La Xunta asegura que ya existen orientadores en los centros que realizan estas funciones, pero sindicatos y profesores reclaman su implantación
07 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Este curso debería arrancar mañana en los centros educativos gallegos con una nueva figura: el coordinador de bienestar. Aparece recogida en la Ley de Protección de la Infancia frente a la Violencia, que obliga a tener operativos a partir de este mes a estos coordinadores en todos los centros educativos donde haya menores de edad. Es un perfil que también recoge la nueva ley educativa, la Lomloe, que se implanta este curso. Sus funciones, según los textos normativos, se centran en tratar de atajar las situaciones de violencia que se puedan producir en los centros (acoso, principalmente), aunque también se recogen otras como la protección de datos de los menores o el fomento de una alimentación saludable en las instalaciones.
Pero en Galicia no lo habrá este curso. Esas funciones, alegan desde la Xunta, ya las están ejerciendo desde hace tiempo otros profesionales, como el miembro del equipo de orientación que asumía el rol de dinamizador de convivencia. Por ello, añaden desde la Consellería de Educación, no se va a incluir en las plantillas para este nuevo curso la figura del coordinador de bienestar.
No obstante, sindicatos y profesores recalcan que no es posible equiparar ambos perfiles. «Queremos una figura como la que establece la ley», sentencia Julio Díaz, presidente en Galicia del sindicato de profesores ANPE. Lo mismo opinan en Comisiones Obreras: «É unha figura de obrigatoria aplicación e para nós é un incumprimento grave da propia lei educativa», explica José Fuentes, responsable del área de educación.
¿En qué se diferenciarían estas dos figuras? El dinamizador de convivencia se ocupa de «levar a cabo actividades e formacións no centro para previr conflitos de convivencia e, cando suceden, coordinar as actuacións para mellorar eses problemas condutuais», según explica José Manuel Valcarce, tesorero de la Asociación de Directores de IES de Galicia. Los profesores consideran que las labores de la coordinador de bienestar tendrían que abarcar un campo más amplio. «Debería ocuparse de cuestiones que van más allá de la convivencia, como la climatización de los centros, las salidas de emergencia, la ergonomía, o la ventilación. Tiene que haber una persona para coordinar todo ello», reclama Julio Díaz.
Desde la Xunta indican que, además del dinamizador de convivencia, están en marcha otras herramientas en este campo. Un ejemplo es el Plan de Benestar Emocional. Además, destacan que está prevista la aprobación este otoño de las Comisiones Provinciales de Bienestar y Convivencia y la Estrategia Gallega de Convivencia Escolar, centradas en el bienestar emocional y la prevención del acoso.
Otros territorios sí implantarán esa nueva figura del coordinador de bienestar, como es el caso de Extremadura. «En otras comunidades se está hablando de la compensación económica y de la situación administrativa de estos profesionales. En Galicia también tenemos que empezar a hablar de todo esto. Una persona no puede empezar a asumir funciones sin más», señala Julio Díaz. Sin embargo, en los sindicatos preocupan las condiciones en las que se están introduciendo estos perfiles: «Nalgunhas comunidades estase implementando, pero sen tempo material para que a persoa encargada realice estas funcións», añaden en CC.OO.
¿Y quién asume esas funciones?
Qué trabajadores deben ocupar este puesto de nueva creación tampoco está definido. «En muchas comunidades están diciendo que tienen que ser orientadores. Esa es una de las cosas que habría que negociar, también aquí», apunta el presidente e ANPE Galicia. En los colegios de infantil y primaria extremeños será un miembro del equipo directivo o una persona propuesta por la dirección y, en la ESO, educadores sociales.
Desde los institutos gallegos, asumen que tendrá que ser personal de los propios centros: «Habería que buscar un perfil axeitado, ou dentro do persoal de orientación ou ben os propios responsables de convivencia poderían asumir estas funcións, aínda que estarían incrementando moito a súa labor», indican desde la Asociación de Directores. No obstante, reconocen que esto no es lo idóneo: «O ideal sería unha persoa con coñecementos de psicoloxía, e de non habela, impartir algún tipo de formación».