La Xunta traza su futuro hasta 2030: tasa de paro al 8 % y sin abandono escolar

Manuel Varela Fariña
manuel varela SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

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Televés es el gran ejemplo de industria innovadora en el municipio compostelano PACO RODRÍGUEZ

El Parlamento vota hoy el Plan Estratéxico hasta el 2030, que la oposición considera caduco por no considerar el impacto del covid ni los efectos de la guerra en Ucrania

14 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Para la Xunta es «o país que imaxinas». Para la oposición, en palabras de la diputada socialista Begoña Rodríguez Rumbo, es el «país imaxinario». El primer pleno del nuevo curso político comenzó este martes con el debate sobre el Plan Estratéxico de Galicia 2022-2030, un documento con la hoja de ruta para esta década que la Cámara somete hoy a votación. La defensa del conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, de «o maior instrumento de planificación da comunidade» contrastó ayer con la intervención del diputado nacionalista Daniel Pérez, cuyo grupo no solo se opone al texto, sino que directamente pide su retirada: «Aínda están a tempo de facelo».

El choque por parte de la oposición parte del retraso en la aprobación del plan, que ambos grupos consideran caduco tras llegar al Parlamento siete meses después de ser anunciado y tras tres años de trabajo. Rodríguez Rumbo reprochó esta demora y los contenidos del documento, «que non contemplan os efectos do covid nin da invasión en Ucrania». El diputado del BNG Daniel Pérez apuntó a la fila de asientos vacíos del Gobierno gallego en ese momento en el pazo do Hórreo para ironizar con que el «maior instrumento de planificación» que mencionaba Corgos ni siquiera contaba con la presencia de los miembros de la Xunta. «Este plan é inoportuno dende o punto de vista político e constitúe un engano ao pobo galego», abundó Pérez, al que Pedro Puy, portavoz del grupo popular en el Parlamento, reprochó su visión cortoplacista: «Este é o instrumento de futuro adecuado».

Más empleo y mejor formación

El conselleiro de Facenda destacó el carácter consensual de este plan, para el que el BNG presentó 36 propuestas de resolución y el PSdeG otras 182, además de las propuestas de unos 350 expertos. El documento tiene cinco ejes centrales: el reto demográfico y el bienestar; la Galicia verde y sostenible; la competitividad y el crecimiento; la cohesión social y territorial, y la gobernanza. Se marca varios objetivos a alcanzar antes del 2030, basados en una mejor formación académica y un aumento del empleo. El Plan Estratéxico propone que la tasa de paro se reduzca en cuatro puntos, pasando a situarse en el 8 %, mientras que el desempleo juvenil afecte al 18 % de esta población. En esta línea, otra de las metas del plan es disminuir la tasa de temporalidad en seis puntos porcentuales, aproximándose al 15 %.

Parte de esa mejora en el ámbito laboral se fundamenta sobre un mayor esfuerzo en la educación. El objetivo para el 2030 es que prácticamente la mitad de la población de entre 25 y 64 años tenga un nivel de formación educativo terciario o superior, frente al 30 % actual. El abandono escolar pasará a ser prácticamente nulo, cayendo al 6,5 %.

En el área económica, la propuesta de la Xunta es que el gasto en I+D+i se duplique hasta rozar el 2 %, si bien la media europea es hoy superior a ese porcentaje en un par de décimas. Para las pequeñas y medianas empresas, el plan aboga por aumentar su tamaño un 15 %, hasta alcanzar las cuatro personas contratadas de media, y mejorar así su competitividad. También prevé un incremento de las exportaciones, que del 35 % del PIB que representaban en el 2020 —año de referencia en todos los cálculos— pasarán a suponer un 45 %.

Una hoja de ruta para igualar la renta media nacional

El conselleiro de Facenda argumentó que entre los grandes objetivos del Plan Estratéxico es lograr la «práctica converxencia con España en termos de renda bruta dispoñible» antes del 2030 y superar el 90 % del PIB per cápita de la Unión Europea. También indicó como prioritario que Galicia avance «de maneira decidida» hacia la «neutralidade climática», marcando como meta reducir las emisiones de efecto invernadero hasta el 55 % respecto a 1990.