Rueda y Barbón urgen el corredor atlántico y discrepan en política fiscal

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela RIBADEO / LA VOZ

GALICIA

Encuentros en el Eo, organizado por La Voz, volvió a reunir a los presidentes de Galicia y Asturias en Ribadeo con empresarios, políticos y alcaldes

29 nov 2022 . Actualizado a las 16:45 h.

A pocos metros del puente de Los Santos, el viaducto que materializa la unión entre Galicia y Asturias, ambas comunidades volvieron a compartir desafíos, consensos y preocupaciones en la cuarta edición de Encuentros en el Eo, el evento organizado por la Corporación Voz de Galicia, editora de La Voz de Galicia y La Voz de Asturias, con el patrocinio del Banco Sabadell. En el auditorio Hernán Naval de Ribadeo, a orillas de la ría, los presidentes Alfonso Rueda y Adrián Barbón debatieron durante más de dos horas en un foro moderado por el director de La Voz, Xosé Luís Vilela. Minutos antes, el director general de la corporación, Lois Blanco, retó a los dirigentes gallego y asturiano a que diesen una «lección de optimismo» en lo que definió como el «evento más bonito» que organiza la entidad. A su derecha se sentaban ya Barbón, que repetía tras su estreno en el foro hace tres años, y Alfonso Rueda, que debutaba como presidente de la Xunta tras suceder a Alberto Núñez Feijoo, presente en los tres encuentros anteriores, el último de ellos, hace un año, de forma telemática. 

«Es un gusto recuperar este encuentro», sonrió Vilela, que mostró tres primeras de La Voz de los últimos años para evidenciar que, desde su interrupción por la pandemia, «ha pasado de todo»: el coronavirus, la guerra en Ucrania y, ya en tono positivo, el 140 aniversario de la fundación del periódico. A pesar de las diferencias entre partidos, sobre todo por los enfoques distintos de PP y PSOE en materia de impuestos, ambos demostraron que hay más puntos de encuentro que de separación. «Está bien que se llame puente de Los Santos, pero bien podría llamarse el de los hermanos. Porque así, más que como vecinos, es como nos sentimos», comparó el director de La Voz.

Y donde mayor unión expresaron los dos líderes autonómicos fue en la urgencia por acelerar las inversiones en el corredor atlántico, especialmente ante el «egoísmo» mostrado por el sector empresarial del Levante para defender el vial mediterráneo, que piden priorizar. «Nos parece muy bien el desarrollo del corredor mediterráneo, pero para nosotros es prioritario, una cuestión de justicia [invertir en el Atlántico]», reclamó Barbón. Ante este agravio que observan desde el otro lado de la Península, Rueda pidió, incluyendo también a Castilla y León, la unión entre las administraciones, las empresas y la sociedad civil para que las inversiones no se decanten solo por el lado mediterráneo. «Si no se hace aquí, al país le faltará uno de sus dos brazos», alertó el presidente gallego, que apremió también, como lo hizo el asturiano, a que se nombre un comisionado para el corredor atlántico.

Adrián Barbón se refirió a la visita a Galicia que hizo recientemente la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, anunciando que la inversión en ambos corredores contaría con la misma asignación. El presidente asturiano reclamó, aún así, que los gobiernos autonómicos deben trabajar para «luchar para que esto se materialice» y, en este sentido, destacó que siempre pone los intereses del Principado por delante de los de su partido, que comparte con Pardo de Vera. La ingeniera gallega también puso como plazo el final de la presente legislatura para el nombramiento de un comisionado del corredor atlántico, tiempo que Rueda consideró excesivo. «Yo pediría un poco más de prisa, queremos pasos importantes», exigió. 

Diferencias en impuestos

Con la idea inicial de desarrollar un debate optimista, Rueda empezó reconociendo que «hay razones para serlo». Sin embargo, ambos presidentes iniciarían el encuentro contraponiendo sus modelos fiscales, los mismos que enfrentan a sus respectivos partidos. «Es mejor bajar impuestos que subirlos», dijo el titular de la Xunta, que reivindicó que «siempre es posible» aplicar nuevas rebajas. Delante se encontró la defensa que hizo Adrián Barbón por mantenerlos: «La gente entiende que los impuestos son el precio de la civilización».

Rueda razonó que es «importante» continuar con una política fiscal que modifique los tributos de forma selectiva y que sea compatible con la sostenibilidad de los servicios públicos y su mejora. Calculó que las rebajas fiscales en Galicia supusieron, desde el 2009, dejar de ingresar 1.200 millones de euros. Unos fondos que no estuvieron a disposición de las arcas autonómicas, pero sí para las empresas. Según los Presupostos del próximo año, serán 128 millones los que deje de percibir la Xunta por deflactar los tres primeros tramos del IRPF, las rebajas que equiparan a las familias de dos hijos a las numerosas en términos fiscales y la nueva bonificación al impuesto del patrimonio. 

