La operadora reclama al fabricante una indemnización de 116 millones
Renfe encargó en el 2017 a Talgo la fabricación de 30 trenes de muy alta velocidad, de los que 15 serían de ancho variable para circular por vías de ancho ibérico como las que hay en la red interior gallega. La inversión total ascendía a 786,5 millones de euros y la entrega de las primeras unidades estaba prevista para enero de 2021. El retraso en la entrega ha obligado a Renfe a redistribuir la flota existente y le impide aumentar la oferta en líneas de alta velocidad recién inauguradas, como la que une Madrid con Galicia, así como reducir los tiempos de viaje —una media de unos veinte minutos— en ciudades como Santiago, Vigo, A Coruña y Pontevedra. Todos estos factores han llevado a Renfe a plantear una reclamación de 116 millones de euros contra Talgo por los daños que le causan el «incumplimiento» de las condiciones del contrato. De momento se desconoce si la reclamación ya ha sido presentada en sede judicial. Está previsto que los trenes se entreguen en el primer cuatrimestre del 2023.
pablo gonzález
Tras algunas aproximaciones iniciales, Talgo ya tiene definido cómo será el diseño interior de los trenes de muy alta velocidad Avril, cuya versión en ancho variable será crucial para que los gallegos puedan tener los tiempos de viaje comprometidos. Aunque si finalmente se destinan a Galicia estarían en funcionamiento bastante después de la puesta en servicio de la línea, prevista para este otoño. En cualquier caso, el tren Avril -capaz de alcanzar los 360 por hora, aunque de momento estará limitado a 300 y su límite comercial se situaría en 330- revoluciona en muchos aspectos la movilidad ferroviaria, pues es más ligero y eficiente en el consumo de energía eléctrica que sus predecesores.
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