5.999 gaiteiros después, el PP recuerda a Manuel Fraga en su Vilalba natal

Xosé Vázquez Gago
X. Gago SANTIAGO

GALICIA

REBECA FERNANDEZ

Rueda reivindica la «mente aberta» de su predecesor frente a la imagen que le han forjado sus críticos

23 nov 2022 . Actualizado a las 20:28 h.

Once años después de su muerte, la figura de Manuel Fraga está más cerca de la historia que de la actualidad, y los fastos son innecesarios. Atrás quedan los 6.000 gaiteiros del Obradoiro en el 2001. Ayer, en su siglo, los populares le recordaron con la música de un solo fol en su Vilalba natal. Fue un acto casi íntimo, sin autoridades del PP nacional. Su familia estuvo representada por su sobrino, Pedro Puy, portavoz parlamentario del PPdeG. Su papel de padre fundador del partido, por la presidenta del PP lucense, Elena Candia, y por la secretaria general de los populares gallegos, Paula Prado. Sus gobiernos en la Xunta, por el exconselleiro Xesús Palmou. Y su labor en la presidencia, por su sucesor, Alfonso Rueda, que deposito una corona con la bandera de Galicia a los pies de su busto.

La diputada vilalbesa Sandra Vázquez le describió como un «adiantado ao seu tempo, precursor dunha Galicia innovadora».

El historiador Xosé Antonio Pombo trazó un recorrido por su vida, desde su corta estancia en Cuba hasta su herencia vascofrancesa por parte de madre.

Candia empezó ensalzándoles como creador de un proyecto político «máís necesario que nunca» en medio de las «incertezas» que sufre España; y terminó elevándole al papel de un San Judas Tadeo, patrón de las causas imposibles, en el panteón del PP: «Recurrimos a él para que nos ilumine e acertar día a día». La de Fraga es una «figura inmortal», que «seguirá iluminando» al menos «mil primaveras máis», dijo la presidenta citando a Cunqueiro.

Rueda se mostró seguro de que el ex presidente habría querido el acto «sinxelo» con el que fue rememorado, y le situó ya en la historia de Galicia. No pudo reprimir el tono de decepción al recordar que los partidos de la oposición no le dedicaron un aplauso en O Hórreo por la mañana, a pesar de su papel como padre de la Constitución y del partido clave del «centro dereita democrático», y de su labor en la presidencia, desde el esfuerzo para «vertebrar Galicia», hasta el Xacobeo o la creación del moderno dispositivo de lucha contra los incendios forestales.

Terminó con el compromiso de «traballar» para que se recuerde al Fraga real, un hombre de «mente aberta», mucho más, aseveró, «do que algúns agora queren que pensemos». A juicio del presidente, se ha creado una imagen cerrada e intolerante de su predecesor, «non era tal», y las nuevas generaciones deberían conocer su obra en Galicia y su esfuerzo «para construila tal e como é».

REBECA FERNANDEZ