La nueva presidenta de los letrados gallegos: «La confianza es la base de la relación entre abogado y cliente»
GALICIA
Lourdes Carballo toma posesión este viernes en A Coruña del cargo de presidenta del Consello Galego da Avogacía
30 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Lourdes Carballo Fidalgo (Castro Caldelas, 1964) atiende a La Voz poco antes de coger un avión en Madrid para llegar a tiempo de tomar posesión hoy en A Coruña como presidenta del Consello da Avogacía Galega. Decana de los letrados vigueses desde hace años, afronta ahora la representación de los abogados de toda Galicia «con mucha ilusión» y con ganas de trasladar las demandas de la profesión.
—¿Cuáles son esas demandas?
—Se están cuajando bastantes modificaciones legislativas que afectan al servicio de la Justicia y lo que queremos es que ninguno de esos cambios vaya en detrimento del derecho de defensa. Y debemos estar atentos a todo lo que puedan ser prácticas de intrusismo.
—¿Está en riesgo el derecho de defensa?
—El derecho de defensa es sagrado y forma parte de la tutela judicial efectiva, pero es verdad que cuando a un abogado se le dificulta en su labor, no solo por los tribunales, sino por los clientes, testigos o contrarios, se le esta obstaculizando en el ejercicio de sus funciones.
—¿Qué obstáculos?
—Consideramos que un obstáculo puede ser una falta de consideración o no reconocer un derecho a conciliar o a suspender un juicio por una baja de maternidad o de enfermedad. Son situaciones en las que si no se reconoce que la abogacía tiene que ser respetada en esos derechos se le esta dificultando el trabajo. Y cada vez que eso sucede se está atacando al derecho de defensa.
—¿Cómo ve a la abogacía gallega?
—Con los mismos problemas que la del resto de España. El covid supuso una situación delicada para mantener abiertos los despachos, pero la abogacía gallega goza de muy buena salud. Tenemos buenos profesionales y que están muy bien formados.Creo que tenemos una abogacía responsable y comprometida.
—Hablaba antes de intrusismo.
—No podemos permitir prácticas que escapan al control deontológico y causan daño a la profesión y al usuario, que puede llegar a verse defendido por alguien que no reúne las condiciones. Ocurre en los servicios online, donde es más difícil saber si el abogado está perfectamente colegiado e identificado. Creo que lo mejor es acudir al abogado en el que se confía, porque la confianza es la base de la relación entre abogado y cliente. Nuestro trabajo no siempre es defender en los tribunales, sino que empieza por el asesoramiento previo, que muchas veces pasa por no ir a los tribunales y por buscar soluciones alternativas.