La Xunta se rebela ante la nueva selectividad: obliga a que varios profesores corrijan un mismo examen y hace desaparecer materias

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Sandra Alonso

Enviará hoy al Ministerio de Educación sus alegaciones, que insisten en que la prueba incrementará las desigualdades

26 sep 2022 . Actualizado a las 20:19 h.

El Ministerio de Educación envió a las comunidades autónomas un documento con la propuesta de evaluación para el acceso a la universidad (ABAU) que no ha convencido a Galicia. La principal novedad es sin duda el ejercicio de madurez que en el 2027 tendrá ya un peso del 75 % de toda la prueba, y con el que se eliminarán los exámenes de las tres lenguas, así como de Historia y Filosofía. La Consellería de Educación remitirá este mismo lunes sus alegaciones al texto, y aunque no plantea una alternativa concreta, el conselleiro de este departamento, Román Rodríguez, dejó clara cuál es su filosofía, «un exame único ou o máis homoxéneo posible».

Esta homogeneidad no se consigue con el diseño del Ministerio. La Xunta aplaude que se cambie la selectividad pero el documento ha dejado a los responsables de la consellería «sorprendidos e preocupados». Sorprendidos porque no soluciona ninguno de los problemas planteados y preocupados porque generará otros, «non so vai manter as desigualdades entre comunidades senón que vai xerar outras entre alumnos das mesmas autonomías en función do tribunal que corrixa», apunta Rodríguez.

Uno de los fallos más importantes que ve el Gobierno gallego es que la propuesta no recoge estándares de evaluación claros, y por eso los ha pedido en su respuesta al Ministerio, «é necesario e básico que haxa criterios de homoxeneización para que alumnos e profesores teñan un marco común», destacó el conselleiro. El nuevo modelo va en contra de la cultura del esfuerzo y diluye en la prueba de madurez asignaturas fundamentales, como son las tres lenguas (Lingua Galega, Lengua Castellana e Inglés), y otras de base humanística, como Historia y Filosofía. Además, genera un problema añadido ya que la prueba de madurez, un único examen, al incluir cinco materias tiene que ser corregida por diferentes especialistas, «o documento non indica quen o vai corrixir, pero concluímos que ten que ser así se se van avaliar cinco materias», explica la directora xeral de Innovación Educativa, Judith Fernández.

También se va a producir una relajación en la preparación de estas pruebas ya que «o alumna vai ir menos motivado para acadar unha puntuación elevada ao descentrar as materias», apunta Fernández. De momento, y para tranquilidad de los estudiantes que cursan segundo de bachillerato, en el 2023 la selectividad seguirá aún el sistema actual.

La Consellería lamenta también el calendario de aplicación, precipitado, ya que en abril ya se harán pruebas piloto con el nuevo modelo. Tras remitir sus alegaciones al Ministerio, Román Rodríguez confía en que, «non caian en saco baleiro».