Precisamente en ese punto difirieron los dos presidentes. «Un asturiano con un patrimonio de un millón de euros paga 298 euros», ejemplificó Barbón como un caso asumible para mantener este tributo. Rueda advirtió que la razón fundamental para eliminar el gravamen es evitar que esos contribuyentes vayan a hacerlo a otras comunidades. Y ahí es donde ambos dirigentes sí se pusieron de acuerdo: la posibilidad de avanzar hacia una armonización fiscal. «Hay comunidades que pueden hacer un agujero fiscal por su situación, sus privilegios, o que pueden permitirse una bajada masiva de impuestos que obliguen al resto a hacerlo, por eso defendemos esa armonización fiscal», demandó el presidente asturiano, ante lo que su homólogo asintió sobre «temas concretos en los que se puede llegar a acuerdos». 

Y compartieron de nuevo punto de vista en la necesidad de cambiar el modelo de financiación autonómica, caducado desde hace años y cuyo debate está parado ante el próximo año electoral. «Defendemos algo tan difícil de llevar a la práctica como algo lógico: un sistema justo para todos. La obligación es que quien distribuye lo haga de forma justa», reclamó Rueda, que calculó que la dispersión y envejecimiento de la población, modelo que Galicia comparte con Asturias, supone para la comunidad una factura a mayores de 500 millones de euros. «Tenemos el 16 % de los centros de atención sanitaria con el 6 % de la población. Es un tema complicado, pero hay que hacerlo cuanto antes», urgió. Barbón recordó el encuentro celebrado a principios de año en Santiago donde ocho presidentes autonómicos, la mayoría del norte de la Península, acordaron defender un modelo de financiación con criterios comunes. «Hay unanimidad total, y la declaración que hicimos sigue vigente», subrayó. Los dos rechazaron que las negociaciones sobre el nuevo sistema de reparto se hagan de forma bilateral, ya que en caso de ser así, advierten, se pondrán «en pie de guerra».

 Problema sanitario

En el segundo bloque del debate, centrado en gasto social, Barbón bromeó que ya le gustaría disponer de la mayoría absoluta de Alfonso Rueda para aprobar los presupuestos del Principado, a lo que el presidente gallego respondió en el mismo tono que tampoco era tarea fácil negociarlos con un conselleiro de Facenda. El Gobierno asturiano espera aprobar el 1 de diciembre el texto de las cuentas del próximo año para iniciar el trámite parlamentario con una «clara vocación social». En Galicia, solo quedan las enmiendas parciales de la oposición por debatir, ante las que Rueda dijo que espera aceptar sus sugerencias. Como hizo antes el líder asturiano, repasó varias claves de los Presupostos, como los bonos sociales y térmicos, la congelación de las tasas universitarias, la gratuidad de las escuelas infantiles o las ayudas para facilitar el acceso de la gente joven a una vivienda.  

Apuntó entonces a las carencias de personal sanitario y la falta de relevo, especialmente en atención primaria. «Pongámonos de acuerdo con soluciones que podamos aplicar», subrayó Rueda. Barbón tiró de hemeroteca y apuntó a las decisiones políticas adoptadas en la anterior crisis como las responsables del actual déficit. «En ese momento se decidió reducir el número de plazas de formación mir», criticó, si bien dijo coincidir con Alfonso Rueda en la necesidad de impulsar esas medidas. «Se jubilan más (médicos) de los que entran en el sistema», resumió, mostrando también su agradecimiento a todos los profesionales sanitarios que no se jubilan para compensar esa carencia. «Sostener nuestro sistema sanitario, si no hay reforma de la financiación, es absolutamente insostenible», advirtió.  

Una «transición energética ordenada»

Las discrepancias volvieron a surgir a cuenta de los perte, sobre todo en la industria naval. Mientras el presidente asturiano destacó su buen funcionamiento, Alfonso Rueda reprochó la lentitud en su aplicación desde el Gobierno central. «Teníamos grandes esperanzas en el naval, es una gran oportunidad, pero va a acabar noviembre y no existe aún ese perte. Los plazos son muy importantes», concluyó el jefe del Ejecutivo gallego. Se refirió también a una «transición energética ordenada», en la que no se renuncie a la descarbonización, pero se tomen las decisiones «sin precipitarse». Para ilustrarlo, situó el ejemplo de la térmica de As Pontes, con un cierre definitivo que se enmendó hace escasos meses.

El debate se prolongó unos minutos más de lo previsto, pero sirvió para cerrar el foro con la promesa de repetir el próximo año y, entretanto, celebrar una cumbre bilateral sobre el reto demográfico, como le planteó el presidente asturiano a Alfonso Rueda.