El PP lanza a sus candidatos a las siete ciudades con un acto multitudinario y el lema «somos maioría»

Xosé Vázquez Gago
X. Gago SANTIAGO

GALICIA

Xoán A. Soler

Rueda advierte que solo les valdrá la absoluta y clama «xa está ben» contra la parálisis de los fondos europeos por el Gobierno

22 oct 2022 . Actualizado a las 14:14 h.

Paseíllo, música, luces y speaker de competición deportiva. Al PPdeG solo le ha faltado enfundar en un albornoz de boxeo a sus candidatos en las siete ciudades para completar su entrada en el Multiusos do Sar a lo Floyd Mayweather. La presentación oficial de los ya conocidos cabezas de lista -José Manuel Rey (Ferrol), Rafael Domínguez (Pontevedra), Borja Verea (Santiago), Elena Candia (Lugo), Manuel Cabezas (Ourense), Miguel Lorenzo (A Coruña) y Marta Fernández-Tapias (Vigo)- fue una demostración de fuerza de los populares, que llenaron el recinto compostelano en un acto aderezado con los dos ingredientes inconfundibles de una campaña electoral: promesas para el ciudadano y guantazos verbales para el rival político.

Los candidatos hablaron uno por uno, ante una pantalla por la que desfilaron los símbolos de sus ciudades y el nuevo eslogan del partido: «Somos maioría». Toda una declaración de intenciones porque, como señaló José Manuel Rey, el PPdeG necesita que sea absoluta para gobernar.

El candidato por Ferrol, que ya fue alcalde, el único con mayoría absoluta de la ciudad naval, fue el primero en subir al atril. «No le voy a fallar a Ferrol, pero tampoco os podía fallar a todos vosotros», dijo entre aplausos. Rey Varela ofreció a los ciudadanos «seriedad, gestión y capacidad resolver» frente a la apatía que detecta en el actual gobierno socialista.

«Muchas gracias señor [Miguel Anxo Fernández] Lores, pero toca cambio», dijo Rafael Domínguez al alcalde de Pontevedra, a quien reconoció que en «24 años» ha hecho «cosas bien», pero al que ve cansado y falto de ideas para seguir impulsando la ciudad.

También Borja Verea, que definió su ideología «en tres palabras: Santiago de Compostela», apeló a la necesidad de llevar a «ideas novas» a la capital de Galicia. Santiago, dijo, necesita «un casco histórico habitado y habitable» y debe «recuperar a vida» y también el liderazgo que habría perdido en los últimos años.

Elena Candia se comprometió a impulsar para Lugo un proyecto «desde a unidade, que é a nosa fortaleza». Candia criticó los enfrentamientos del gobierno local de Lara Méndez (PSOE) con la Xunta, y la acusó de «roer a man que nos da de comer». También echó la vista por encima del telón de grelos y recordó el «difícil momento que está a vivir a nosa sociedade». La solución a esos problemas, explicó, pasa por la renovación de la mayoría absoluta en las próximas autonómicas.

También el candidato por en Ourense, Manuel Cabezas, miró más allá de Galicia y planteó las municipales como un primer paso para «terminar con el peor Gobierno que ha tenido España en democracia». Cabezas, que fue alcalde de Ourense durante 12 años, afirmó que la decisión de presentarse de nuevo «no fue fácil» y admitió que la recuperación de la alcaldía «es difícil, pero no inalcanzable». Para marcar distancias con el actual regidor, Gonzalo Jácome, subrayó un compromiso de «dialogo, cooperación y respeto».

También Miguel Lorenzo apuntaba a su rival, en este caso la socialista Inés Rey, cuando afirmó que su despacho «estará en la calle» y se comprometió con los ciudadanos a «escuchar de tú a tú sus problemas». Lorenzo tiró del lema del partido al recordar que los populares fueron mayoría en A Coruña en las autonómicas y generales. Su objetivo es lograr una quiniela «de 14», la cifra de la mayoría absoluta en esa urbe, e instó al partido a pelear también por el «pleno al 15», que Feijoo sea presidente del Gobierno.

Más directa en las críticas a sus oponentes fue Marta Fernández-Tapias, que reprochó a Abel Caballero no haber sido reivindicativo frente al Gobierno de Pedro Sánchez cuando Vigo lo necesitaba. La candidata popular prometió un Vigo «en el que nadie se sienta excluido, en el que se debata. Alejados de las imposiciones». También libre del «populismo y la demagogia que nos invade todos los días. Un Vigo a favor y no en contra de todos», y del que se hable por sus proyectos y no por sus «personajes y sus memes», clamó antes de señalar el «mayor caso de corrupción de la historia de Galicia», el enchufe de una cuñada de Carmela Silva.

Clausuró Alfonso Rueda, que glosó las virtudes de los candidatos, desde el coraje de Fernández-Tapias ante los «intentos de humillación» de la que sería objeto desde el entorno de Caballero hasta el carácter determinado de Elena Candia, la experiencia de Rey Varela o también la «cara de alcalde» que no ha perdido Manuel Cabezas.

Rueda advirtió que «todos os que van a perder xa están facendo calculos para poñerse a gobernar». Es una realidad a la que dijo no resignarse, pero esa «son as regras» y reiteró el llamamiento a alcanzar un amplio resultado que permita gobernar a su partido: «Solo vale gañar por maioría absoluta».

En el último tramo de su discurso, Rueda defendió los presupuestos de la Xunta para el 2023, «os máis sociais da historia», vaticinó la victoria de Feijoo en las generales, y no ahorró críticas al Gobierno central. «Xa está ben», clamó, de tener paralizados los fondos europeos, de los que dependen los proyectos industriales de Galicia. Rueda dijo sentirse legitimado para pedir al Gobierno «que non abra a vía de gasto», que deberán pagar «os nosos fillos»; y para reclamar al Ejecutivo una bajada de impuestos como la que se va a aplicar en Galicia. Porque es posible, dijo, rebajar la presión fiscal mientras se mejoran los servicios públicos.