Trenes llenos y pasajeros sin billete: «No sé si lo tenemos porque no nos deja entrar en la aplicación»

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Colas en la estación de tren, este viernes, en Santiago
Colas en la estación de tren, este viernes, en Santiago Sandra Alonso

Avalancha de usuarios, la mayoría universitarios que vuelven a casa, en la estación de Santiago:  «Queríamos volver a casa a otra hora, pero es que ya no quedaban trenes»

16 sep 2022 . Actualizado a las 20:11 h.

A Roberto le pilló por sorpresa que Renfe decidiese limitar desde este viernes el número de billetes de vuelta que se puedan coger con el bono gratuito para media distancia. «A la ida ya sabes cuál coger para entrar en clase, pero igual para volver lo extiendes si te quedas tomando algo», razona el joven alumno de fotografía que sale de Vigo cada mañana con destino a Santiago y por la tarde hace el camino de vuelta. Así todo el curso, por lo que calcula que se ahorrará unos 12 euros al día. Le acompañan Arousa y Martín, compañeros de curso. Ella empezó hoy, y este era su primer tren. Él, que vive en Bueu y depende de otro transporte para llegar allí, aún no sacó el abono. Pero tiene billete. Es el único que han podido coger este viernes. «Queríamos volver a casa a otra hora, pero es que ya no quedaban trenes», reconoce la estudiante coruñesa. 

Cientos de jóvenes como ellos volvían ayer a casa tras pasar la semana en Santiago. A ellos se suman las ya miles de personas que usan a diario los trenes de media distancia y Avant. Entre las dos y las tres de la tarde, cientos de viajeros se cruzan por el pequeño vestíbulo de la estación y por las tres plataformas habilitadas para recibir a una decena de convoyes. Renfe responde que en estos momentos funciona todo el material disponible, con un refuerzo de 14.000 plazas «que se está cumpliendo». En total son 66.740 en el Eje atlántico y otras 32.898 de Santiago a Ourense cada semana. La gratuidad de los trenes ha revolucionado el transporte público en Galicia.

Arousa, Roberto y Martín, en la estación de tren de Santiago
Arousa, Roberto y Martín, en la estación de tren de Santiago

A muchos les ha cambiado la vida. Le ocurre a Jesús y Laura, una pareja que reside en A Coruña pero trabaja en Santiago y que, desde la semana pasada, dejan el coche en el garaje. «Antes veníamos juntos por autopista, aunque no coincidiésemos bien en horarios. Ahora nos estamos ahorrando unos 250 euros al mes», asegura ella, feliz de poder disfrutar de los bonos gratuitos hasta al menos final de año.

 Sin tornos

Aunque esa gratuidad lleva algún peaje. «La app se cae todo el rato», coinciden en el andén Gonzalo, Beatriz y Julia, los tres adolescentes que hacen el bachillerato internacional en el IES Rosalía de Castro, mientras esperan por el tren que les lleva a A Coruña a las 14.44. No quedan asientos libres en este, pero en la plataforma 3 ya hay gente que aguarda ya por el de las 14.55. Lo de que la aplicación se caiga continuamente no es solo un problema a la hora de formalizar el trayecto en el abono, sino también para subirse al tren. «Ahora mismo se supone que no tenemos billete porque no se puede entrar en la aplicación. Da error», protesta una de ellas, y ahí lamentan no haber hecho captura de pantalla en su teléfono para guardar el código QR. «Es que no me queda memoria en el móvil», corrige Beatriz. Gonzalo apunta otro problema en la aplicación: si pierdes un tren, no es posible formalizar el billete del siguiente. «La aplicación cree que ya vas en ese tren, la única forma es comprando uno en taquilla», dice. 

En este caso poco importa haber pasado sin billete. El acceso a este tren se hizo sin torno y terminar el trayecto en la estación de San Cristóbal sin problemas dependerá de la bonhomía del revisor, en caso de que pase. Hacia Vigo viajan Daniela, una alumna de Derecho, y Carlos, matriculado en Matemáticas. Por la mañana, la joven seleccionó un asiento del tren para formalizar su billete, pero la aplicación se bloqueó ahí y no tiene un código QR. «A él -apunta con el dedo a Carlos- le aparece que está ese asiento ocupado, así que entiendo que es el mío», razona mientras se bajan los pasajeros procedentes de A Coruña en el andén 1. Solo hay un control de acceso en la estación de Santiago. La mayoría de los veces para los pasajeros que viajan a Ourense, por lo que quienes se desplazan por el eje atlántico lo hacen sin filtros. 

El refuerzo de trenes también trajo consigo algún que otro retraso que, por lo que cuentan los afectados, no suelen superar los diez minutos. El número de plazas ha aumentado, pero hay otras cosas que aún se mantienen. Irwing espera con su bicicleta en el andén, y es una de las únicas tres que pueden hacerlo en el tren porque no hay más espacio. «Ademais na aplicación non é posible incluila no abono», señala esta usuaria frecuente.

Pasajeros esperando en la terminal de autobuses de Santiago
Pasajeros esperando en la terminal de autobuses de Santiago Sandra Alonso

A pocos metros de allí, la terminal de autobuses de la estación intermodal está llena de gente. Fuentes de Monbus afirman que la semana pasada hubo dificultades para absorber el excedente de pasajeros que no pudieron viajar en tren. Esta semana se ha reforzado el despliegue de vehículos, rondando el medio centenar en Santiago entre las cuatro de la tarde y las nueve de la noche, y se ha hecho hincapié a los usuarios en que lleguen un cuarto de hora antes para facilitar la gestión.