El exdirectivo del ADIF entra al juicio del Alvia por una puerta trasera: «Es muy simbólico de lo que han sido estos años», claman las víctimas

Xurxo Melchor / Pablo González SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Xoán Á. Soler | Paco Rodríguez

Andrés Cortabitarte evitó acceder al edificio judicial por la puerta habilitada, por la que sí pasó el maquinista, Francisco Garzón

05 oct 2022 . Actualizado a las 17:53 h.

Uno por la puerta principal y ante la mirada de las víctimas del accidente del tren Alvia y otro por una trasera para evitar cruzarse con ellas y con los medios de comunicación. Así han entrado los dos acusados en el juicio por la tragedia de Angrois. El que ha dado la cara ha sido el maquinista, Francisco Garzón. El que ha intentado ocultarse el exdirector de Seguridad del ADIF, Andrés Cortabitarte. «Es algo muy simbólico y refleja muy bien lo que ha pasado y lo que hemos sufrido en estos últimos nueve años. Garzón ha dado la cara y ha pedido perdón y Cortabitarte ha hecho lo que ha hecho el ADIF, el ministerio y el ADIF, ocultarse y ocultar la verdad», afirma Jesús Domínguez portavoz de la Plataforma del Alvia.

Las víctimas han llevado su protesta de nueve años a la misma puerta del edificio de la Cidade da Cultura de Santiago en la que se ha habilitado la gran sala de vistas que acogerá el juicio. Dos miembros del colectivo llevan colgadas pantallas de televisión en las que se emiten en bucle vídeos y el documental en el que se denuncian las irregularidades que rodearon la puesta en marcha de la línea de alta velocidad Ourense-Santiago y que, a su juicio, provocaron el descarrilamiento. Para ellas, no solo se juzga a los dos acusados, sino también al mismo Estado. «ADIF pertenece al Ministerio de Fomento y, por tanto, al Estado, así que también se está juzgando al Estado y por eso lo tenemos tan difícil. Y está sentado gracias a nuestra lucha y a nuestras denuncias y a la Unión Europea. Creo que nuestra lucha y la UE han sido lo que han traído al banquillo al ADIF», señala Domínguez.

El portavoz de la Plataforma del Alvia es consciente de lo difícil que va a resultar que el juicio sane las heridas que arrastran las víctimas. «Hay mucho dolor y mucha rabia. Hay víctimas que han fallecido. Yo hablo con los padres y con los que han perdido a sus familiares y la verdad es que la sensación no es buena pese a que deberíamos estar algo contentos de que por fin se celebre el juicio. Y es que esa verdad y esa justicia no solo se tienen que hacer aquí, sino también en las instituciones, que deben pedir perdón y que se sepa lo sucedido y la cadena de negligencias», añade Jesús Domínguez.

En cuanto a qué esperan las víctimas en el juicio, señalan que se «vea que hay más responsabilidad por parte del ADIF que por parte del maquinista. Creo que para la sociedad sería muy importante que saliera condenado el ADIF porque al final los políticos no tienen la responsabilidad penal, pero ellos presionan, pero los técnicos de lo que se tienen que dar cuenta es de que si no se cumple la normativa y no está todo bien, no deben de firmar. Y la única manera, desgraciadamente, de que no vuelva a pasar es que salga condenado el ADIF y así el próximo se lo pensará. La Justicia tiene que hacer esa labor por la seguridad de todos».