Los universitarios gallegos tardan cada vez más en finalizar sus estudios

Candela Montero Río / R. S. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La media de los universitarios gallegos en terminar un grado ronda los cinco años
La media de los universitarios gallegos en terminar un grado ronda los cinco años PACO RODRÍGUEZ

Arquitectura se sitúa en el primer puesto, con más de ocho años de duración. Le siguen Ingeniería y Veterinaria con seis; los que menos, Comunicación Audiovisual y Enfermería. «Supone casos de inestabiliad mental o trastornos del sueño», lamentan

17 oct 2022 . Actualizado a las 07:17 h.

Ocho años, tres meses y dieciocho días. Eso es lo que tardan de media los estudiantes gallegos en terminar el grado en Arquitectura, un par de años más que la media nacional, que está en seis cursos y dos meses. Esto la sitúa a la cabeza de las carreras gallegas de una duración prevista de hasta cinco años, según el último estudio del Ministerio de Universidades, con datos del curso 2020-2021. Al tener en cuenta las titulaciones con planes de estudios organizados en cuatro y cinco cursos, no se incluyen las de seis en adelante, como Medicina y los dobles grados. 

El grado en Estudios de Arquitectura, que en Galicia solo se imparte en la Universidade da Coruña, está estructurado en cinco cursos académicos (divididos en dos cuatrimestres cada uno). Pero los alumnos tardan de media tres años y tres meses más de lo previsto en terminar. A esto hay que sumar un máster de un año habilitante para poder ejercer la profesión, lo que coloca la media total en nueve años. Esta cifra no ha dejado de crecer desde el 2016, cuando la duración media no llegaba a los seis años. En el curso 2018-2019 ya superaba los siete y el 2020-2021 fue el primero en rebasar los ocho años.

El de Arquitectura es el caso más significativo, pero esta duración cada vez mayor es lo que ocurre en varios de los grados que ofertan las universidades gallegas. Un ejemplo es Veterinaria, en Santiago, cuyos alumnos tardaban en el 2016 cinco años y medio en terminar, o las Ingenierías en Vigo, cuya duración era también de cinco cursos en esa época.

La media de los estudios de la rama de ingeniería, industria y construcción ronda ahora los seis años tanto en la Universidade de A Coruña como en la de Vigo, mientras que en Santiago está en algo más de cinco. Durante seis primaveras estudian también los alumnos de Veterinaria en la Universidade de Santiago.

El resto de disciplinas ya están por debajo de esa cifra, aunque la media global se sitúa por encima de los cinco años, cuando la mayoría de los grados están estructurados en cuatro cursos. Por tanto, a muchos universitarios les lleva un año más de lo previsto terminar sus estudios de grado. Es el caso de los que se decantan por Informática, Administración y Gestión de Empresas o Economía en cualquiera de los campus gallegos. 

Consecuencias académicas, laborales, económicas y psicológicas

Desde la delegación de estudiantes de Arquitectura de A Coruña, consideran que «los seis años de dedicación —contando el grado y el máster habilitante— son adecuados y completos», pero creen que «el problema viene cuando la organización interna de cada asignatura exige una cantidad de trabajo superior a la carga en créditos lectivos de la que tiene. Muchas veces las asignaturas son insostenibles porque no colaboran unas con otras». ¿Cuál podría ser la solución? «Simplificaría mucho las cosas que, dentro de la gestión de los mal llamados talleres (paquetes de asignaturas), funcionaran de forma colaborativa y así poder sacar el máximo provecho de todas las ramas, sin que los alumnos pierdan el tiempo en repetir dos o tres trabajos por asignatura, con prisas y sin saber lo que están haciendo en muchas ocasiones», reclaman. «Además, la formación autodidacta es la más utilizada en nuestra escuela», lamentan.

 «Los alumnos de Arquitectura trabajan a destajo para obtener una recompensa baja. La formación autodidacta es la más utilizada»

¿Qué supone esta prolongación de la etapa universitaria? Según estos estudiantes, esta situación trae consigo consecuencias académicas, laborales, económicas y psicológicas: «Muchas veces supone parones, formación incompleta, casos de inestabilidad mental o trastornos del sueño», aseguran.

«Los alumnos trabajan a destajo para obtener una recompensa baja y de malas maneras, típicas de la llamada antigua escuela» reclaman. En cuanto a la financiación, recalcan que seis años «es algo que económicamente no todo el mundo se puede permitir», por tanto, aseguran, muchos alumnos tienen que recurrir a «trabajos paralelos, lo que conlleva no obtener beca y, por ello, matricularse cada vez de menos asignaturas, espaciarlas en el tiempo, tardar más años,...». «Es la pescadilla que se muerde la cola», sentencian.

