asiático. Ahora, un estudio genético realizado por investigadores del University College Cork, y cuyas conclusiones se han publicado en la revista de investigación sobre himenópteros Journal of Hymenoptera Research, apoya aún con más fuerza esa idea de que existe una única madre original para todas las velutinas que asolan el viejo continente.

El trabajo se realizó a partir del primer ejemplar de Vespa velutina registrado en Irlanda, un insecto que se encontró vivo, aunque moribundo, en una vivienda particular de Dublín en abril del año pasado. Dado que la capital irlandesa es un punto de gran conectividad nacional e internacional, resultaba de gran interés determinar de dónde procedía el animal, para saber si había llegado de Europa o era una nueva entrada invasora venida desde su área nativa, el sudeste asiático.

El espécimen fue depositado en el Museo Nacional de Irlanda e identificado por el doctor Aidan O'Hanlon, quien sugirió realizar un análisis genético para determinar su procedencia, comparándolo además con ejemplares de velutina localizados en otros lugares de Europa.

«Trabajos anteriores habían demostrado que los avispones asiáticos de Europa compartían aparentemente el mismo linaje genético, basándose en estudios de un solo gen. Nosotros dimos un paso más y estudiamos dos genes adicionales que serían más sensibles a la hora de detectar variaciones dentro de la población invasora», explica la doctora Eileen Dillane, una de las responsables del estudio.

Esa es, por tanto, la gran novedad de esta investigación irlandesa: haber recurrido a la secuenciación de tres marcadores genéticos procedentes de ADN mitocondrial. Los datos obtenidos, más precisos que los de anteriores estudios realizados sobre un único gen, confirmaron que tanto el ejemplar hallado en Dublín como los otros analizados procedentes de España, Portugal, Francia, Alemania y las islas del Canal (territorios insulares del Reino Unido situados en el Canal de La Mancha) comparten el mismo linaje. Es decir, forman parte de la misma invasión, originada a partir de esa única reina fecundada que llegó a Burdeos hace 18 años, por lo que todas las velutinas europeas tendrían la misma antepasada común. Además, ese linaje todavía no ha sido descrito en el área de distribución nativa de la especie en Asia.

Malas noticias para la expansión, buenas para los métodos de erradicación

«Nuestra investigación ha revelado el notable potencial de expansión de la población de insectos eusociales en zonas invadidas, incluso cuando la diversidad genética original es extremadamente baja», afirma el doctor Simon Harrison, otro de los integrantes del equipo de investigación. Esto supone, a la vez, una buena y una mala noticia para el control de esta plaga.

En el lado negativo, el estudio muestra que aunque el avispón haya sido dado por erradicado en una determinada zona, por ejemplo destruyendo todos sus nidos, una única reina solitaria y fecundada puede recolonizar el área rápidamente. En el positivo, el estrecho parentesco que une a todos los ejemplares de velutina de Europa hace pensar que los métodos de erradicación basados en el control biológico pueden ser muy eficaces, dada la similitud genética de toda la población.

Detectados ejemplares en al menos once países del viejo continente

La avispa velutina es originaria de Asia, y su zona de distribución natural cubre Afganistán, el este de China, Indochina e Indonesia. Sin embargo, desde su llegada a territorio francés en el 2004 se ha mostrado como una especie con una gran capacidad de invasión. Se han detectado ejemplares en al menos once países europeos: Francia, España, Portugal, Italia, Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Suiza, Alemania, Luxemburgo e Irlanda.

Fuera del viejo continente, esta avispa gigante asiática también ha colonizado otros países como Corea del Sur y Japón. Se estima que estos animales son capaz de expandirse por el territorio a un ritmo de entre 50 y 100 kilómetros anuales, siendo las zonas a gran altitud a las que peor se adaptan y en las que más difícil les resulta asentarse.