Galicia afronta la quinta gran sequía del siglo

pablo gonzález / suso varela REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Cauce del río Limia a su paso por Xinzo, sin agua a causa de la sequía.
Cauce del río Limia a su paso por Xinzo, sin agua a causa de la sequía. Santi M. Amil

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil alerta de que este año es el más seco desde 1980 y pide que se valoren restricciones horarias del abastecimiento de agua en algunas zonas

06 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La situación es compleja, pero puede ir a peor si después de un verano tórrido viene un otoño seco. En cualquier caso, Galicia se encamina hacia la quinta gran sequía del siglo XXI por un sendero muy similar a la del año hidrológico 2016-17, con unas consecuencias que se notaron hasta las puertas de la Navidad y cuyas secuelas se prolongaron hasta el 2018. Este episodio es la sequía más grave ocurrida en Galicia desde 1940, cuando se unifican los criterios para catalogarlas, con un índice de precipitación estandarizado (SPI) de -2,26, que refleja la desviación de la lluvia caída respecto a la media. Los cuatro períodos de escasez de este siglo fueron todos severos, y solo la sequía del 2002-03 está por debajo del -2 (-1,72 de SPI). A modo de curiosidad, el catálogo de sequías históricas elaborado hace unos años por el Cedex refleja que el período más largo de escasez de agua documentado en España tuvo lugar en Galicia y en parte de la cornisa cantábrica: nada menos que 35 años de sequía entre 1266 y 1300. Desde 1940 ha habido 13 episodios, cinco de carácter moderado y ocho severos, según los datos recogidos por Augas de Galicia.

Si el jueves la Xunta ampliaba la prealerta por escasez de agua a la cuenca del río Anllóns —después de haberla decretado en el Lérez—, ayer la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil fijó un escenario de alerta en las cuencas de los ríos Cabe y Limia, prealerta en el Sil superior e inferior, y normalidad en el Miño. «Estamos nun escenario de seca prolongada e é necesario que as administracións, especialmente os concellos, tomen medidas para aforrar o consumo de auga», aseguró el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, José Antonio Quiroga, a la salida de la mesa técnica de la sequía. En esta reunión se pusieron encima de la mesa los datos que demuestran que el actual es el año más seco en Galicia desde 1980.

 En lo que va del 2022 hubo un 40 % menos de precipitaciones. Se llevan, de media, 653 metros litros por metro cuadrado este año en la comunidad, frente a los 1.147 del pasado 2021, lo que supone 594 litros menos. También el caudal circulante de los ríos de la cuenca Miño-Sil está un 40 % por debajo de la media del pasado año; y el nivel de las aguas subterráneas es un 15 % inferior.

La situación de los ríos en Galicia-Costa, competencia de la Xunta, es muy similar, situándose en un 34,4 % por debajo de la media de los diez últimos años. El verano podría salvarse en esta cuenca gracias a las reservas de los embalses de abastecimiento, que se sitúan en el 82,8 % de su capacidad —un 11 % inferior al mismo período del 2021—, aunque un otoño seco podría complicar el abastecimiento de los grandes núcleos de población. En la cuenca del Miño, los embalses —sin distinción entre abastecimiento e hidroeléctricos— se encuentran al 51,3 % de su capacidad total, un dato que es un 18,1 % inferior al promedio histórico. En cualquier caso, la Xunta ha establecido una vigilancia especial en los pantanos de abastecimiento de Zamáns y Baiona.

El mensaje de la Confederación Hidrográfica y de Augas de Galicia es coincidente en lo esencial: consumo responsable y evitar los usos que malgasten el agua, como riegos o baldeos, entre otros. Desde el gestor de cuenca del Miño-Sil se va un poco más lejos, al pedir a los ayuntamientos que valoren la posibilidad «de llevar a cabo restricciones horarias de agua». «Vivimos o ano máis seco desde 1980 e hai que actuar con responsabilidade e seriedade, por iso imos a cursar avisos a concellos, administracións e institución para que se tomen medidas de aforro de auga e que transmitan aos cidadáns a necesidade limitar os consumos», aseguró José Antonio Quiroga.

Ante el problema de algunas ganaderías por la falta de agua para sus animales, se habilitará un modelo de solicitud para el abastecimiento temporal de las granjas afectadas.

Por otro lado, la situación en concellos como Ribadavia es dramática. El corte de agua nocturno que se anunció para la madrugada de ayer no fue suficiente y el Concello ya no puede garantizar que varios barrios de la villa y parroquias puedan surtirse de la traída municipal. «O río secou», afirmaban ayer. Han pedido un camión nodriza a la Xunta y hoy repartirán agua embotellada entre los afectados.