En cuanto a las ingenierías, un ejemplo de esta dilación es Amador M. Torre, que empezó Enxeñería de Deseño Industrial en Ferrol en el 2016 y actualmente, seis años después, está elaborando su trabajo de fin de grado. A la hora de analizar las causas de esta realidad, este estudiante detecta varias: «No caso do Grao en Deseño Industrial e Desenvolvemento de Produto a duración media é de cinco anos e medio. En parte explícase polo tempo que implican as materias, o desenvolvemento das habilidades e a diferenzas entre os perfís do alumnado entrante, xa que se trata dunha disciplina compatible cos bacharelatos de humanidades, ciencias e o artístico. Esta pluralidade fai que cada un de nós acade os obxectivos a diferentes velocidades, porque os criterios de avaliación son os mesmos para todos».

A esto hay que sumar la importancia del trabajo de fin de grado, que implica meses de dedicación exclusiva: «Recoméndasenos realizar o proxecto tendo superadas todas as materias en lugar de facelo simultaneamente co cuarto curso, tal e como se describe na guía docente. É posible rematar a carreira nos catro anos, pero advírtesenos de que a dedicación horaria é un factor clave na calidade final do traballo, porque é unha carta de presentación que nos serve para mostrar noso perfil profesional», asegura.

Amador M. Torre, estudiante de Ingeniería: «A burocracia non está adaptada á realidade do grao. Todo está preparado para catro anos»

Por todo esto, cree que es «case imposible compactala máis», porque, según su opinión, «é máis importante a calidade da formación que se acada que o tempo que pode levar acabala». Aún así, tiene claro cuál es el problema que esta organización acarrea para los estudiantes: «A burocracia non está adaptada á realidade do grao.Todo está preparado para catro anos: as becas, os profesores, as instalacións, o equipamento da área experimental,... Ao igual que noutros centros, a financiamento é deficiente. Ao final, somos as persoas que facemos a escola posible».

El doble que los que menos tardan 

Con esos ocho años, los alumnos de Arquitectura pasan casi el doble de tiempo en la facultad que sus compañeros de Enfermería y Comunicación Audiovisual, las carreras que menos tiempo tardan en terminar los universitarios gallegos.

Para la primera, los estudiantes se forman en cuatro años, un mes y veinte días en cualquiera de las tres universidades gallegas. Así lo hizo Carlota Gómez, que empezó en el 2017 y en el 2021 ya era enfermera: «La gente normalmente termina a curso por año, yo diría entre un 90 % y un 95 %. Y los que no lo hacen suele ser por motivos familiares o laborales. El temario, quitando excepciones, es bastante asequible. En cuanto a las prácticas, es raro suspenderlas», asegura. Desde que terminó sus estudios en el campus de Ferrol, esta betanceira no ha parado de trabajar, un factor que, cree, ayuda a que los estudiantes pisen el acelerador: «Hay que tener en cuenta también la gran demanda laboral que está habiendo estos años. Imagino que la motivación al saber que nada más acabar la carrera vas a tener trabajo asegurado de lo tuyo influye, ¡y mucho!».

Daniel Yáñez, alumno de Comunicación Audiovisual: «Queremos buscarnos nuestro camino lo antes posible»

En poco más de cuatro años terminan también los que se forman en técnicas audiovisuales y medios de comunicación. En concreto, la duración más baja la registran los alumnos de Santiago, con cuatro años y un mes (dos meses menos que sus compañeros deVigo y  A Coruña). Daniel Yáñez es uno de esos estudiantes. Cursa tercero de Comunicación Audiovisual en la Universidade de Santiago y calcula que, el año que viene será graduado: «Creo que terminaré cuando me toca, pues así suele ser para la mayoría y yo también me veo capaz de hacerlo. No conozco a nadie que haya arrastrado más de una o dos asignaturas. Es cuestión de organizarse bien y esforzarse un poco», cuenta. En cuanto a las salidas laborales, al contrario que sucedía con el personal de enfermería, Daniel asegura que en su ámbito se trata de un «clima incierto», aunque se compensa con un tema vocacional: «Creo que es una carrera relativamente sencilla, llevadera, y aquellos que la estudian suelen tener cierta vocación, por lo que existe una necesidad de acabar los estudios para adentrarse en el mundo laboral. Queremos buscarnos nuestro camino lo antes posible».